DS Penske aprovecha la doble cita de la Fórmula E en Berlín

El equipo DS Penske de Fórmula E tuvo un buen rendimiento este fin de semana, aunque se sintió un poco decepcionado con sus resultados en la carrera del sábado, consiguió darle la vuelta a la situación al día siguiente con Jean-Eric Vergne terminando en el podio en tercera posición, mientras su compañero Stoffel Vandoorne también logró puntuar en octavo lugar en la segunda carrera.

Tras perderse la última fase de clasificación por cinco milésimas de segundo, y posteriormente caer luchando desde la decimonovena hasta la séptima plaza el sábado, Vergne tenía ganas de revancha el domingo.

"La primera carrera fue realmente complicada", dijo el piloto francés. "Todo el mundo quiere conservar su energía manteniéndose en el pelotón, me golpearon varias veces e incluso hice un trompo. Al final estoy contento de haber terminado séptimo, porque también se demostró el potencial del coche."

Normalmente, cuando la puesta a punto y el rendimiento funcionan el primer día, la clasificación no varía mucho al día siguiente. Además, lo que hacía aún más difícil el reto del equipo franco-americano era que los fabricantes líderes desde el principio de la temporada -Porsche y Jaguar- y sus equipos satélites también estaban en cabeza en la primera doble cita europea de la temporada.

Pero el domingo por la mañana, la lluvia hizo acto de presencia en la sesión de clasificación, sembrando una enorme incertidumbre. Con los neumáticos rayados, que son los mismos para seco que para mojado, la pista se limpia a medida que pasan las vueltas y los equipos juegan con las presiones para intentar mejorar el agarre en cada momento. En una tensa primera fase de la clasificación, Vergne marcó el mejor tiempo de su grupo y se clasificó cuarto en la parrilla. Al igual que su compañero el día anterior, Vandoorne se quedó fuera de los ocho últimos por una décima de segundo y salió noveno.

Stoffel Vandoorne, DS Penske

Resistiendo la presión

La estrategia energética es el centro de la carrera. Los pilotos de cabeza activaron lo más rápidamente posible su modo de ataque para mantenerse en el juego. La clave está en planificar la segunda mitad de la carrera, cuando todos pueden atacar sin preocuparse por las reservas de energía. En el ecuador de la prueba, comenzó una batalla de alta intensidad entre los dos Porsches, el DS Penske de Vergne y el Envision de Nick Cassidy que se desplegaron en cabeza además de los dos Jaguar y el Andretti de Jake Dennis que también estaban listos para atacar.

Las diferencias eran muy estrechas, y los coches estuvieron a punto de tocarse en varias ocasiones, con numerosos ataques, aunque las posiciones fueron firmemente defendidas.

A cinco vueltas del final, los tres primeros estaban a menos de un segundo, pero las posiciones estaban fijas: Cassidy ganó por delante afianzarse en la lucha por el título de pilotos.

"Acabamos de tener dos carreras complicadas, en las que los líderes tienen miedo de gastar demasiada energía y esto crea pelotones muy apretados, lo que es bastante especial", dijo el bicampeón de Fórmula E tras la carrera del domingo.

En la clasificación de constructores, DS Penske sigue cuarto, pero cerca de los tres primeros, Porsche, Envision y Jaguar.

Dentro de dos semanas, la Fórmula E se desplazará a Mónaco, en una pista bien conocida por todos los equipos y pilotos, para disputar una única carrera. El año pasado, Vandoorne, entonces en Mercedes, ganó la carrera, mientras que Vergne terminó tercero.