El piloto francés logró imponerse en la tercera edición de la mítica prueba estadounidense a los mandos de un Peugeot tras arrancar 7º y a una media de 75,933mph. Fue el primer extranjero en hacerlo, el primero en hacerlo sin piloto de relevo y el que más distancia sacó al segundo: 13 minutos y 4 segundos.
El también francés René Thomas revalidó la victoria de su compatriota un año después tras partir 15º y con una media de 82,474mph.
El italo británico Dario Resta ganó la única edición de las 500 millas que realmente se corrió a menos distancia: 300 millas (480 km). Fueron los gestores del Speedway de aquel momento quienes decidieron reducir la distancia para crear más atractivo para los aficionados. Lideró 103 de las 120 vueltas totales.
El legendario piloto escocés logró romper la racha de victorias estadounidenses a una media de 150,686mph y por primera vez con motor trasero. Era su debut con un Lotus 38, ya había ganado el Mundial de F1 de 1963 y lo conseguiría de nuevo ese mismo año. Solo volvería un año después para ser segundo con el Lotus 24.
El británico mantuvo la racha por segundo año consecutivo de la Union Jack ondeando en el óvalo estadounidense. Hill se impuso con un Lola/Ford tras salir 15º y a una velocidad media de 144,317mph. La rivalidad con Clark llegó hasta Indy y Hill se llevó la victoria allí con el escocés segundo. En la F1 de aquel año sucedería al revés. En 1972 cerraría el círculo consiguiendo la Triple Corona al ganar las 24h de Le Mans.
El piloto brasileño llegó a la IndyCar a tiempo completo tras sus tres títulos de Fórmula 1 en 1989 y se hizo con las 500 millas tras salir 3º ese mismo año con un Penske/Chevrolet y a una media de 167,581mph.
El piloto holandés lo consiguió en 1990 con un Lola/Chevrolet, estableciendo el récord de velocidad media más alto de todos los tiempos con un 185,981mph. La marca duraría hasta 2013.
El brasileño repitió victoria cuatro años después, tras un duelo a tres bandas con Nigel Mansell, que acabaría 3º, quejándose de las resalidas de Fittipaldi, y Luyendyk.
El canadiense lo consiguió a la segunda, tras ser segundo en 1994, y además ganó el título de la IndyCar ese año. No volvería a intentarlo hasta 2014, cuando fue 14º con el Dallara de Schmidt Peterson.
El holandés repitió trago a la botella de leche siete años después, pero su récord de velocidad quedó muy lejos con las 145,827mph que registró en 1997 con el G Force/Aurora.
El piloto sueco lo logró en su debut con un Dallara/Aurora a 153,176mph de media. Bräck sobrevivió a uno de los mayores accidentes de la historia (214G registradas) en Texas en 2003. 18 meses después, ya en 2005, volvió a Indy 500 y logró la pole.
El colombiano fue el primer piloto sudamericano de la historia en ganar en las 500 millas de Indianápolis. Lo hizo por primera vez saliendo 2º y con una media de 167,607mph.
El brasileño Castroneves se coronó por primera vez –de las tres en su haber– en 2001 con Penske a 141,574 de media. Comenzó a instaurar su tradicional celebración de Spiderman sobre las verjas del óvalo.
De nuevo con Penske pero con motor Chevrolet, el brasileño se anotó la segunda consecutiva a una media de 166,499mph.
El brasileño continúo la racha del país carioca a una media de 156,291mph.
Desde Graham Hill en 1966, ganador de la Triple Corona, ningún británico había logrado triunfar en Indianápolis. Wheldon lo hizo y por primera vez un no estadounidense ganaba con motor Honda, a 157,60 de media.
El piloto escocés retomó la senda de Wheldon tras arrancar 3º y llegar a meta con una media de 151,774mph.
El neozelandés fue el primero de su país en triunfar en el brickyard y beberse la leche de Indiana a una media de 143,567.
El brasileño logró su triplete personal siete años después y el beso a las baldosas de ladrillos no podía faltar tras cruzar la meta a una media de 150,318.
El escocés repitió victoria tres años más tarde también después de arrancar tercero con una media de 161,623.
La racha de victorias no estadounidenses se prolongó un año más gracias al británico, que logró entrar en meta a una media de 170,265. Meses más tarde, en octubre, moriría en un accidente en la prueba de Las Vegas, siendo el quinto piloto de Indy en morir el mismo año que ganó la prueba.
El triplete del escocés llegó dos años después de su segunda victoria y prolongó aún más la racha de Honda a 167,734 de media.
El brasileño se hizo con la victoria en 2013, que sería la última de la racha de siete sin estadounidenses bebiendo la botella de leche. Kanaan además rompió la continuidad de Honda gracias a su motor Chevrolet y el récord de Luyendyk de velocidad media con 187,433mph. Imbatible por ahora.
El colombiano se hizo con su segunda victoria en 2015 con una velocidad media de 161,341.
El japonés hizo historia en 2019 en Indianápolis al ser el primer nipón en vencer en el óvalo de Indiana, a una media de 155,395 mph.
El francés se bebió la botella de leche en Indianápolis en su edición 103ª tras una intensa batalla final a cuatro bandas.
El japonés repitió victoria en la 104ª edición de las 500 millas, de nuevo con participación de Fernando Alonso, como le ocurrió en su primer triunfo en 2017. Además, el dio el primer triunfo en Indy 500 a Rahal Letterman.