Plan de aislamiento para comenzar la temporada de F1 en Austria

El Gran Premio de Francia se mantiene como la primera ronda de la temporada 2020 de F1 para el 28 de junio, pero es poco probable que el evento en Paul Ricard se pueda celebrar en esa fecha.

Así, las últimas conversaciones se han centrado en un plan para que Austria celebre una o incluso dos carreras a puerta cerrada en el Red Bull Ring para dar comienzo a la temporada.

Las conversaciones con las autoridades locales sobre el evento están siendo lideradas por el asesor de Red Bull, Helmut Marko, quien desvela que se están considerando medidas especiales.

Entre ellas se valora la posibilidad de que no haya espectadores, invitados ni medios de comunicación, reducir los miembros de los equipos al mínimo posible –alrededor de 45 trabajadores– y garantizar que el personal de la F1 presente esté "relativamente aislado" de la población que vive cerca del circuito.

El uso de mascarillas también podría ser obligatorio y se puede requerir que el personal que viaje presente un certificado de salud que confirme que no están infectados por el COVID-19.

"La comunidad de Fórmula 1 teme ser infectada y quiere aislarse lo máximo posible", dijo Marko a Motorsport.com. "Al mismo tiempo, eso es bueno porque la población también teme ser infectada. Todos tienen miedo y, por lo tanto, todos serán extremadamente cuidadosos".

Todo el personal de la F1 podría alojarse en hoteles cerca del Red Bull Ring y permanecerían allí 15 días si se decide realizar carreras el 5 y 12 de julio.

Aunque Marko cree que la cobertura de televisión puede llevarse a cabo con un número mínimo de personal de acuerdo a las autoridades locales, cree que también se deberían celebrar las carreras de apoyo.

"La Fórmula 2, la Fórmula 3 y la Porsche Supercup deberían formar parte", señaló. "Es un mensaje para el deporte".

"No sé si la televisión se perderá historias del gran premio porque habrá restricciones con lo que se graba, pero tal vez podamos retransmitir carreras de apoyo en su lugar".

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Marko confía en que el plan pueda obtener apoyo del gobierno, ya que cumplirá con los requisitos de salud y seguridad.

"Intentaremos reducir lo máximo posible los miembros de los equipos y proveedores. Esto aumenta las posibilidades de que se pueda recibir la aprobación".

"Pero todo esto solo puede hacerse dentro de las normas de seguridad [austríacas]. Todavía seguirán vigentes en ese momento

"Estamos trabajando duro para garantizar que todo vaya de la mano. Las posibilidades son buenas".