Kovalainen, de una operación a corazón a abierto a competir en rallies
El piloto finlandés se recuperó de una operación a corazón abierto y volvió a competir en los rallies después del "mayor reto" de su vida.
Para muchos, someterse a una operación a corazón abierto suele significar el fin de cualquier actividad extrema, como atravesar un bosque finlandés o navegar por una revirada carretera de montaña japonesa en un coche de rally, pero no para Heikki Kovalainen. El ganador del Gran Premio de Hungría 2008 de Fórmula 1 y aficionado a la competición desde la infancia superó el "mayor reto" de su vida al recuperarse de una operación a corazón abierto.
En todo caso, los rallies, disciplina a la que el finlandés se unió después de siete años en el Super GT de Japón, fueron una luz brillante al final de un túnel oscuro y preocupante. El antiguo piloto de Renault, McLaren y Caterham, con 111 participaciones en el Gran Circo, se aferró a la idea de volver a los tramos y utilizó eso para impulsarse durante su recuperación.
"Es el mayor reto de mi vida y, para ser sincero, uno de los acontecimientos más importantes", explicó a Motorsport.com. "La primera motivación fue simplemente poder volver a una especie de estilo de vida normal, pero tengo que admitir que también me rondaba por la cabeza la posibilidad de volver algún día a los rallies, o incluso a los coches de carreras".
"Habría sido una gran decisión no poder volver a correr o a pilotar un coche de rally. Todavía siento que tengo la pasión y la motivación, especialmente para los rallies", dijo. "Tengo la pasión de continuar, quizá no en el WRC o en el máximo nivel mundial, pero aún así, quieres seguir conduciendo, esas fue la fuerza para hacerlo".
Heikki Kovalainen puede considerarse muy afortunado, ya que estuvo disfrutando de ese capítulo de su trayectoria en los rallies, en donde cosechó dos títulos consecutivos del campeonato japonés en 2022 y 2023 con el Rally Team AICELLO, de una forma completamente ajena a la dolencia cardíaca que arrastraba. El diagnóstico de un aneurisma de aorta ascendente no llegó hasta después de una revisión médica fortuita a la que sometió después de que un amigo le convenciera, tras más de una década tras su último chequeo.
Los hallazgos no eran algo que pudiera ignorarse y dejarse de lado, dado que un aneurisma, un punto débil en la pared de un vaso sanguíneo, puede desgarrarse o romperse, causando graves hemorragias internas potencialmente mortales: "Fue pura coincidencia que entonces decidiéramos comprobar el corazón, así que en cierto modo tuve suerte de que me lo miraran".
Tras el diagnóstico, y poco después de que un fallo en la transmisión pusiera fin a su participación con un Skoda Fabia Rally2 en la final del Campeonato del Mundo de Rallies de Japón, informó al equipo AICELLO de que sus planes para 2024 quedaban en suspenso indefinido, con su salud como máxima prioridad.
El finlandés se enfrentó a un dilema con el que la mayoría espera no encontrarse nunca. Aunque su caso no se consideró una emergencia, no era algo que el querido piloto y dedicado padre de familia pudiera simplemente ignorar, y consciente de que una operación conllevaba el riesgo de efectos secundarios que le cambiarían la vida y le planteaban la posibilidad de no volver a competir, Heikki Kovalainen, que se declara a sí mismo como una persona que no asume riesgos en la vida, optó por someterse a una operación a corazón abierto en el Hospital Universitario de Tampere, en Finlandia, en abril de 2024.
"Podría haber seguido sin operarme, pero con muchas restricciones, y eso no me atraía mucho", dijo. Mi estilo de vida es muy activo, incluso si quitamos los rallies, me gusta hacer deporte, montar en bicicleta y en bicicleta de montaña y, en general, mi vida es muy activa. Consideré las opciones que me dieron con mucho cuidado y, aunque hay posibilidades de que algo vaya mal durante la operación o de que pueda haber algunos efectos después, estaba dispuesto a correr ese riesgo".
"Pensé que las probabilidades estaban de mi lado. Aún soy relativamente joven y estoy en buena forma, y si se retrasa esta operación, las posibilidades pueden ser peores en el futuro", indicó. "Otra consideración era que, al ritmo al que se dilataba la aorta, existía la posibilidad de que tuviera que operarme en los próximos cinco a diez años".
Aunque admitió que su propia carrera en el automovilismo fue a veces reacia al riesgo y conservadora, no cabe duda de que tiene una gran capacidad de recuperación, y reveló que los duros momentos vividos en su época de piloto en los circuitos le ayudaron a afrontar ese problema de salud: "Es una conversación dura cuando te hablan [los médicos] porque tienen que analizar todas las opciones".
