Nissan espera complicaciones en Le Mans
El español Lucas Ordóñez señaló que las 24 Horas de Le Mans serán un reto, pero se encuentra listo para cumplir con su misión.
Lucas Ordonez, Nissan Motorsports
Nissan Motorsports
La marca japonesa regresa a La Sarthe este fin de semana en el inicio de un camino que tiene un objetivo: obtener la primera victoria en las 24 Horas de Le Mans para la compañía y ser la base para conseguir su primer título mundial de una de las series globales de la FIA con el Campeonato Mundial de Resistencia.
El Nissan GT-R LM presenta un diseño radical y el piloto español Lucas Ordóñez, el hombre que ha visto crecer este proyecto desde su inicios, sabe que no será sencillo el fin de semana, en especial tras la ausencia en las dos primeras fechas del campeonato en Silverstone, Inglaterra y Spa-Francorchamps.
"Cuando llegas a estos niveles como LMP1 hay retos que afrontar. Esta es una categoría exigente por todo lo que involucra alrededor y con los equipos de fábrica. Para nosotros no iba a ser más sencillo y menos con un coche con estas condiciones", expresó el ibérico en entrevista.
Ordónez consideró que es necesario "mejorar el desempeño en las curvas, tanto a la salida como en su paso", para tener un vehículo competitivo y que pueda hacer frente a los Audi o Porsche.
De la potencia no tiene queja. "Hemos demostrado que somos muy rápidos en recta. Debemos mejorar en otros aspectos".
Aunque no es oficial, se estima que Nissan puede alcanzar hasta 1,200 caballos de fuerza en un rendimiento óptimo, superando incluso los 1000 hp que se presume consiguen Toyota y Porsche.
Considerando las dificultades técnicas que han tenido, Ordónez no se hace falsas ilusiones. "Es una cuestión difícil saber donde estaremos. Venimos con tres coches en este primer año y terminar sería un éxito enorme para nosotros".
De los videojuegos a la realidad
Lucas Ordóñez vivió la historia de muchos pilotos que, a pesar del talento, carecen del presupuesto para continuar con una actividad tan costosa como el deporte motor.
Su vida cambió a finales de la década pasada cuando ingresó al concurso GT-Academy organizado por Nissan y Sony, para convertir al mejor piloto de un simulador en un piloto real. Su triunfo lo llevó a competir en diversas series de turismo pero también en los prototipos LMP2, por lo que Le Mans no es un terreno desconocido para él.
En 2011 y 2013 consiguió podios de segundo y tercer sitio en las 24 Horas de Le Mans corriendo dentro de la división LMP2 con las escuderías Signatech y Greaves, ambas propulsadas por motores Nissan.
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