Las mejores historias de 2018, 20: el VW eléctrico conquista Pikes Peak

Cuando Volkswagen llevó su prototipo I.D. R, de tracción total y eléctrico, a la subida de Pikes Peak este año, su objetivo público se centró en conquistar el récord eléctrico. Pero una vez que vimos la envergadura del proyecto y la calidad de las personas involucradas, pronto nos dimos cuenta de que el verdadero objetivo de Romain Dumas era el récord absoluto.

Las normativas del evento son tal vez las más abiertas que puedes encontrar en 2018, con solo niveles de seguridad (incluida una extraña sirena de 120db para advertir de la máquina que se aproxima) y cuatro ruedas obligatorias para la categoría de automóvil. Eso permitió que Volkswagen volcase todo su conocimiento en el reto, pero implicó que tendría que vencer a los rivales con motores de combustión interna en el camino.

El trayecto que asciende a Pikes Peak (la línea de salida está en la señal de 7 millas y termina cerca de la cima) es uno de los mayores desafíos del deporte: su recorrido cuenta con 156 curvas a lo largo de una ruta de 12,42 millas (20 km). Sin embargo, la complicación adicional para un motor de combustión interna es el incremento de altitud de 1.140 metros: la pérdida resultante de la densidad de aire implica que cualquier cosa que requiera aire para funcionar, se asfixiará cuanto más suba. No es un problema para un motor eléctrico, en cambio.

Los principales problemas que tuvieron en VW y en el modo de conducir de Romain Dumas fueron los que no se pueden explicar a pesar de una planificación meticulosa: el clima de montaña hace lo que le plazca y cuando los organizadores decretan que las motos son las primeras en salir, bueno, casi sabes que alguien se caerá (como así fue). Un espectador que requería atención médica causó más demora, todo esto mientras el equipo observaba las nubes llegar, a veces ocultando la montaña por completo.

Y este evento es de un solo intento: si te paras o trompeas, si pinchas (preguntad a la leyenda del rallycross Martin Schanche) o sufres una avería, no hay segundas oportunidades. Bueno, no hasta el año siguiente, cuando puedes intentarlo de nuevo...

Recordad, el Peugeot 208 de Loeb tenía un montón de potencia: un caballo por cada kilo que pesaba (850). El VW, gracias a todas las baterías requeridas, pesaba 1.000 kg. Eso obligó a limitar los motores a 250 kW, ya que más potencia implicaba aún más peso. Producía aproximadamente 650 CV, con una entrega de potencia superconcentrada con un par casi instantáneo, a menos que las baterías se calentaran o enfriaran demasiado.

Para ayudar a ir al límite, VW reclutó al ex director técnico de F1 Willy Rampf para volverse loco con la aerodinámica, ¡y llegó con un alerón trasero de 2,4 metros! Esa densidad de aire más delgada que se mencionó anteriormente también le quita carga aerodinámica a medida que sube, pero como la resistencia al avance también se reduce, cuanto más grande, mejor.

El récord de Loeb, establecido en 2013, fue de 8:13.878, y Dumas lo rompió, registrando el primer ascenso de la historia por debajo del os ocho minutos. Sus 7:57.148 probablemente se mantendrán por muchos años (aunque dijimos eso de la marca de Loeb en ese momento), a pesar de que él mismo estimó que podría ir más rápido en condiciones perfectas.

Tuvo suerte: a medida que las nubes avanzaban, se encontró con algunas gotas de lluvia fina en el sector medio y reservó durante esas curvas, pero su visión no tuvo obstáculos. Además de frenar temprano en la última horquilla, "para no correr ningún riesgo", estaba lo suficientemente contento de haber hecho lo necesario. ¡Y acertó!

Después del exitoso intento de Dumas, tuvo que esperar para volver de la cima, a 14,110 pies. Ocupó el tiempo rociando un poco de champán para las cámaras y "disfrutando" de una "hamburguesa con queso" de la cafetería, donde todos los que ven la bandera a cuadros reciben una comida gratis. Mientras lo hacía, los cielos se abrieron, con una tormenta de granizo y nieve que interrumpió el evento para muchos de los pilotos posteriores.

Con la histórica victoria lograda, VW dice que solo volverá cuando alguien se la quite. Después de todo, ha pasado un tiempo desde que un coche eléctrico había vencido a todos sus rivales en suelo estadounidense: Riker Electric Motor Company ganó una carrera de cinco vueltas en torno al óvalo de Narragansett Trotting Park de una milla en 1896. No olvidéis también que los primeros récords de velocidad en el sector automotriz a finales del siglo XIX también fueron establecidos por coches eléctricos.

Si bien los vehículos que funcionan con motor de combustión interna han gobernado el entorno durante un siglo o más, ya hay más que evidencias que sugieren que sus días están contados.

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