Sainz estrenará un nuevo depósito en su SF-23 en el GP de EE.UU.
Mientras los SF-23 eran enviados directamente a EE.UU. desde Qatar, los ingenieros de Ferrari analizaron lo sucedido y Sainz estrenará un nuevo depósito.
Ferrari ha decidido sustituir el depósito de combustible del SF-23 de Carlos Sainz. El piloto español no pudo ni tan siquiera tomar la salida en el Gran Premio de Qatar 2023 debido a una pequeña fuga de gasolina, que se encontró cuando los mecánicos procedían a repostar antes de que el madrileño saliese a la pista del Circuito de Losail.
En el GP de Estados Unidos en Austin, Sainz volverá a contar con un coche rojo perfecto y completo al 100%: el coche no ha vuelto a la fábrica de Maranello desde el GP de Italia y fue enviado directamente desde Losail a Texas, donde será reparado con todas las piezas nuevas.
Al equipo de Maranello le pilló por sorpresa el domingo por la tarde cuando al echar gasolina en el depósito encontraron una fuga de combustible en la parte superior del coche, ya que en los dos días anteriores no se había encontrado nada anormal. Obviamente, los mecánicos del Cavallino intentaron arreglar el SF-23 comprobando las bridas y conexiones de los conductos, pero finalmente no pudieron hacer nada al respecto.
En el poco tiempo disponible, se había vuelto a bombear la gasolina, se había limpiado cuidadosamente la fuga para evitar que se desencadenara cualquier problema de seguridad, con la esperanza de encontrar la avería, pero cuando se volvió a llenar el depósito, cuando el depósito estaba casi lleno, el problema se repitió, por lo que los ingenieros decidieron no sacar a pista a Sainz, sabiendo que no había tiempo para llevar a cabo la reparación.
Obviamente, el chasis del SF-23 estaba intacto, así que no tuvo nada que ver con los ya famosos bordillos piramidales de Qatar, pero hubo un problema en la bolsa de goma flexible, que debe cumplir o superar la especificación de la norma FIA FT5-1999.
La fuga se produjo en la parte superior del depósito, por lo que la sustitución de la batería no tuvo nada que ver, y también se descartó el error humano. El análisis de los materiales sigue definiendo el origen del fallo y en las evaluaciones tampoco se ha descartado un pequeño defecto de fabricación o daños en la bolsa.
Con el nuevo sistema, Ferrari pasa página y mira hacia Austin, un circuito que, al menos sobre el papel, debería penalizar menos que el de Losail, ya que el SF-23 sufrió mucho. Los ingenieros del Cavallino en Qatar habían puesto la seguridad por delante de todo y decidieron dar por perdida la carrera de Sainz, pero ahora hay ganas de disputarle a Mercedes la segunda posición en la clasificación de constructores, aunque la distancia haya vuelto a subir hasta los 28 puntos.
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