Las mejores historias de 2017, 9: Le Mans vuelve a elegir ganador y casi hay campanada

La edición 2016 pasará a la historia como la carrera de 24 horas que no se decidió hasta la última vuelta, cuando el Toyota que se dirigía a la victoria se quedó parado. Se esperaba que la prueba en 2017 no tuviera sobresaltos similares pero, aunque no hubo que esperar hasta los últimos minutos, fueron 24 horas llenas de giros de guión.

Toyota lideró la clasificación y dos de sus tres coches salían en la primera fila de parrilla. Y en los primeros instantes, cuando arrancó la prueba, ya hubo cosas que contar. El ByKolles, único coche de equipo privado en LMP1, pinchó y perdió terreno tras pocas curvas, y el Toyota #9 dañó su faro derecho por los restos del ByKolles y rápidamente fue alejándose de la gloria. Sus hermanos, el Toyota #8 y el #7 se intercambiaron el liderato en la primera hora.

Antes de las cuatro primeras horas, un problema en el eje delantero del Porsche #2 mandó al prototipo alemán al box. Cuando por fin pudo volver a pista ya había perdido 20 vueltas con los líderes, mientras que el Toyota #8 y el Porsche #1 se disputaban la segunda plaza. Sin embargo, cayó la noche y llegó el drama a Le Mans.

Más concretamente el drama fue para Toyota, que de ver un doblete en el horizonte pasó a la más absoluta tristeza. El #8 de Buemi era segundo, pero fue el primero en recibir el varapalo. El piloto tuvo que volver a boxes con el freno delantero ardiendo y un problema con el motor eléctrico delantero que le hizo perder nada menos que 29 vueltas.

Y la maldición llegó al Toyota #7, que lideraba cómodamente tras la aparición del Safety Car (que hizo perder seis minutos al Porsche #1). Kobayashi comenzó a perder potencia y ni siquiera pudo regresar al pitlane. Pero ahí no acababa la noche negra para los nipones: el #9, que pese al susto inicial se convertía en la baza de Toyota para ascender al podio, trompeó en la primera curva por un pinchazo en su neumático trasero izquierdo y tuvo que completar la vuelta parando y arranco continuamente.

Con un Toyota fuera y los otros dos perdiendo todas sus opciones, los LMP2 soñaban con el podio general. El Porsche #1, sin ningún tipo de presión, lideró durante la noche y parecía claro que se llevaría la victoria. Sin embargo, a menos de cuatro horas para acabar y con nada menos que 13 vueltas de ventaja, el primer clasificado, con Andre Lotterer al volante, sufrió un problema mecánico y tuvo que abandonar. Porsche reveló que habían estado conduciendo de manera conservadora para evitar fallos, pero de nada sirvió.

El DC Racing #38 del equipo Jackie Chan, de LMP2, heredó la cabeza de carrera, y se acercó a lo que sería una campanada enorme. Pero el Porsche #2, ese que tras tres horas y media de carrera perdía 20 vueltas con el líder, llegaba solo dos vueltas por detrás del LMP2. A poco más de una hora de acabar, el #2 de Brendon Hartley, Timo Bernhard y Earl Bamber, completó la remontada y ya no hubo más sorpresas. Llegaron hasta la bandera a cuadros impidiendo lo que habría sido algo histórico.

Porsche volvía a coronarse en Le Mans y el #38 de Jackie Chan lograba la 2ª plaza en la general y la victoria en su clase, algo que el actor comparó con ganar un Oscar. Cerró el podio otro LMP2, el Rebellion #13.

Igual de emocionante, con una batalla hasta el final, estuvo la categoría GTE Pro, donde Antonio García rozó el triunfo. El español reveló que una deshidratación le impidió hacer el último turno y eso lo pagó su equipo, que acabó tercero en su clase.

Las mejores fotos de las 24 Horas de Le Mans 2017

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