Robert Wickens, "impaciente" por volver tras su grave lesión

En momentos como este, con la pandemia del coronavirus afectando a todo el planeta, parece trivial utilizar la palabra héroe a cualquiera que no esté involucrado en tratar de salvar y proteger vidas. Pero seguramente la mayoría de los que han escuchado a Wickens y han seguido su evolución física en las redes sociales durante el último año y medio se habrá visto motivado por sus esfuerzos.

Empezando por esto...

…siguiendo por esto…

…o esto…

… en tan solo cinco semanas. La determinación de hierro de Wickens ya fue demostrada previamente en cada equipo en el que compitió, pero se ha redefinido en estos 18 meses que lleva tratando de superar su limitación de movimientos. Admirablemente, presenta los hechos mezclados con humor negro ocasional, en lugar de ir por la tendencia de "soy un héroe" o caer en un "¡Ay de mí!".

"Afortunadamente, sigo progresando cada día un poco más. Lo único, obviamente, es que estoy impaciente y deseo que las cosas avancen un poco más rápido. Pero es complicado quejarse: fácilmente podría haberme quedado en el sitio, por lo que tengo mucha suerte. Y hay más por llegar", cuenta en conversación con Motorsport.com.

"Mi principal objetivo es volver a correr. No sé si será en la IndyCar. Ese es el objetivo principal, pero hay muchos inconvenientes técnicos que necesitamos salvar antes".

Wickens es asesor de pilotos de Arrow McLaren SP, donde está trabajando con Patricio O’Ward y Oliver Askew.

"Por ahora hemos desarrollado unos prototipos de volante con impresión en 3D sobre lo que necesitaría controlar con las manos. Obviamente, no es la fase en la que me gustaría estar, porque esperaba competir en IndyCar en 2020. Pero llevará meses poder adaptar un coche para mí", prosigue.

"La prioridad es lograr que ese volante se pueda conectar, así podré subir al simulador y empezar a dar vueltas. Por otro lado, tenemos que seguir trabajando en el apartado técnico y de seguridad del coche. Hay que cambiar muchas más cosas que simplemente poner un volante con dos levas más".

"Mi siguiente paso es enervar en un coche de carreras y me gustaría que Jens Marquardt (jefe de BMW Motorsport) me dejara conducir el DTM con el que Alex Zanardi compitió o el GTLM M8 que utilizó en Daytona para ver cómo son otros controles. Porque ahora tengo en mi cabeza un boceto de lo que creo que necesito, pero tienes que probarlo en pista para hacerte una idea".

Al desvelar esto, Wickens está reconociendo implícitamente que el movimiento de sus piernas y pies no tendrá la precisión ni/o potencia para permitirle competir al máximo nivel con la misma habilidad que tenía antes del accidente. Y el sistema de frenos por cable todavía no está al nivel de permitirle que su mano izquierda sustituya al pie izquierdo.

"En un IndyCar, si tuviera un freno de mano hidráulico fuera del volante, no podría crear la misma presión. Los pilotos meten 300-350 lsbs en el pedal de freno y hacerlo con el brazo no es nada sencillo. Además, cuando estoy usando un acelerador ya en el volante, es clave que mis manos estén en el volante cuando estoy rodando a máxima velocidad".

Wickens está trabajando con Arrows y McLaren en todo este proceso y espera poder encontrar el presupuesto para ello.

"Al final, a corto-medio plazo, una vez que esté cómodo en el simulador y si los tiempos son buenos, quiero volver a la IndyCar. Sé que la categoría tendrá que cambiar algunas normativas para meter un equipamiento extra en mi coche, pero lo veo posible", concluye.