Qué no se ha dicho del contrato de Russell con Mercedes F1 y por qué es importante

"Estoy muy contento de continuar", dijo George Russell en su primera aparición desde que Mercedes hizo pública la renovación de su contrato. "Porque la verdad es que, si todos los asientos estuvieran disponibles para el año que viene, y pudiera elegir cualquier equipo para correr, creo que Mercedes sigue siendo mi mejor oportunidad de ganar el campeonato el año que viene".

Perfecto en el mensaje. Y sin embargo, había algo en el tono, el contenido y la entrega que no parecía extemporáneo, como si el piloto británico hubiera estado ensayando ante el espejo de antemano, y con demasiado cuidado.
 
La naturaleza aborrece el vacío, por lo que la falta de especificidad de Mercedes sobre la duración de las renovaciones que han firmado tanto con Russell como con Andrea Kimi Antonelli ha tenido las consecuencias inevitables.
 
Se ha sugerido que el equipo quería que el asunto de la situación contractual de sus pilotos dejara de ser parte del ruido de fondo que se arrastra carrera tras carrera. Si es así, lo han hecho de una forma que invita a más y no a menos preguntas, diciendo que ambos "continuarán como la alineación de pilotos de la escudería en 2026".
 
Ahí está, colgando como el fruto del árbol del conocimiento. La tentadora presencia de algo que está fuera de nuestro alcance; en este caso, incluso la imprecisa caracterización de un acuerdo como "multianual", que suele significar un acuerdo "uno más uno", es decir, de un año con opción a otro.

George Russell, Mercedes

Foto: Sam Bloxham / LAT Images vía Getty Images

Se entiende que, mientras Antonelli seguirá con un contrato anual renovable -prudente, dado que el suyo todavía es un trabajo en progreso-, Russell tiene uno de '1+1'. Así que al comunicar las renovaciones, los de Brackley se enfrentaron a la definición por diccionario de un dilema: una elección entre dos alternativas desagradables. Si eran más específicos sobre los términos individuales, llamarían la atención sobre ellos y provocarían más conversaciones; si mantenían las cosas vagas, sin ser del todo claras, la ausencia de especificidad provocaría en sí misma especulación.
 
Ambos pilotos de Mercedes se encuentran en situaciones ligeramente inusuales, en el sentido de que el jefe del equipo, Toto Wolff, participa en su gestión, lo que limita su margen de negociación. Esto no convierte necesariamente a la escudería en el equivalente del Hotel California (Pierre Gasly se desvinculó con éxito de Red Bull), pero sí dificulta su marcha o el uso de la amenaza de ésta para conseguir mejores condiciones.
 
Ese fue el subtexto cuando Russell dijo: "Para mí, se trata más de ganar que de dinero o días de patrocinio [por contrato], o cualquier otra cosa. Quiero ganar, y esto es por lo que estoy luchando". Obviamente, esto no ha impedido que algunos medios de comunicación pongan una cifra al nuevo salario del inglés, especulando con cifras grandiosas sacadas de la nada.
 
"Estoy muy contento, para ser sincero, porque dada la situación y las circunstancias conmigo y con el equipo, Toto podría haber sido sustancialmente más estricto si hubiera querido", comentó. "Pero creo que realmente reconoce que hay que recompensar a los que están cumpliendo, a los que se esfuerzan y ofrecen esos resultados en la pista. Y, como he dicho, por eso estoy aquí con una sonrisa en la cara, porque estoy muy contento con la oferta, y como he dicho, podría haber sido mucho más estricto si hubiera querido".

George Russell, ganador de la carrera, Mercedes-AMG F1 Team

Foto: Zak Mauger / Motorsport Images

Russell tiene ahora 27 años. Aunque le falta mucho para cobrar su pensión, el año que viene cumplirá 28. Cuando pasó de Williams a Mercedes, sin duda previendo que le llegarían oportunidades de ganar el campeonato del mundo, tenía 23. Desde su punto de vista, no querrá encontrarse en la misma situación que Charles Leclerc, a punto de cumplir 30 años y sin ningún título de pilotos en su haber.
 
El monegasco, indudablemente, ha dado los mejores años de su carrera a un equipo, Ferrari, que no le ha proporcionado un equipo a la altura de su talento. Se podría argumentar que el George Russell que se estrelló contra el muro en Singapur hace dos años no estaba al nivel de Leclerc, pero este no es el caso ahora.
 
Así que hay un predicamento al que se enfrentan los pilotos que están en el papel de Russell en este momento: mientras que su alto nivel de rendimiento es un hecho, no hay garantías sobre el éxito de las soluciones elegidas por cada equipo de cara al nuevo reglamento técnico que llegará en 2026. La combinación de nuevos chasis y características aerodinámicas, nuevas unidades de potencia con un ratio de despliegue eléctrico enormemente diferente, y nuevos neumáticos (aunque las ofertas de Pirelli serán iteraciones de lo que ya tenemos), no tiene precedentes en la Fórmula 1 moderna.
 
Se han accionado muchas palancas a la vez y el resultado es aún más incierto. Este es el contexto en el que debemos interpretar algunos de los mensajes meticulosamente ensayados de Russell. Cuando habla de su propio rendimiento, lo hace con la expectativa de que Mercedes necesita mejorar y producir un coche ganador en 2026.
 
"Siempre se reduce todo al rendimiento", explicó. "Creo que para cualquier piloto, o al menos para mí, lo que me permite dormir bien por la noche es saber que mis actuaciones son fuertes, y eso es lo que te mantendrá en el deporte como cualquier piloto".
 
"Así que creo que, como he dicho, nuestra intención y mi objetivo es continuar con Mercedes indefinidamente, y estamos aquí para centrarnos en ganar en 2026". La definición del diccionario de Oxford de "indefinidamente" es "por un periodo de tiempo ilimitado o no especificado". Por ahora es indeterminado. El año que viene sabremos si es limitado.