Ricciardo esperaba tener "uno o tres títulos" a estas alturas
El piloto australiano de Fórmula 1 hace un balance autocrítico y explica por qué lo pasó mal al principio de su andadura en la categoría.
Foto de: Mark Sutton / Motorsport Images
"Todavía no he logrado mis objetivos", admite Daniel Ricciardo antes de su décima temporada en la Fórmula 1. Y no es de extrañar, especialmente porque tenía planes ambiciosos: "Después de mi año 2014 [en Red Bull], esperaba tener un título de campeón para 2020, o tres". Pero las cosas salieron de manera diferente.
Después de tres victorias en su primera temporada en Red Bull (2014) y el tercer puesto en el mundial, Ricciardo pasaría un año 2015 en blanco antes de ser tercero en 2016 y ganar tres carreras más hasta 2018. Con Renault, en 2019 ni ganó, ni logró ningún podio.
Esas y otras revelaciones las hizo Ricciardo en la web oficial F1.com.
La sonrisa no es falsa
Ricciardo es considerado uno de los pilotos más populares en el paddock de la Fórmula 1 y, probablemente, el más divertido junto a Lando Norris.
El australiano cree que su personalidad queda "bastante bien" y aclara: "Esto no es falso. No trato de ser el payaso de la clase. Sí, esto es trabajo y son carreras, pero también puedes divertirte. Y yo lo disfruto".
Eso era algo que difícilmente habría imaginado cuando debutó en F1 con HRT, en 2011, y se sintió abrumado por la dimensión del 'Gran Circo'.
¿Héroes o rivales?
El entonces piloto de 22 años admite: "Cuando entré en la Fórmula 1, no veía a mis competidores como rivales. ¡Para mí, eran héroes! Primero tuve que cambiar mi actitud, creer en mí mismo, en que yo merecía estar ahí. Eso lleva tiempo".
"En los primeros seis meses sentía que se aprovecharían de que era el simpático joven de la puerta de al lado", reflexionó Ricciardo. "Me di cuenta de que tenía que hacer algo para que no me vieran siempre así".
De hecho, su percepción cambió en los años siguientes, precisamente porque intentó escapar de su imagen anterior. "En 2014 pude jugar con ello y sorprender en la pista. Fue muy positivo para mí", dice.
Más que solo un trabajo
A lo que Ricciardo alude es a sus geniales intentos de adelantamiento y a su velocidad a una vuelta, que le hicieron ganarse el respeto de la parrilla. Además, superar a su compañero Vettel en 2014 también reforzó su reputación.
También reconoció que la seriedad de los medios de comunicación no le iba bien en sus primeros días: "La Fórmula 1 era muy estricta en ese momento, era un negocio. Aquí vienes a trabajar y haces tu trabajo. Ya está".
Ricciardo dio otro aire al paddock, con bromas divertidas en las ruedas de prensa o su ya tradicional shoey en el podio, donde bebe de su propio calzado.
Hablando del shoey, Ricciardo también fue un poco autocrítico: "Pensé que en realidad era un idiota por hacer eso. Pero por otro lado, estaba orgulloso de haberle dado algo nuevo a la F1, aunque no lo había pensado mucho, salió automáticamente".
Mira los 'shoey' de Miller, Rossi, Ricciardo, Rosberg, Verstappen, Webber, Stroll, Gerard Butler y Patrick Stewart
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