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Opinión

¿Son realmente mejores que nunca los pilotos de F1? Nuestros redactores opinan

La parrilla de F1 de 2025 brilla sin duda por su talento, pero ¿es justo decir que ninguna otra se le acerca?

Lewis Hamilton, Ferrari, Max Verstappen, Red Bull Racing

Foto de: Kym Illman

"No recuerdo que hubiera un grupo de pilotos tan competitivo en ninguna otra temporada".

El director del equipo McLaren, Andrea Stella, sostiene con firmeza que la cosecha de pilotos de Fórmula 1 de 2025 es la más competitiva de todos los tiempos; sus pilotos Lando Norris y Oscar Piastri son los principales protagonistas en la lucha por el título de este año, en una parrilla que incluye a los campeones del mundo Lewis Hamilton, Max Verstappen y Fernando Alonso, entre un total de 10 ganadores de grandes premios y 15 pilotos que han subido al podio.

¿Tiene Stella razón o hay un argumento mejor? Nuestros redactores dan su opinión.

También puedes leer:

Los pilotos solo mejoran y mejoran – Ben Vinel

Es famoso lo imposible que es comparar pilotos de Fórmula 1 de distintas eras, pero también es bastante evidente que no dejan de mejorar.

Ese es el caso en la mayoría –si no en todas– las disciplinas, en parte gracias a los avances en la ciencia del deporte. En atletismo, los récords no dejan de batirse. Los partidos de fútbol de alto nivel de hace 30 años resultan ridículos en comparación con los de hoy, tanto en técnica como en atletismo.

De la misma manera, los pilotos actuales de F1 son simplemente más habilidosos que sus predecesores. Los coches modernos son más rápidos y más complicados de manejar que nunca; la preparación física es infinitamente más exigente que antes, con Michael Schumacher marcando nuevas referencias en su época: se acabaron los fumadores habituales como Keke Rosberg o James Hunt.

Jochen Rindt smokes a cigarette in the pits

Foto de: Rainer W. Schlegelmilch / Motorsport Images

Con el tiempo, el presupuesto importó cada vez menos a la hora de formar una parrilla de F1, con los requisitos de puntos de la superlicencia posteriores a 2015 eliminando la posibilidad de que los pilotos llegaran al campeonato del mundo únicamente por su respaldo financiero.

Y hay simplemente más talento en las categorías inferiores, lo que significa que nadie que llega a la F1 parece fuera de lugar. Los resultados tan ajustados de hoy en día son prueba de ello.

Recordemos que en los años 90 –no hace tanto, o eso sentimos algunos– no era raro que Riccardo Patrese quedara a uno o incluso dos segundos de su compañero en Williams, Nigel Mansell, mientras que pilotos como Heinz-Harald Frentzen y Eddie Irvine sufrían del mismo modo frente a Jacques Villeneuve y Michael Schumacher.

Los tres ganaron múltiples grandes premios; Frentzen e Irvine incluso pelearon por el título en 1999.

Hoy en día, la diferencia entre compañeros de equipo en clasificación casi nunca supera las seis décimas (bueno, excepto en Red Bull). Así de buenos son todos.

Ahora bien, eso no significa que un Franco Colapinto le sacara una vuelta a Juan Manuel Fangio en su época. Es imposible afirmarlo. Pero sigo defendiendo que un Fangio de especificación años 50 estaría totalmente fuera de su profundidad en la Fórmula 1 de 2025.

Esta generación tiene potencial, pero 2012 sigue por delante – Haydn Cobb

No fewer than six world champions featured on the 2012 grid, plus 2016 victor Nico Rosberg

Foto de: Emily Davenport / Motorsport Images

En la parrilla de 2012 había nada menos que seis campeones del mundo, además del vencedor de 2016, Nico Rosberg.

Comparar eras deportivas es una tarea imposible, pero eso no nos impide hacerlo ni nos resta horas de debate. Aunque los comentarios de Andrea Stella no estaban pensados para comparar directamente la actual generación de pilotos de F1 con otras, sí nos han llevado a preguntarnos cómo se situaría la parrilla de 2025 frente a la de otros años.

