Sainz destaca el ritmo del Williams en Bakú pero admite problemas con el blando

Carlos Sainz completó un primer día sólido en el Gran Premio de Azerbaiyán, con el Williams mostrando potencial para pelear en la zona media de la parrilla. En los entrenamientos libres 1 y 2, el piloto español terminó 8º y 11º, respectivamente, en un trazado que debería favorecer al monoplaza británico gracias a sus largas rectas y curvas de alta velocidad.

Sin embargo, los resultados del viernes reflejan que los problemas que arrastra Williams durante la temporada siguen presentes, sobre todo a la hora de explotar al máximo el neumático blando. "Hemos sido muy rápidos en los stints largos, muy rápidos con el neumático medio en la primera tanda, pero en cuanto pusimos el blando al final no logramos mejorar ningún tiempo", explicó Sainz. "Claramente hay una limitación y es algo en lo que tendremos que seguir trabajando para mañana".

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El equipo ha probado diferentes configuraciones para adaptarse a las particularidades de Bakú, pero según el español, todavía no han conseguido el equilibrio ideal para la clasificación. "Hemos cambiado bastante el coche para esta carrera, pero no nos está dando, de momento, el equilibrio adecuado para la Q3, así que tendremos que encontrar algo porque el ritmo de carrera es realmente bueno", señaló.

Los neumáticos serán clave en Bakú

Otro factor que podría condicionar la estrategia es la elección entre neumático medio y blando, especialmente con la C6, el compuesto más blando que Pirelli ha traído a Azerbaiyán. "Va a ser muy complicado. Creo que ambos neumáticos están extremadamente cerca, y todo depende de quién logre adaptar mejor el coche a uno u otro. Pero los dos están muy, muy parejos, así que no es nada preocupante. Seguro que habrá muchas estrategias diferentes en la clasificación, lo que le dará un punto extra de emoción", afirmó Sainz.

A pesar de estas dificultades, la combinación de velocidad en recta y buena manejabilidad en curvas rápidas sitúa a Williams como candidato para luchar por entrar en la Q3, especialmente cuando rivales como Aston Martin o incluso Sauber parecen no sentirse tan cómodos en este circuito. El viernes en Bakú ha dejado un mensaje claro: el ritmo de carrera está ahí, pero la clave para brillar en la clasificación estará en cómo el equipo gestione los neumáticos y encuentre el equilibrio perfecto del monoplaza.