Verstappen: "He visto la muerte en la pista"
Max Verstappen es conocido por su estilo arriesgado y sin concesiones, pero el piloto de Red Bull conoce por experiencia propia los peligros del automovilismo.
Max Verstappen, Red Bull Racing
Charles Coates / Motorsport Images
El piloto holandés de Red Bull, Max Verstappen, sabe que siempre hay peligro al pilotar un coche de competición.
"Personalmente, yo he visto morir a alguien sobre la pista", reveló el piloto de 20 años. "Cuando competía en kart, vi a alguien tener un grave accidente. Era 2009. Estaba siendo reanimado y sabía que estaba my mal. Pocas horas después, recibimos la confirmación".
Max Verstappen tenía entonces 11 años. "Algo así nunca es agradable, pero hay que superarlo", explica, y narra cómo reaccionó. "No se puede tener miedo en este deporte, porque si tienes miedo, no puedes rendir al máximo. Debes superarlo".
El holandés admite que la muerte en el automovilismo es una especie de tema tabú: "En las carreras, nadie habla de la muerte", relata el holandés.
Pero momentos así han acompañado a Verstappen durante varios momentos de su carrera. El más recordado, el que ocurrió en el GP de Japón 2014, en Suzuka, cuando se estrenó en Fórmula 1 liderando los libres con Toro Rosso.
"Ese debut fue una experiencia agridulce", dice Verstappen sobre sus primeras vueltas en la máxima categoría, refiriéndose a Jules Bianchi, fallecido meses después por un accidente en ese gran premio.
"No lo conocía, él ya era piloto de Fórmula 1 cuando yo empezaba", recuerda Max de su relación con el ex piloto de Marussia, que se chocó contra una grúa que retiraba de la pista el coche de Adrian Sutil, sobre la pista mojada.
"Fue trágico", describe Verstappen. "Inmediatamente supe que algo iba mal, no se movía después de un impacto terrible contra una grúa. Es cruel, pero ese riesgo siempre está presente".
Verstappen admite que no conoce muchos de los casos históricos de muertes en F1: "Sé algunas cosas, pero mi conocimiento no se remonta tan atrás", dice Verstappen. "Conozco los nombres, pero realmente no me interesan tanto los coches muy antiguos".
Además, la idea de subirse a un coche como el propio Jim Clark no le inspira mucho entusiasmo: "Esos coches son demasiado viejos y lentos para mí. Aunque siempre es un desafío ir al límite, no me va la vida en ello. Tipos como Sebastian Vettel adoran los coches y motos viejos, pero yo soy más moderno".
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