Es totalmente justo decir que la parrilla actual de F1 es la más preparada para los retos de las carreras gracias al sistema de promoción desde los monoplazas júnior, y la mayoría acumula títulos y victorias que avalan su talento al llegar.

Y la parrilla de este año también tiene a tres campeones del mundo: Alonso, Hamilton y Verstappen, con muchos otros que tienen condiciones para ser campeones: Norris, Piastri, Russell, Leclerc, Antonelli y probablemente uno o dos más.

Eso encaja fácilmente con la estimación de Stella: “La nueva generación de pilotos es tan buena, y ahora tienes siete u ocho que están a nivel de campeón del mundo. Como digo, no estoy seguro de que esto haya pasado antes”.

Bueno, 2012 tuvo un récord de seis campeones del mundo: Michael Schumacher, Kimi Räikkönen, Jenson Button y Sebastian Vettel, que se unieron a Alonso y Hamilton en aquella parrilla estelar. Súmale al futuro campeón del mundo Nico Rosberg, más múltiples ganadores como Mark Webber, Felipe Massa, Sergio Pérez, Daniel Ricciardo, Heikki Kovalainen –incluso Pastor Maldonado– y tienes una parrilla repleta de talento y éxito.

Así que 2012 puede imponerse, pero el potencial de 2025 está ahí: la mitad de la parrilla ya ha ganado un gran premio y un buen puñado parece destinado a unirse a la lista tarde o temprano. ¿Podrán los próximos años batir el récord de 2012? El potencial existe.

Nada es comparable a Senna vs Prost – Ed Hardy

1986 world championship contenders Ayrton Senna, Alain Prost, Nigel Mansell and Nelson PIquet

Foto de: Sutton Images

Se puede debatir qué quiso decir exactamente Andrea Stella cuando usó el término “competitividad”. ¿Quiso decir que los pilotos actuales son mejores que sus predecesores, o el jefe de McLaren se refería más a lo ajustado que está el nivel en la parrilla de 2025?

Es un matiz importante, porque una temporada puede ser de las más competitivas de la historia y aun así quedarse corta en calidad. Se podría argumentar que así ha sido la lucha por el título de este año: por muy igualados que estén Lando Norris y Oscar Piastri, ninguno puede considerarse el mejor piloto.

Ese honor recae en Max Verstappen, que probablemente ya habría ganado el campeonato si su Red Bull hubiera sido tan bueno como el McLaren desde el inicio. Así que la F1 puede presumir de una gran generación, pero sigue habiendo un piloto que está varios niveles por encima.

Una generación, sin embargo, que combinó tanta calidad como competitividad fue la de finales de los años 80. Ya de por sí presume de la rivalidad más legendaria: Ayrton Senna contra Alain Prost, pero no eran los únicos astros.

También estaban el triple campeón Nelson Piquet y Nigel Mansell, que en otra vida no habría esperado hasta 1992 para coronarse. Luego están Gerhard Berger, Thierry Boutsen, Michele Alboreto, Riccardo Patrese, Johnny Herbert y Jean Alesi, todos ganadores de grandes premios.

Así que la calidad era enorme en toda la parrilla, pero especialmente en cabeza, con cuatro pilotos –Senna, Prost, Piquet y Mansell– que ya eran auténticas leyendas de la F1 mientras seguían en su mejor momento. ¿Podemos decir lo mismo ahora?

Quizás haya tres pilotos actuales destinados a ser leyendas –Verstappen, Lewis Hamilton y Fernando Alonso– pero solo uno está en su prime. Me cuesta encontrar un cuarto que tenga la misma certeza. Claro que algunos tienen potencial, pero no podemos saberlo como sí ocurría a finales de los 80, una era que muchos consideran la más icónica y popular de la historia de la F1…

Gracias, Andrea, pero me quedo con 1965 – Stuart Codling

Pictured winning at Charade, Jim Clark overwhelmingly dominated the 1965 F1 season

Foto de: David Phipps

Jim Clark, en la imagen ganando en Charade, dominó abrumadoramente la temporada 1965 de F1.

