Molina y García, cerca de completar un histórico doblete español en Daytona

Si la carrera de los prototipos en Daytona fue vibrante y estuvo sin definir hasta la bandera roja que dio por finalizada la prueba, la de los GT lo fue más aún.

Un accidente entre los dos primeros (Porsche y Ford) en un reinicio en la curva 1 fue el principio del caos en una categoría donde hasta seis coches lucharon por el triunfo. La gloria parecía destinada al Ford #67, que recibió un brutal mazazo en el último momento. Tras el accidente mencionado, lideraban la carrera e iban camino de la tercera victoria consecutiva de Ford en Daytona, pero tuvieron que parar a cargar más combustible cuando la carrera estaba en situación de banderas amarillas, cayendo al tercer puesto.

Solo una vuelta después apareció la bandera roja (que terminó siendo permanente), y recibieron además una penalización por entrar con el pitlane cerrado, por lo que acabaron cuartos con una vuelta perdida. Lo calificaron como una "patada en los dientes".

BMW heredó la victoria con el M8 número #25 de Connor de Phillippi, Colton Herta, Philipp Eng y un Augusto Farfus que sustituía a Blomqvist, ausente en Daytona por problemas con el visado. Lo hicieron gracias a un adelantamiento poco antes de la bandera roja del propio Farfus al Ferrari del Risi Competizione James Calado, que compartía equipo con Alessandro Pier Guidi, Davide Rigon y Miguel Molina. El español y sus compañeros acabaron segundos en GTLM, sin poder luchar por ganar al interrumpirse la carrera antes de cumplirse las 24 horas.

Molina fue el más activo del equipo en la primera parte de la prueba con hasta tres stints, pero aunque fueron claros aspirantes a vencer, las dos históricas banderas rojas de esta edición de Daytona les dejó con la miel en los labios.

Peor suerte corrió Antonio García. Era uno de los favoritos con el Corvette C7.R #3, pero toda la carrera se vieron obligados a ir a remolque. Primero perdieron tres vueltas cuando el coche hermano, el #4, se los llevó por delante arrebatándoles el liderato. Consiguieron remontar y volver a ponerse primeros, pero fueron a ciegas al perder la telemetría y se quedaron sin combustible, perdiendo otras cuatro vueltas.

García, que ganó esta prueba 10 años antes (en 2009), consiguió junto a Jan Magnussen y Mike Rockenfeller acabar sextos en su categoría, iniciando la temporada 2019 del IMSA (en la que defienden título) puntuando.

La fortuna esquivó a los españoles en GT, impidiendo un doblete tras el triunfo de Alonso que habría sido la guinda del pastel para nuestro país.