Ayrton Senna, genio sobre mojado: todas sus victorias con lluvia

Una vez adelantó al Ferrari de Gerhard Berger, Senna despareció de la vista de sus rivales en un día en el que el líder del mundial, su compañero de equipo Alain Prost, se retiró quejándose de un McLaren impredecible en esas condiciones.

Senna ganó desde la pole en el antiguo Hockenheim, liderando de principio a fin, mientras Prost luchó por el segundo lugar contra Gerhard Berger. Era su segunda victoria con lluvia consecutiva de aquel año.

La lluvia fue un aliado de Senna camino a su primer título del mundo y lo impulsó en su remontada tras haberse quedado relegado en la salida en Suzuka.

Desde la pole, Senna lideró de principio a fin y solo se le escapó la vuelta rápida en carrera, conseguida por Alain Prost. Después de ganar explicó que pilotó controlándose mucho, sin empujar más de lo necesario.

Aunque la foto muestra a Senna por delante, quien acabó en realidad al frente fue Gerhard Berger. Sin embargo, una penalización de un minuto por adelantarse en la salida le dio una controlada victoria a Senna.

Finalmente, la primera victoria de Senna en casa llegaría con lluvia hacia el final, la cual le permitiría soportar una caja de cambios bloqueada en sexta marcha. Su mejor momento en Interlagos.

Aunque perdió la primera plaza con Riccardo Patrese en la salida en mojado y aprovechó un problema eléctrico en el Williams del italiano para adelantarle, Senna también soportó sus propios dramas. No la lluvia, sino una alerta de presión de aceite que lo forzó a llevar un ritmo más controlado. Solo él y Berger completaron todas las vueltas ese día.

Senna llegó al cierre de temporada en Australia ya con su tercer título en el bolsillo, a la que sería la carrera más corta en la historia de la Fórmula 1. En la vuelta 16 se detendría definitivamente con bandera roja debido a las condiciones, mientras Nigel Mansell presionaba al brasileño.

Ganador en casa dos años después, de nuevo con la lluvia de por medio, cuando claramente no tenía un coche a la altura de los Williams. La intervención del Safety Car y una parada una vuelta antes que Hill para montar slicks, le darían el impulso para adelantar al Williams y luego alejarse rumbo a la victoria.

La que ha sido para muchos la mejor primera vuelta en la Fórmula 1, un momento histórico para la máxima categoría, acompañada de las decisiones correctas de Senna para juzgar los cambios de neumáticos y ganar por casi una vuelta sobre Damon Hill.

Senna le arrebató el liderato a Prost en la salida, cedió la primera plaza cuando paró en boxes, pero cuando empezó a llover recortó toda la diferencia con el francés, aún rodando con slicks. Al montar ambos neumáticos de lluvia, Senna tomó el control de la carrera, no sin el disgusto que le causaría el debutante irlandés Eddie Irvine al adelantarle para desdoblarse en las condiciones cambiantes.

Otra que pudo ser de Senna en condiciones, según él, "inaceptables", después de ganarle el duelo a Prost en la primera frenada. Chocó como líder contra el Brabham de Martin Brundle en la larga recta trasera debido a la pobre visibilidad.

Cerca de asegurar su tercer título, Senna corrió con el mundial como principal objetivo. La carrera fue declarada sobre pista mojada y todos empezaron con neumáticos de lluvia, condiciones en las que Senna se mantuvo en las posiciones de podio. Más adelante perdería terreno y haría un trompo que lo relegaría a terminar quinto antes de viajar a Suzuka para allí concretar su última corona.

Esta vez Senna haría un par de trompos en la pista mojada. Se recuperó del primero pero no del segundo, con neumáticos de lluvia ya gastados, a tres giros del final, cuando intentaba dar alcance a Schumacher, que acabaría segundo.

Esta vez Senna no llegó a ver la lluvia, pues cayó después del incidente de la primera vuelta con Schumacher en la horquilla de Adelaide, en la temporada más complicada que sufrió con McLaren, doblegado por el dominio de Williams.

Senna y McLaren apostaron a que la lluvia sería corta y poco intensa cuando llegó, en la primera mitad del Gran Premio de Bélgica. Sin embargo su estrategia no funcionaría y acabaría cayendo al puesto 14º después de tener que parar en boxes para cambiar neumáticos y acabar remontando hasta el quinto lugar. Fue el día en el que alguien brilló más que él en la lluvia, pues Michael Schumacher conseguía su primera victoria, juzgando perfectamente el cambio de neumáticos final.

Un posible 'hattrick' de victorias en lluvia parecía posible para Senna tras sus triunfos en Interlagos y Donington. Sin embargo en San Marino, ni con la ayuda de una pista mojada, estaría a la altura de los Williams, antes de retirarse con un problema hidráulico.