Así prepara Peugeot Sport su futuro ganador de Le Mans

El nuevo proyecto para las 24 horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia (WEC) de Peugeot Sport (Stellantis Motorsport tras su asociación con FCA) se cuece a fuego lento a las afueras de la histórica ciudad de Versalles, en frente de unas instalaciones militares donde suenan acordes y toques de trompeta mientras se prepara la fiesta nacional francesa del 14 de julio. La marca gala no quiere acelerar el compás y aunque estrenará su Hypercar 9X8 en 2022, necesita asegurar el máximo de rendimiento y fiabilidad previamente. 

En el recibidor de la sede del proyecto luce espléndido, y como si de una espina por desclavar se tratara –cerca de vitrinas con trofeos y objetos de disciplinas tan variopintas como las 24h de Le Mans, el WRC y el Dakar–, el Peugeot 908 Hybrid4 con el que el fabricante del león esperaba competir en el regreso del Mundial de Resistencia en 2012 y que finalmente se sumó a la lista de prototipos nunca estrenados en competición por una complicada situación económica del grupo en los últimos meses de 2011.

El presente es bien distinto y el futuro luce prometedor tras la asociación con el grupo FCA, consolidada a principios de este 2021. En los pasillos, salas y escaleras de la fábrica de la división de competición se respira entusiasmo, ilusión, una pequeña dosis de nervios y, sobre todo, concentración colectiva en busca de un sueño. Desde la recepción, hasta las cabinas de bancos de pruebas para los propulsores, pasando por el nuevo simulador para los pilotos.

El objetivo, en palabras de Jean-Marc Finot, director de Stellantis Motorsport, a Motorsport.com, es claro: volver a ganar las 24h de Le Mans. El calendario: con margen, pero sin pausa. 

"Volveremos a competir en 2022, pero la normativa establece que en cuanto homologuemos el coche, estará congelado para los próximos cinco años. Tendremos algunos comodines, pero no muchos, por lo que, antes de estrenarlo, queremos estar seguros de su rendimiento y fiabilidad", asegura el francés, que lleva desde 2016 a cargo de la división de competición.

Peugeot 908 Hybrid4 en la sede de Stellantis Motorsport

Photo by: Juanan García

"No queremos precipitarnos por hacer dos o tres carreras más [en 2022] y tener algunas complicaciones que arrastraremos los años siguientes. Congelaremos el coche cuando estemos 100% seguros de su rendimiento y fiabilidad. Si es antes de Le Mans, estará bien y si no, tampoco pasará nada". 

"Por supuesto, está en el ADN de Peugeot luchar por la victoria, pero somos conscientes de que tenemos algunos retos por delante. Hay muchas sinergias dentro del grupo Stellantis Motorsport, por ejemplo, todo el tema electrónico vendrá de la experiencia en la Fórmula E, así como otros aspectos, del WRC. Pero nuestros rivales tienen una enorme experiencia y somos conscientes de que será duro y complicado. Eso sí, nuestro objetivo es luchar por la victoria, por supuesto", añade.

El plan para los próximos meses está bien estructurado y pasa, en primer lugar, por poner a punto y afinar el tren motriz: un propulsor trasero de combustión V6 biturbo de 680 CV con un cambio secuencial de siete velocidades sumado a un motor-generador eléctrico para el tren delantero con otros 270 CV.

Estos días se llevarán a cabo las pruebas de fiabilidad del motor de combustión, en el que se lleva trabajando a destajado en los últimos tres meses en el departamento de propulsores liderado por François Coudrain, donde se han usado los V8 y los V12 del pasado como referencia.

Molde de un V12 en la sede de Stellantis Motorsport

Photo by: Juanan García

Después de probar el nuevo V6 biturbo en bancada el pasado 1 de abril, se han hecho varias modificaciones y ahora tendrá que aguantar 30 horas seguidas de test, con simulación real de revoluciones y cambios de marcha, aceleraciones, temperaturas y frenadas. 

En septiembre probarán durante una semana completa el eléctrico, basado en lo aprendido en la Fórmula E con DS, y el tren motriz 4x4 completo entrará en bancada en octubre. La validación final se realizará instalando todo el conjunto en la trasera del futurista 9X8, que esperan hacer rodar en circuito durante el próximo mes de diciembre. 

La decisión de volver a la resistencia estuvo basada en tres pilares igualmente importantes para un grupo como el de Stellantis (Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Fiat, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot y Vauxhall): ADN de Peugeot, desarrollo y trasferencias técnicas a sus coches de calle y eficiencia de marketing. 

"Tomamos la decisión hace un año, teníamos que hacer tic en varias casillas con nuestro programa de competición. Tenía que estar en línea con el ADN de la marca, gracias al cual ganamos Le Mans con el 905 en 1992 y 1993 y en 2009 con el 908. También era necesario para nosotros que sirviera para acelerar la hibridación de nuestros coches, algo que dejamos claro con la presentación del 508 PSE, con un nivel muy bajo de emisiones y un alto rendimiento", asegura Finot.

"Y el último punto era el valor de marketing de este campeonato, porque competimos por negocio y es necesario tener una buena eficiencia de inversión en competición en comparación con otras actividades de marketing. Con esta nueva normativa se han bajado enormemente los costes en comparación con los LMP1".

En lo alto del cristal de la cabina número 4 de bancada –en cuyo exterior hay un asiento de competición con un volante similar al de un prototipo para llevar a cabo ciertas simulaciones como el cambio de marchas–, se puede leer una frase de Ayrton Senna, tres veces campeón del mundo de F1, que define el espíritu de Peugeot Sport ante este nuevo reto: "No tengo ídolos, admiro el trabajo duro, la dedicación y la competitividad". 

Vitrina de trofeos en la sede de Stellantis Motorsport

Photo by: Juanan García