Los grandes escollos que afrontará la FIA para ampliar la parrilla de F1

Atrás quedaron los días en los que los equipos luchaban por sobrevivir en la Fórmula 1. No hace mucho, llegar a 10 escuderías era todo un logro (en 2014 solo nueve llegaron hasta el final), así que ¿por qué no abrir las mano y permitir la entrada de más coches, más pilotos y más acción?

Es algo que el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, ha apoyado públicamente por primera vez. En un tuit enviado desde su cuenta oficial el lunes por la noche, Ben Sulayem dijo que había pedido a su equipo de la FIA "estudiar la posibilidad de lanzar un proceso de consultas de interés para posibles nuevos equipos que quieran entrar en el Campeonato del Mundo de F1 de la FIA".

Aunque formalmente aún no se ha puesto en marcha nada, supone un primer paso hacia la posible ampliación de la parrilla. Se entiende que la medida se ha tomado para sondear el posible interés de nuevos equipos y dar a la FIA una idea del interés real para unirse al campeonato.

Sin embargo, añadir un undécimo equipo a la parrilla va a ser mucho más fácil de decir que de hacer, dados los numerosos obstáculos que aún acechan, independientemente de las ganas que tengan los posibles candidatos o el organismo rector.

Cómo funciona el proceso de licitación para los nuevos equipos de la F1

La Fórmula 1 no es un campeonato al que puedo unirse cualquier equipo. Hay un proceso formal que debe seguirse para que un candidato demuestre ser digno de un puesto en la parrilla.

Ben Sulayem ha mostrado su intención de poner en marcha este proceso, que comienza con convocatorias de manifestaciones de interés como parte de la licitación formal para los posibles equipos.

La última vez que se puso en marcha este proceso fue en mayo de 2015, cuando la parrilla contaba con 10 equipos. El objetivo era encontrar una nueva estructura que pudiera reforzar la parrilla en las temporadas 2016 o 2017.

Aunque finalmente no hubo ningún candidato adecuado, la FIA llevó a cabo el proceso, y determinó las cuatro áreas clave a baremar:

1. La capacidad técnica y los recursos del equipo
2. La capacidad del equipo para recaudar y mantener una financiación suficiente que le permita alcanzar un nivel competitivo
3. La experiencia y los recursos humanos del equipo
4. La evaluación por parte de la FIA del valor que el candidato puede aportar al campeonato en su conjunto.

El segundo punto era especialmente importante en aquel momento. Seis meses antes, Caterham se había derrumbado y Manor había sobrevivido por los pelos, pero al término del curso acabó por cerrar sus puertas. 

Una vez que la FIA recibe las solicitudes y completa su 'estudio de viabilidad' a través de inspecciones y entrevistas, se toma la decisión de conceder o denegar la entrada.

El último equipo que superó con éxito el proceso de licitación fue Haas, cuya inscripción fue aprobada en la primavera de 2014. En un principio, el equipo iba a competir en 2015, pero se retrasó a 2016 para tener tiempo de poner en marcha sus operaciones. Sin duda, ha sido un éxito, lo que da crédito a los criterios y al proceso de la FIA.

Las ambiciones de Andretti para unirse a la F1

La noticia de que la FIA está estudiando la ampliación de la parrilla seguramente haya sido muy bien recibida al otro lado del Atlántico. Michael Andretti es el más interesado en ampliar la dinastía familiar y crear un nuevo equipo de Fórmula 1.

Andretti lleva casi un año hablando de sus planes de crear una escudería, y esta misma semana anunció su alianza con Cadillac para crear una estructura de grandes premios. 

Pero el gran problema de todo esto es que no había un proceso formal que seguir. Por mucho que Andretti quisiera decir a la FIA y a los demás equipos que podía unirse a la parrilla de la F1, no había ningún mecanismo para hacerlo realidad sin una convocatoria concreta de manifestaciones de interés. Incluso si todo el mundo estaba de acuerdo en hacerlo realidad y la propuesta tenía todas las características necesarias, la puerta seguía estando cerrada.

Parece que eso va a cambiar. El plan de Ben Sulayem, si progresa, entreabrirá la puerta y dará luz verde a los interesados. Y podemos estar más que seguros de que Andretti estará al frente de esa cola.

Teniendo en cuenta los criterios anteriores, no cabe duda de la capacidad técnica y los recursos de Andretti, dadas sus proezas en IndyCar o Supercars, así como su experiencia y recursos humanos. La cuestión de la financiación también es algo que Andretti ha dado por hecho, y aprovecharía el actual auge de la Fórmula 1 en EE.UU. para asegurarse acuerdos de patrocinio.

