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La mítica marca Lola quiere volver a la competición muy pronto

La firma británica Lola tiene un nuevo dueño y tiene un proyecto para volver a la competición en tan solo dos años, con el sueño de las 24 Horas de Le Mans.

Till Bechtolsheimer, Lola Cars

Till Bechtolsheimer, Lola Cars

Lola

El emblemático nombre de Lola, junto con el túnel de viento del Centro Técnico de la firma, ha sido adquirido por el británico afincado en Estados Unidos, Till Bechtolsheimer, con el objetivo de devolver a la marca a lo alto de la industria del automovilismo.

El inglés, que compite en la categoría de GT Daytona del IMSA SportsCar, está reviviendo a Lola una década después de que la anterior compañía entrara en concurso de acreedores en 2012.

Lola tuvo una historia ininterrumpida desde 1958 hasta esa fecha, construyendo coches para casi todas las competiciones de monoplazas, incluso llegó a ganar tres veces las 500 Millas de Indianápolis y consiguió 181 victorias en la CART/Champ Car.

Bechtolsheimer, de 40 años, dirige una empresa de inversiones en Nueva York, con la energía renovable como principal actividad, y trajo hilos de esperanza a la renacida organización tras afirmar que tendrían un vehículo sobre el asfalto en 2024.

"Con uno de los proyectos clave en los que estamos centrados ahora, el objetivo sería tener un coche en pista a partir de 2024", dijo a Motorsport.com. "Creo que 2025 podría ser un poco más realista, pero hay opciones para ver un Lola incluso antes".

El británico explicó que no aún no puede desvelar más sobre la naturaleza de las ideas en las que está trabajando la marca, aunque admitió que "las conversaciones en los paddocks de coches deportivos y de monoplazas estaban en curso".

También aseguró que, bajo su dirección, Lola seguiría el camino marcado por su fundador, Eric Broadley, por y Martin Birrane, quien rescató a la empresa en 1997 con su propio nombre y trabajando con los principales fabricantes.

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Till Bechtolsheimer, Lola Cars

Till Bechtolsheimer, Lola Cars

"Quiero que Lola vuelva a ser capaz de proporcionar soluciones de ingeniería a los clientes, ya sea uno que compra un paquete de competición que va a correr a una pista, que proporcionar un producto determinado o una pequeña pieza a un tercero", continuó. "Todo eso está en consonancia con lo que Lola siempre ha hecho y debe seguir haciendo".

Bechtolsheimer admitió que tenía un gran interés en llevar a la firma de regreso a las 24 Horas de Le Mans, en las que participó como proveedor con, por ejemplo, el T70, tanto en su versión spyder como en la coupé, además de desarrollar vehículos para fabricantes como Ford y Nissan.

El inglés dijo que tendrá oportunidades limitadas con Lola para participar en un proyecto de Le Mans Hypercar o LMDh, pero expresó su esperanza para que la organización pueda hacer ofertas por licencias para construir un prototipo LMP2 después del próximo ciclo de reglas que va desde 2025 a 2029.

"No creo que sea malo que Lola se involucre con un alcance más cercano a uno de esos proyectos de gran escala y que nos centremos en algunas áreas de menor nivel de las carreras de coches deportivos para mejorar nuestras capacidades cuando las normas de los chasis se vuelvan a cambiar dentro de cinco años", indicó.

Bechtolsheimer ha comprado Lola y los derechos de propiedad intelectual de más de 400 diseños, además del Centro Técnico Lola, que incluye el túnel de viento y una plataforma de siete postes, a la familia de Birrane, que falleció a los 82 años en 2012.

La nueva organización operará como Lola Cars Ltd, el nombre original de la empresa antes de que tuviera problemas financieros tras su efímero paso por la Fórmula 1 en 1997.

Los derechos de esa nomenclatura y la propiedad intelectual de los diseños estaban en posesión de la familia cuando la compañía entró en concurso de acreedores allá por el 2012.

Blundell hizo la pole position en 1990 en Le Mans con un Nissan hecho por Lola

Blundell hizo la pole position en 1990 en Le Mans con un Nissan hecho por Lola

Amanda Birrane, una de las hijas de Martin, dijo: "Mi familia está muy contenta después de ver que la marca Lola está en manos de un empresario y un piloto que escribirá el siguiente capítulo en de este icono del automovilismo británico de larga tradición".

"Mi padre estaría encantado de ver a Lola de vuelta a la competición, especialmente a Le Mans", añadió.

Michael Wilson es una de las nuevas caras de Lola Cars, y se incorpora para dirigir la firma desde Advance Engine Research (AER). Anteriormente formó parte del equipo de Mercedes en el DTM, y trabajó en sus instalaciones de motores para la Fórmula 1 en el Reino Unido.

Bechtolsheimer explicó que una de sus primeras acciones será mejorar el túnel de viento del centro tecnológico, el cual ha seguido en funcionamiento desde 2012.

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