Es absurdo comparar eras, pero divertido al fin y al cabo, así que hagámoslo. Somos afortunados de tener en 2025 una parrilla con varios campeones del mundo, además de otros que claramente tienen nivel para ganar un título.

Incluso aquellos que quizá no sean material de campeón suelen ser rápidos y competentes.

Me gusta la propuesta de Haydn sobre 2012, pero voy a retroceder aún más, hasta 1965. Entonces, como ahora, había un piloto claramente por encima del resto (porque, seamos sinceros: si Max Verstappen tuviera de forma constante el coche más rápido en 2025, habría paseado el campeonato).

En 1965, el inigualable Jim Clark ganó el título con tres carreras de margen, a pesar de ausentarse del GP de Mónaco para disputar las 500 Millas de Indianápolis –que ganó–.

Frente a él había un auténtico elenco de campeones, pasados y futuros, además de varios talentos cuyo potencial mereció mejores resultados en una época donde el ritmo y la fiabilidad de los coches solían ser mucho más dispares.

Graham Hill, Jack Brabham y John Surtees ya eran campeones –y Surtees, por supuesto, era un multiganador en dos ruedas–. El futuro triple campeón Jackie Stewart fue el debutante del año, tercero en el campeonato; Denny Hulme hizo su debut en un programa parcial. Jochen Rindt disputó su primera temporada completa de F1, aunque en un Cooper que ya empezaba a perder competitividad.

En el resto de la parrilla estaban ganadores pasados y futuros como el valiente y polifacético Dan Gurney, Bruce McLaren, Pedro Rodríguez, Lorenzo Bandini, Jo Siffert, Innes Ireland y Richie Ginther.

Además, participando parcialmente, estaba un piloto que muchos consideran el mejor que nunca ganó un gran premio: el perpetuamente gafado Chris Amon, de quien Mario Andretti dijo que si se dedicara al negocio funerario, la gente dejaría de morirse.

Sí, hace 60 años la parrilla estaba repleta de calidad… solo que un piloto destacaba incluso entre los mejores.

No es la mejor parrilla de la historia… pero sí la más preparada - Pol Hermoso

Quizá con 25 años suene un poco osado decirle a Andrea Stella que esta no es la mejor parrilla de la historia. Al fin y al cabo, yo no vi correr en directo a Senna, Prost, Mansell o Piquet. Mi infancia no huele a gasolina de los ’80 ni a los V10 que marcaron a generaciones enteras.

Pero aun así, algo tengo claro: esta parrilla de 2025 no es la mejor… aunque probablemente sí sea la más preparada que jamás hayamos visto.

Y lo es no por talento puro —que también— sino por la tecnología. Hoy los pilotos llegan a un circuito con la mitad del fin de semana ya "vivida" en el simulador. La correlación es tan alta que los errores escasean, incluso en una temporada repleta de rookies. ¿Cuántos accidentes tontos hemos visto este año? Pocos. ¿Cuántos pilotos fuera de lugar? Ni uno. Todo está medido al milímetro.

Eso sí, cuando se habla de "mejor parrilla", la conversación cambia. Es cierto que hoy convivimos con tres pilotos que podrían estar en cualquier top 5 histórico: Verstappen, Hamilton y Alonso. Eso ya eleva el nivel de manera descomunal.

Pero más allá de ellos, seguimos teniendo demasiadas incógnitas. Bortoletto, Antonelli, Hadjar, Bearman… todos prometen, ninguno ha demostrado. Y entre los ya consolidados —Leclerc, Russell, Norris— seguimos esperando ese salto definitivo hacia la grandeza.

Comparad eso con 2010 o 2012, parrillas repletas de campeones consagrados, ganadores múltiples y pilotos de enorme recorrido. Entonces la calidad estaba contrastada; ahora, en muchos casos, solo intuida.

Por eso, sí: esta parrilla es brillante, pulida al extremo, tecnológicamente impecable.

¿La mejor de la historia? Para mí, aún no. ¿La más preparada? Sin duda.

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