La IndyCar abrirá parcialmente las puertas a los aficionados en julio

El óvalo diseñado por Rusty Wallace, de 1,438 km cerca de Newton (EE UU) inicialmente iba a acoger una sola carrera, como de costumbre. Pero el 6 de abril, después de la cancelación de la doble cita de Detroit por la COVID-19, la IndyCar anunció que Iowa celebrará dos carreras, una el viernes y otra el sábado. 

El jueves por la noche, la categoría anunció que "bajo la vigilancia de los responsables de salud pública, expertos médicos y autoridades locales, estatales y federales, la IndyCar y el circuito de Iowa supervisarán la distancia social y ofrecerán medidas de higiene y seguridad para todos los fans que asistan al evento". 

El anunció también desveló que "solo un limitado número de entradas estarán disponibles para el fin de semana de carrera, con cada grupo de fans separado por al menos seis pies de distancia", de acuerdo con las guías sobre COVID-19 del estado.

Todas las entradas compradas con anterioridad serán respetadas por el circuito de Iowa. Los asientos se reasignaran para todos los propietarios de entradas para seguir con el distanciamiento social necesario.

Los propietarios de entradas recibirán pronto la notificación sobre sus asientos concretos, y las entradas se enviarán por email o por correo, empezando su distribución el 1 de julio.

Cada una de las dos carreras de la IndyCar en Iowa se celebrarán por la tarde y a un total de 402 km. 

Como parte de las medidas extra de seguridad y sanitarias para el fin de semana, todos los invitados serán analizados en sus vehículos con tomas de temperatura a distancia antes de entrar en la zona de parking y solo el personal de carreras esencial tendrá acceso al óvalo interior. 

Se distribuirá gel hirdoalcólico y mascarillas a cada asistente cuando entren al circuito, y se potenciará la limpieza y el saneamiento en todas las instalaciones durante el fin de semana.