Pero el último punto de la lista es el que va a dar problemas, sobre todo cuando se trata de conseguir que la F1 y los 10 equipos existentes se unan, algo imprescindible e independiente de lo mucho que a la FIA esté interesada.

La peaje de 200 millones de dólares para entrar en la F1

La posibilidad de que un nuevo equipo estadounidense se una a la Fórmula 1 ha entusiasmado a los aficionados. Andretti aseguró en Miami que el proyecto estaba respaldado por "millones de seguidores", pero admitió que "no es la gente adecuada en este momento".

Se refería a los demás equipos. Hasta ahora, solamente McLaren y Alpine han manifestado públicamente su apoyo al plan de Andretti para la F1. El director ejecutivo de McLaren, Zak Brown, es cercano a Andretti, ya que corrieron juntos la participación de Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis de 2017, mientras que su equipo United Autosports trabaja con Andretti tanto en Extreme E como en Supercars. El propietario de Alpine, Renault, también vería su entrada con buenos ojos, ya que todo apunta a que serían sus proveedores de motor.

Pero los otros ocho equipos se han mostrado tibios en el mejor de los casos ante la oferta de Andretti, en gran parte por lo que significaría para ellos desde el punto de vista financiero.

En la actualidad, la F1 distribuye los ingresos a los equipos a través de premios en metálico basados en la posición en el campeonato y pagos fijos que se dividen en 10 partes. En el último Acuerdo de la Concordia, firmado en 2020, se modificó para garantizar que todos los equipos obtuvieran una porción más equitativa del pastel.

La preocupación de los equipos es que al añadir un undécimo equipo, la cantidad a percibir se reduzca en un 10%, lo que significa que hay que demostrar que la incorporación del nuevo participante a la parrilla puede ser beneficiosa y puede compensar esa pérdida adquisitiva.

En palabras de Toto Wolff: "Si entra un equipo, ¿cómo puede demostrar que aporta más dinero del que realmente cuesta?".

La F1 trató de combatir esta situación introduciendo una cláusula que obliga a cualquier nuevo participante a desembolsar 200 millones de dólares para unirse a la parrilla. Esta cantidad se dividiría entre los equipos existentes en un intento de compensar sus pérdidas. Sin embargo, menos de dos años después del acuerdo, ya se ha pedido que se eleve el listón.

"Ese fondo se estableció hace unos años, cuando el valor de la Fórmula 1 era diferente", dijo en junio el jefe de Haas, Gunther Steiner. "Creo que una de las cosas a estudiar es si lo reajustamos al valor de mercado actual, que es mucho mayor. Pero creo que es un proceso muy difícil de hacer".

Poner de acuerdo a los 10 equipos va a ser el mayor reto al que se enfrente la FIA si quiere conseguir que lleguen nuevos equipos a la parrilla. Aunque sea el organismo rector, este proceso sería en gran medida conjunto con el titular de los derechos comerciales (F1) y los equipos existentes. Todas las partes tendrían que estar de acuerdo con el compromiso para que se hiciera realidad.

¿Necesita la F1 un undécimo equipo?

La F1 ha sido clara en su postura de que estaría abierta a añadir un nuevo equipo, pero solo si demostrara el valor añadido que supondría para el campeonato.

En agosto, el director ejecutivo de la F1, Stefano Domenicali, dijo que "no era un problema de cantidad" y que no veía "una debilidad en el número de equipos en la F1", considerando que la fuerza actual de la parrilla debería disipar cualquier temor a compensar la pérdida de un equipo existente (un temor nacido de la desaparición de Caterham, Manor y HRT).

"Necesitamos una entidad, un equipo o un fabricante que sea realmente sólido, fuerte y con un compromiso total para un futuro increíble a largo plazo", dijo Domenicali, pocos días antes de que Audi anunciara que entraría en la F1 a partir de 2026 como fabricante de motores (sin duda, un gran avance para el campeonato).

La convocatoria de manifestaciones de interés podría ver aparecer a otras partes, quizá las que Domenicali dejó entrever como menos sonadas cuando habló en agosto. Sabemos que Porsche está estudiando sus próximos pasos después de que su proyecto de asociación con Red Bull fracasara; conseguir un gran nombre como ese en la parrilla añadiría claramente el valor que la F1 quiere de cualquier nuevo equipo.

A pesar de lo emocionante que puede ser para los aficionados la perspectiva de un nuevo equipo y más pilotos en la parrilla en el futuro, hay un largo, largo camino por recorrer antes de que se pueda establecer nada. Ben Sulayem ha dado el primer paso adelante en ese sentido.

Si los planes progresan, podría convertirse en uno de los grandes culebrones de la F1 en 2023.

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