El futuro de la Fórmula E en Montreal fulminado por unas elecciones

La señora Plante y la mayoría de los ciudadanos de Montreal no tienen nada personal contra el Campeonato de Fórmula E, pero sí decidió romper el contrato con la FE y cancelar las carreras de 2018 y 2019 por una razón, para ella, importante.

Si argumento fue la completa falta de transparencia de la anterior administración de la ciudad y el caos que la organización de la carrera causó a los ciudadanos en 2017.

En otras palabras, ella dijo ‘sí’ a una carrera de Fórmula E, pero no a toda costa.

La idea de organizar una carrera de Fórmula E en las calles de Montreal provino del ex alcalde Denis Coderre. Para él su ciudad es de las más innovadoras del mundo en la utilización de vehículos de emisiones cero y formas de transporte limpias.

El señor Coderre asistió a la carrera de Fórmula E de Miami en marzo de 2015 y logró agregar a la ciudad en el calendario durante la tercera temporada.

A continuación su administración creo una organización sin fines de lucro llamada ‘Montreal, c’est électrique’ para organiar la carrera. Y luego vino el apagón total. No hay noticias, nada. Nosotros, como periodistas, no pudimos obtener ninguna información sobre el evento.

Durante meses los residente que vivían cerca del área del futuro circuito urbano tuvieron que soportar constante ruido de construcción las 24 horas del día los siete días de la semana, además de brutales atascos de tráfico.

Eso generó mucha frustración por parte de la población local. Durante meses las pocas noticias sobre el ePrix fueron negativas y realmente los ataques fueron virulentos.

Los ciudadanos de Montreal y Quebec son normalmente apasionados de las carreras. Sin embargo, la fecha de la carrera de la FE no fue la mejor. Programa a finales de julio, en plenas vacaciones de verano, una semana después del Gran Premiio de F1 y una antes del Gran Premio de Trois-Rivières.

Otro problema fue la ausencia de carreras de apoyo y la ausencia de un piloto local. La presencia de Patrick Carpentier o Jacques Villeneuve para animar habría ayudado a atraer más espectadores.

Las gradas presentaban muchos asientos vacíos, luego se supo que se habían regalado miles de entradas para compensar los números. En lugar de ser un evento entretenido la carrera acabó siendo un factor irritante para la población.

Durante la campaña electoral a la alcaldía, Plante, que se postulaba contra Coderre, repitió que no quería organizar otra carrera en las calles de Montreal, y que el proyecto debía ser pagado por inversores privados, ya que la carrera había sido pagada con el dinero de los contribuyentes.

Tras ser elegida nueva alcaldesa se enfrenta a un gran déficit de presupuesto y empezó a recortar, y si la carrera debía seguir tenía que hacerlo en otra ubicación.

El circuito Gilles Villeneuve estaba fuera de la ecuación, ya que la contrucción del nuevo edificio comenzará en julio de 2018. Reubicar la carrera en otro lugar de la ciudad era factible, pero “habría costado entre 30 y 35 millones de dólares”, aseguró.

La tercera solución fue omitir 2018 y restablecer la carrera en 2019, pero “eso no resuelve el problema económico y la falta de inversores y patrocinadores”, agregó.

La realidad es que Plante tuvo una oportunidad de oro para disociar por completo su administración del gabinete anterior de Coderre.

Este último es un político de derechas, mientras que Plante es más de izquierdas y tiene la intención de mantener los costes de funcionamiento de la ciudad bajo un control estricto. Para ella organizar la FE costando más que el GP de F1 cuando van menos espectadores y es una conmoción para la ciudad, no tiene sentido.

Tal vez algún día el circo de la Fórmula E regrese a Montreal, pero sin duda será en una nueva ubicación y bajo un nuevo contrato.

15