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Quién durmió mejor anoche tras la F1 en Austin: Stefano Domenicali

En el fin de semana del GP de Estados Unidos se anunciaron nuevos acuerdos para la F1, lo que significa que el futuro del campeonato es aún más brillante.

El CEO de la F1 Stefano Domenicali en el paddock

Fue hace veinte años cuando la Fórmula 1 consiguió ponerse en ridículo ante el público estadounidense, mostrando su peor cara de ser demasiado política, demasiado complicada y demasiado descuidada con su propia imagen, dejando sólo seis coches en la parrilla de Indianápolis, en 2005.

La F1 de Bernie Ecclestone tenía su encanto: constantes batallas entre los equipos y los jefes de la categoría, sobre todo por dinero, con Pactos de la Concordia firmados en el último momento, e interminables conversaciones sobre campeonatos independientes. Divide et impera, 'divide y vencerás', en su máxima expresión.

Al igual que Liberty Media ahora, Ecclestone intentó conquistar Estados Unidos también, pero la F1 estaba a menudo demasiado ocupada haciendo sus cosas como para preocuparse de ganarse a la audiencia americana. Todavía no es misión cumplida, ni mucho menos. La Fórmula 1 sigue siendo "minúscula" en Estados Unidos en comparación con los deportes que dominan los fines de semana en televisión. Pero no se puede acusar al Gran Circo actual de no intentarlo.

Su actual jefe, Stefano Domenicali, estuvo ocupado el pasado fin de semana anunciando nuevos acuerdos. Apenas unas horas antes de la carrera del domingo llegó la noticia de que el Circuito de las Américas de Austin -el trazado que devolvió la F1 a EE.UU. en 2012 después de que el Mundial hiciera las maletas y abandonara Indianápolis en 2007- permanecerá en el calendario al menos hasta 2034, manteniendo el número de grandes premios en el país en tres a medio y largo plazo.

Max Verstappen, Red Bull Racing

Max Verstappen, Red Bull Racing

Photo by: Sam Bagnall / Sutton Images via Getty Images

Pero la noticia más importante llegó antes, el viernes por la mañana: la asociación con Apple como nuevo socio televisivo, valorada en unos 140 millones de dólares. Sin embargo, no es el dinero lo que más importa a Domenicali. Los días en que la Fórmula 1 se limitaba a vender imágenes de televisión y convertirlas en dinero en efectivo han pasado a la historia. Lo que importa es la marca que hay detrás, Apple, que puede ayudar a la F1 a crecer en Estados Unidos y más allá.

Esto sigue, por supuesto, a la película 'F1' producida por Apple, así como al éxito de 'Drive to Survive', que demostró a la F1 todo el potencial sin explotar que tenía en Norteamérica. La carrera en sí, hay que reconocerlo, no fue un gran thriller. El duelo entre Lando Norris y Charles Leclerc fue suficiente para mantener el espectáculo, pero hacer que cada carrera sea espectacular es una batalla que la Fórmula 1 probablemente nunca ganará, y quizá ni siquiera debería intentarlo demasiado. Sin embargo, este fin de semana puede resultar crucial para el campeonato de este año.

En general, la F1 ha hecho un buen papel en Austin, algo de lo que Domenicali y Liberty Media pueden estar satisfechos. La lucha por el título parece viva de nuevo, y ahora también existe la posibilidad de un gran final, algo que recuerda a 2010.

Hace unas semanas, después de Zandvoort, todo parecía acabado, no sólo para Norris, que sufrió un duro golpe con su retirada, sino también para Domenicali y todos los que siguen el Mundial. Oscar Piastri era líder con 34 puntos de ventaja y parecía dispuesto a exprimir metódicamente la intriga de la temporada a su manera habitual: tranquilo, sin emoción, casi sin esfuerzo. Ese título parecía hecho.

Lando Norris, McLaren, Max Verstappen, Red Bull Racing

Lando Norris, McLaren, Max Verstappen, Red Bull Racing

Photo by: Sam Bloxham / LAT Images via Getty Images

Es difícil vender algo así, en Estados Unidos o en cualquier otro lugar. Max Verstappen estaba tan atrás que cuando Andrea Stella advirtió en Bakú que todavía consideraba al tetracampeón una amenaza, la mayoría de la sala de prensa pensó que estaba bromeando. Pero nadie se ríe ahora en McLaren, eso seguro.

El neerlandés ha irrumpido de nuevo en lo que parecía una batalla interna de McLaren, una batalla que ya había perdido su chispa. Hay muchas personas que merecen crédito por el resurgimiento de Red Bull, sobre todo el nuevo jefe de equipo, Laurent Mekies, y el jefe técnico, Pierre Wache, junto con todos en Milton Keynes.

La F1 está en deuda con ellos por inyectar nueva emoción en la batalla por el título, y por hacerlo en el momento y el lugar adecuados. Y, nos guste o no, fue la querida carrera sprint de los sábados de Domenicali la que añadió un toque extra, con el doble abandono de McLaren, que puso patas arriba la dinámica del campeonato.

Puede que no haya sido el tipo de espectáculo que enganche a los aficionados estadounidenses ocasionales, que acaban de ver la que ha resultado ser la película de más éxito de Brad Pitt, pero si algunos de ellos se quedan para ver cómo se desarrolla la lucha por el título, Domenicali podrá dormir tranquilo.

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