Verstappen logró lo que nadie conseguía desde Alonso en Australia 2014

El hecho de que Max Verstappen lograra el mejor tiempo de la jornada del viernes del Gran Premio de Bahrein 2021 ha generado comentarios de más en el paddock, confirmado la fortaleza exhibida por Red Bull durante la pretemporada.

El propio Lewis Hamilton, piloto de Mercedes, destacó que el W12 de la marca alemana aún no está donde quieren, y cerró el viernes con una tercera posición que no le dejó contento.

"Creo que pensábamos que Red Bull sería rápido y así ha sido. Sabemos que son los líderes este momento, pero también McLaren está muy bien. Es genial verlos dar ese paso, pero será interesante ver cómo van en tandas largas”, dijo el inglés al concluir la actividad en Sakhir.

Pero el no ver a un Mercedes en lo más alto de la tabla del viernes de la primera carrera de la temporada resulta algo anecdótico, porque no sucedía desde la temporada 2014 de la Fórmula 1 que marcó el inicio de la era turbo híbrida y, con ello, los años de dominio del equipo germano que hoy suma siete campeonatos de constructores.

Aquella temporada comenzó con el Gran Premio de Australia en Melbourne del 14 al 16 de marzo, una carrera que ganó el alemán Nico Rosberg, pero que tuvo en su compañero del equipo alemán, Lewis Hamilton, al autor de la pole position.

Ese fin de semana fue la última ocasión en la que un coche que no fuera de las flechas plateadas comandó una sesión de libres de la primera cita de la temporada. Ese honor le perteneció al español Fernando Alonso, el más veloz en la apertura en Albert Park en su quinto año con Ferrari.

Para 2015 Rosberg y Hamilton presentaron sus armas desde las primeras sesiones de libres, y el alemán fue el más veloz en las dos del viernes, aunque eso no le sirvió para frenar a su compañero, que se llevó la apertura del curso en lo que fue el último triunfo del inglés en un arranque de campeonato.

Rosberg le pagó con la misma moneda al ahora siete veces campeón del mundo en 2016. El inglés fue el rey de la jornada de entrenamientos, pero cedió lo más alto del podio ante el teutón en lo que marcó el inicio de una racha de cuatro victorias consecutivas para el hijo de Keke Rosberg y, posteriormente, su único mundial en la cima del automovilismo.

Esa misma mala fortuna le persiguió al inglés en los años posteriores. En 2017, 2018 parecía tener todo en control, pero en ambos casos perdió ante Sebastian Vettel, que ya era piloto de Ferrari.

Para 2019 y 2020, Hamilton también puso su nombre en lo más alto de las hojas de tiempos del viernes, pero en ambos casos vio como la gloria quedaba en manos de su compañero finlandés Valtteri Bottas, aunque con la excepción de que el año pasado lo consiguió en Austria y no en Melbourne.

Curiosamente, la última ocasión en que un Red Bull dominó el primer viernes del año fue un momento especial para la escudería austriaca, porque sucedió en 2013 cuando Sebastian Vettel impuso su ley en Albert Park hasta llevarse la pole position, pero luego perdió la carrera ante el Lotus de Kimi Raikkonen.

Aunque la victoria se escapó para el alemán en ese inicio, al final se hizo con su último campeonato del mundo de pilotos, que también fue la última copa de constructores para Red Bull.