Kubica explica su "bizarra" salida a pista en Hungría

Desde que se conoció la noticia, todo el mundo estaba esperando el momento. Robert Kubica, que tuvo que abandonar la Fórmula 1 en 2011 tras un terrible accidente en rally, volví a a subirse en un monoplaza actual de la máxima categoría. El polaco ya había realizado test con coches de 2012, pero esta vez Kubica se ponía al volante de la actual generación de F1, más rápidos, agresivos y con alerones y neumáticos más grandes.

Alrededor del box de Renault se amontonaron un grupo de fotógrafos, miembros de Renault y de otros equipos que no querían perderse el momento que muchos habían estado esperando desde mucho tiempo atrás.

Kubica salía a dar una primera vuelta de instalación con parrillas de pruebas aerodinámicas en el RS17, y ...

Tras el susto, Kubica frenó, pero luego continuó la marcha y se incorporó definitivamente a pista.

El polaco reconoció que un error suyo había provocado el episodio al tocar la pared lateral del box que sujetaba el mal fijado cartel. Así lo explicó: "Mi debut tuvo sentimientos encontrados. El comienzo del día no fue tan fácil, fue probablemente uno de los mayores "'joder!" que puede haber en F1".

"Para ser sincero, estaba tan concentrado en la gente que había delante de mi garaje, que olvidé que los coches ahora son más largos y más anchos".

Kubica, pese a ello, celebra que luego no hubiera más errores: "Ese fue el único error que hice y eso es positivo. Sería mejor no tener ninguno, pero creo que ha sido un día muy productivo, especialmente para mí, pero también para el equipo", declaró.

En redes sociales surgieron las bromas sobre lo ocurrido, diciendo que era una representación de lo que está haciendo Kubica, tirar la puerta abajo para ocupar un asiento como titular en Renault (aunque, admitían, habría sido más gracioso con el cartel de Palmer).

Durante las ocho horas de test en Hungría, dio 142 vueltas y se hizo con el cuarto mejor tiempo del día, una marca de 1:18.572.