"El paddock de la F1 no es una granja, pero todo el mundo es libre"

Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 y su perro Roscoe

Foto: Sutton Motorsport Images

El pasado jueves, acabó el primer turno de la rueda de prensa de la FIA en el Circuit de Barcelona-Catalunya y a mi lado pasaron, abandonando la sala, Sainz, Vettel y Alonso. Era el momento de los tres pilotos que harían la segunda parte, y en lugar de seguir con la mirada a los dos multicampeones y a Carlos, mis ojos se fueron a algo que pasaba cerca de mis piernas y no era precisamente un piloto.

Liderando el trío de protagonistas que atenderían a la prensa (Ericsson, Verstappen y Hamilton) aparecía Roscoe, el perro de Lewis. La presentación fue clara: "Tenemos a Marcus Ericsson, de Sauber; a Max Verstappen, de Red Bull; a Lewis Hamilton, de Mercedes... y a Roscoe".

El perro se colocó bajo la mesa a los pies de su dueño, y luego pasearía a sus anchas también en el corralito de las televisiones, y por el paddock (como podéis ver en las fotos de debajo). Y más tarde estuvo en el pitlane mientras el piloto de Mercedes firmaba autógrafos y se hacía fotos con los fans.

El inofensivo animal, frecuente acompañante del tricampeón en los grandes premios, provocó sonrisas y muchos quisieron sacarle también una foto a él. Sin embargo, en la sala de prensa y el paddock no todo el mundo tenía claro si Lewis Hamilton actuaba bien.

Cuando se le preguntó a su principal rival en el campeonato si, por la batalla psicológica que siempre abre el inglés con otros pilotos, él llevaría consigo un gato, Vettel dijo: "No, ¡no me gustan los gatos!".

El alemán dio su opinión, aunque también se mostró respetuoso con lo que Hamilton hace: "No creo que sea una granja de animales aunque se le llame paddock [que significa potrero]. No, no es lo mío".

"No me importa, todo el mundo es libre de hacer lo que quiera. Si quieren traer un perro o un loro no me importa. Yo solo traigo mi mochila, eso es todo", dijo Sebastian.

El primer pensamiento que se vino a la mente al ver entrar a Roscoe en rueda de prensa fue que Hamilton es tan diferente que "hay que quererle". Lo segundo es que estos años ha demostrado que su manera de ver la vida no está reñida con ganar en pista, si bien en alguna ocasión si ha parecido descentrarse más de la cuenta.

Ya sin Rosberg en el equipo y con un Bottas que de momento no le hace sombra (aunque ha logrado una pole y una victoria), se le ve motivado y feliz de tener por un fin rival en otra escudería y no como vecino de box. Se deshace en elogios precisamente con Vettel y asegura que la lucha con el de Ferrari es ya su favorita de todas las que ha tenido.

Lo importante, más allá de qué o quién sea su acompañante, es que Hamilton mantiene la concentración, y prueba de ello fueron su pole y su victoria en Barcelona ante la presencia de su mascota. Si Ferrari mantiene el pulso será una batalla apasionante. Hay mundial.

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