Verstappen, en abril, veía el mundial de F1 2022 ya casi perdido

Tras una confusión con el sistema de puntos, la F1 proclamó a Verstappen campeón del mundo 2022 en Japón, cuando aún quedan cuatro grandes premios por disputarse y un máximo de 112 puntos por repartirse.

Ante tal superioridad, y de hecho Verstappen ya tuvo un 'match point' en el GP de Singapur de finales de septiembre, sorprende echar la vista atrás y recordar cómo empezó el curso el neerlandés. Y es que después de las tres primeras carreras ya admitía que no podía pensar en el título por la distancia a la que estaban sus rivales y por la poca fiabilidad mostrada por Red Bull en el inicio de año.

A Verstappen se le escapó un segundo puesto en el GP de Bahrein que abría el mundial cuando, a falta de cuatro vueltas, su coche falló. Luego ganó la segunda cita, en Arabia Saudí, pero de nuevo un mazazo en Australia, en el tercer gran premio, le hizo caer en el pesimismo más absoluto.

En la vuelta 39 de 59, su Red Bull le dejó tirado, y ante los medios no pudo ocultar su decepción.

Cuando se le preguntó por sus opciones de revalidar la corona que había logrado en 2021, sentenció: "Ya estamos a millas de distancia, así que no quiero ni pensar en la lucha por el campeonato en este momento, creo que es más importante terminar carreras".

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Después de esa carrera, Verstappen era sexto en el mundial de pilotos, con 25 puntos, 46 por detrás de un Charles Leclerc que no se bajaba de la segunda plaza pero también con George Russell, Carlos Sainz, Sergio Pérez y Lewis Hamilton por delante.

Sin embargo, pronto cambiaría la historia, y si en la siguiente carrera (GP de Emilia Romagna) ya se ponía segundo con una doble victoria (al sprint y normal), tres citas después, tras haber ganado también en Miami y en España, ya era líder del campeonato.

Desde ese segundo fin de semana de mayo, Max Verstappen ya no soltaría jamás la primera plaza del mundial, y la diferencia iría poco a poco haciéndose más grande hasta dejarle, en septiembre, al borde de sellarlo matemáticamente.

Aquellas declaraciones de Verstappen son la muestra de que en las primeras carreras del calendario no se deciden los campeonatos y de que, pese a la fiabilidad que azotaba al RB18 de Red Bull, los de las bebidas energéticas habían fabricado un coche capaz de todo también con el nuevo reglamento.

Y por supuesto, son otra poderosa prueba de que la hemeroteca a veces puede jugar malas pasadas... y de que algunas declaraciones envejecen mal.