El semáforo del GP de Australia 2018 de F1

Verde

Ferrari salió de la pretemporada con la sensación general de que no solo no se habían acercado a Mercedes durante el invierno, sino que podría haber perdido su estatus de principal perseguidor de los alemanes.

Sacar excesivas conclusiones de la carrera de Australia (con el circuito de un solo 'carril' de Albert Park) es atrevido y, como avisa el presidente Marchionne, no hay que celebrarlo demasiado. Equipos como Red Bull no pudieron mostrar en carrera el verdadero ritmo que tiene su coche y el propio Ferrari sabe que la victoria se debió básicamente a estar en el lugar indicado en el momento justo.

Pero esa suerte se busca y se trabaja. Los del Cavallino metieron a dos pilotos entre los tres primeros el sábado y eso les permitió jugar un 2 vs 1 que, al alternar estrategias, dejó a Mercedes defendiéndose con solo una baza.

Solo es una carrera y Vettel, su mejor piloto, no está aún cómodo con el SF71H. Pero Ferrari sale reforzado de un inicio de año inmejorable... pese a la manera en la que sucedió. Probablemente, tampoco les dé este año para robar el trono a Mercedes, pero ahí están, donde las apuestas no les daban.

Amarillo

El sabor agridulce del GP de Australia fue para el equipo Haas. El rendimiento en pista ha mostrado que son los 'mejores del resto' y que, en determinadas situaciones, pueden colarse entre los tres equipos top. Más allá de sus similitudes con el Ferrari de 2017, que estén ahí en su tercer año es digno de alabar.

Pero fuertes inicios de campeonato antes de venirse abajo por falta de desarrollo son frecuentes en este tipo de escuderías y de hecho a Haas ya le pasó en 2016. 

Por lo tanto, y mientras el resto de equipos van poniéndose al día, Haas tendrá que maximizar sus oportunidades y la de Melbourne era una muy buena. Que tengan el mismo fallo en dos pitstop con dos pilotos diferentes en tan poco tiempo es un suceso, cuanto menos, muy extraño.

Perdieron muchos puntos (y algunos euros) y a final de año pueden acordarse. Pero en Bahrein volverán a ser el rival a batir para los equipos de media zona de la parrilla.

Rojo

Si de verdad Red Bull y Ferrari se acercan a Mercedes, el equipo de las flechas plateadas necesitará que Bottas eche una mano a Hamilton para evitar situaciones como la de Melbourne. El finlandés sufrió un accidente en la clasificación y la sustitución de la caja de cambios que requirió le hizo salir muy atrás y tener que remontar.

Ferrari jugó sus cartas y Hamilton se vio indefenso a pesar de tener el mejor coche de la parrilla. Si el año pasado en muchos momentos fue Vettel el que tuvo que lidiar con tener dos rivales en el mismo equipo, Lewis no querrá verse en las mismas y por ello urge que Bottas empiece a poner las cosas en su sitio.

Justificó su pobre remontada con un error de cálculo y, aunque ya se vio lo complicado que era adelantar en el circuito de Melbourne, tampoco el domingo arregló lo que él mismo había estropeado el sábado. Para él es el rojo de la primera carrera.

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