Álex Palou ya había ganado tres campeonatos de IndyCar en cuatro temporadas antes de empezara la actual temporada, pero no había alcanzado su gran objetivo hasta ganar las 500 Millas de Indianápolis hasta el pasado mes de mayo, antes de ganar su cuarto título.

Y es que, a pesar de todos los galardones, el piloto español no había ganado una carrera en óvalo hasta que se alzó con la victoria en la 109ª edición del mayor espectáculo de las carreras.

A pesar de la velocidad inmediata que demostró en los circuitos urbanos y permanentes, la disciplina en la que se ha formado durante toda su vida, todavía tenía que dominar sus cinco años de formación en óvalos antes de convertirse en un piloto completo en tierras americanas.

Y para conseguir su primera victoria, ¿por qué no en las 500 Millas de Indianápolis, una de las disciplinas más atrevidas y emocionantes del automovilismo?

Palou charló recientemente con Motorsport.com sobre su vida y su carrera hasta la fecha durante una gira mediática en Nueva York en el mes de septiembre. Entre otras cosas, Palou se sinceró sobre el terror que sintió la primera vez que rodó en un óvalo a alta velocidad, que fue en el Texas Motor Speedway en febrero de 2020.

"En el óvalo, la forma de conducir, la sensación que tienes cuando conduces, es completamente diferente a lo que estaba acostumbrado", dijo. "Así que estaba asustado. Después de las primeras carreras cuando bajé del coche y empecé a caminar, iba un poco de lado a lado y estaba como, 'esto no está bien, hombre'. Esto no es algo que se supone que debe suceder. ¿Qué estamos haciendo aquí?".

Su entrenador ese día fue su entonces compañero de equipo Santino Ferrucci, que le enseñó lo mejor que pudo las curvas 1 y 2, con peraltes de 20 grados, y las curvas 3 y 4, con peraltes de 24 grados.

"Tenía miedo, mucho miedo", dice Palou. "Era muy rápido. Se supone que tengo que ir a fondo (con el acelerador), pero no podía ir a fondo en las curvas 1 y 2, mientras que las curvas 3 y 4 eran mucho más fáciles, pero estoy acostumbrado a frenar y a sentir el coche cuando freno, a sentir el coche cuando giro y cuando tienes un peralte y, con el casco puesto, apenas puedes moverte, así que no puedo girar la cabeza para mirar dónde quiero aterrizar, pero ha sido un progreso realmente genial".

En su última temporada, la mejor de su carrera, Palou ganó ocho carreras. Además de su impresionante triunfo en la 109ª edición de las 500 Millas de Indianápolis, también ganó en el óvalo de Iowa Speedway. Lo que era un temor se ha convertido en una fortaleza y ya no hay debilidades para Palou.