¿Por qué falla el coche de Ferrari en Zandvoort?
Ferrari no brilla en el GP de Países Bajos de F1. ¿A qué se debe ese bajo rendimiento? A la estabilidad en las curvas rápidas y la combinación con frenadas.
En la víspera del GP de Países Bajos, los dos pilotos de Ferrari no habían ocultado que la ronda de Zandvoort podría ser difícil para el SF-24. De hecho, el primer día de vuelta de las vacaciones de verano resultó ser un duro despertar, siendo Charles Leclerc sólo noveno al final de las simulaciones de vuelta rápida y lejos incluso en las tandas largas, aunque a veces encontró algo de tráfico. Mucho más complejo fue el día para Carlos Sainz, que se vio obligado a parar después de unas pocas vueltas en la FP2 debido a un fallo técnico en la transmisión.
Dificultades que, sin embargo, eran en cierto modo esperadas, no sólo porque la tendencia ya vista en las últimas carreras era la de un Ferrari con más dificultades que McLaren y Red Bull, sino también porque la pista holandesa no es la más adecuada para exprimir las cualidades del SF-24.
Un déjà-vu, entre otras cosas porque hace 12 meses Zandvoort fue el evento del "renacimiento" del Cavallino: aunque el fin de semana resultó decepcionante en términos de rendimiento, en parte por razones similares a las que están poniendo en crisis al monoplaza de este año, aquel fin de semana los ingenieros realizaron algunas pruebas que más tarde resultaron útiles en la fase de desarrollo.
La naturaleza de las larguísimas curvas de alta carga, con tramos de velocidad media-alta en los que se necesita apoyo y estabilidad, especialmente cuando se requiere gran precisión al tener que frenar al girar, ha reiterado las limitaciones del diseño de los de Maranello, a la espera de las actualizaciones que deberían llegar en las próximas semanas.
Charles Leclerc, Ferrari SF-24
Foto de: Simon Galloway / Motorsport Images
Las palabras de Leclerc explican bien una situación compleja para un fin de semana para el que incluso el director del equipo, Vasseur, admitió que sería a la defensiva y tratando de minimizar pérdidas.
Mirando los datos del viernes, hay dos zonas críticas que realmente ponen en crisis a los Ferrari, y que encuentran su máxima expresión en el segundo sector. En la curva 7 se puede ver que Leclerc es uno de los pocos pilotos que se pasa de frenada, lo que le lleva a una velocidad más lenta en las curvas. La sensación es que el monegasco tiende a sacrificar la entrada para tener un coche más manejable y fácil de controlar en medio de la curva, y luego contener el hueco en la salida con su estilo "clásico" de parcialización del acelerador, menos pronunciado que el de sus rivales.
Comparación telemétrica entre Russell y Leclerc: se aprecia la diferencia de rendimiento en las zonas rápidas
Un discurso que se repite en la curva 8 y, en consecuencia, también para la puesta a punto de la curva 9, una de las más complejas de todo el trazado. Como hemos visto antes, Leclerc es incapaz de llevar tanta velocidad a la entrada para evitar sufrir en exceso en medio de la curva. Ahí es donde se nota la falta de carga aerodinámica del SF-24, que, en cualquier caso, ya había demostrado ser peor en curvas rápidas y muy largas que McLaren y Red Bull en el pasado.
A eso hay que añadir la dificultad en la fase combinada, es decir, aquellos tramos en los que hay que abordar la frenada con el volante ya engranado en la fase de giro para trazar la curva. El ejemplo más flagrante es la frenada de la curva 9, donde el Red Bull no puede ser tan incisivo en la frenada, teniendo que anticipar la deceleración para no quedarse demasiado 'colgado' en medio de la curva con el riesgo de acabar con subviraje.
Para un piloto como Leclerc, que a menudo ha hecho de la eficacia en frenada uno de sus puntos fuertes, dicha limitación del coche tiene un doble significado: por un lado no poder explotar una de sus mejores características, pero por otro también tener que jugar con el acelerador para intentar disimular debilidades. En Zandvoort, sin embargo, esos dos elementos se combinan de forma aún más visible, poniendo de manifiesto los puntos débiles del proyecto de Maranello. El objetivo para la noche del viernes era trabajar en la puesta a punto para intentar contener las diferencias de los entrenamientos libres 3 del sábado, sin perder de vista la meteorología, que podría dar sorpresas.
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