"Existe la posibilidad de que sufras un derrame cerebral o de que la operación te produzca una discapacidad permanente, así que es una conversación dura, pero supongo que a lo largo de la carrera he tenido momentos duros", comentó. "Era otro tipo de conversación dura, así que estoy acostumbrado. Una vez que tomé la decisión, se me pasó por la cabeza que si algo salía mal y no me recuperaba como esperaba, me parecía bien".
"Cuando te vas de casa para la operación y dejas a tu familia [mujer e hijo de un año] y nunca sabes cómo va a ser, también hay un poco de emoción. El día de la operación estaba totalmente tranquilo y totalmente de acuerdo con la decisión", continuó. "Incluso por la mañana, cuando fui al hospital, [los médicos] me dijeron, '¿estás nervioso y quieres tomar algún medicamento para relajarte?', y yo dije, 'me parece bien'. En mi vida, no me he sentido una persona arriesgada, de hecho, he sido bastante conservador en mi forma de conducir y, en general, en todas las decisiones que he tomado, creo que no me parece un gran riesgo".
Heikki Kovalainen tenía razón, las probabilidades estaban de su lado y la operación resultó un éxito. Tras nueve días en el hospital, regresó a casa, donde comenzó el camino para reaparecer en la competición, y describió las cinco primeras semanas como un viaje "algo duro", ya que tuvo que lidiar con un aumento de la temperatura corporal y síntomas parecidos a los de la gripe.
Hablar también fue un reto al principio, después de sufrir una inflamación por el tubo que le colocaron en la garganta durante el procedimiento. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que la idea de volver a ponerse el casco y el mono de competición se convirtió en algo realista: "Era difícil hablar con la gente, cada vez que hablaba con alguien, tenía que empezar a toser y, cuando te levantas por la mañana, no te sientes normal, con un dolor de cabeza parecido al de la gripe y una sensación de pesadez".
"Los médicos me convencieron de que formaba parte de la recuperación y que no me preocupara, pero al cabo de cinco semanas, las cosas empezaron a cambiar, y en las tres o cuatro semanas siguientes empecé a sentirme mucho mejor y pude moverme un poco más", dijo. "Al cabo de ocho semanas, tuve una revisión médica y me permitieron reanudar un poco el entrenamiento, con un poco de paseos y ciclismo, y también ir al gimnasio y hacer algo de entrenamiento de fuerza, pero no mucho peso".
"Me sentía bastante bien y, al cabo de doce semanas, me hicieron un chequeo muy completo. Tomamos imágenes del corazón y comprobamos la funcionalidad y los análisis de sangre, y miramos el esternón con las radiografías, estaba todo curado tan bien como podían esperar", comentó. "Me dijeron que podía hacer lo que quisiera y sin restricciones, y entonces me vino inmediatamente a la cabeza la idea de volver a los rallies".
Recuperarse por completo de una operación a corazón abierto es una cosa, pero ponerse al volante de un Toyota GR Yaris Rally2 es un reto totalmente distinto dadas las circunstancias. ¿Sería capaz el cuerpo de soportar la violencia que supone domar un coche de rally durante una etapa? Esas eran algunas de las preguntas que se planteaba antes de la primera prueba.
"Fue un momento de alegría [volver al coche]", aseguró. "Había algunas preguntas, así que fue bastante emocionante, pero enseguida, cuando me subí al vehículo y me puse los cinturones el primer día de pruebas, no tuve dolores en ninguna parte después de mi primera tanda. Lo que me preocupaba era que, en los rallies, hay que cambiar de dirección con el volante con bastante rapidez y las manos y los brazos tienen que trabajar mucho, y cómo iba a sentir ese tipo de movimiento de torsión en el pecho, porque [los médicos] abrieron el pecho [en la operación]".
"Después de mi primera tanda, me di cuenta de que no había ningún problema. Fue un gran alivio, y mi visión y mis otros sentidos los notaba totalmente normales", afirmó. "Hasta ese momento, los nervios estaban a flor de piel, ¿tenía que dejarlo por hoy o necesitaba más tiempo para recuperarme? Todas esas preguntas me rondaban por la cabeza".
Con las preguntas respondidas de la forma más rotunda que se esperaba, Heikki Kovalainen volvió a formar equipo con su copiloto habitual, Sae Kitagawa, para afrontar el Rally Kamuy en Hokkaido. El viaje de la cirugía a corazón abierto a la etapa de rally fue completo, y aunque los problemas de frenos obstaculizaron a la dupla en la última etapa, en realidad, el resultado en las pantallas de cronometraje fue secundario frente a la victoria de simplemente poder competir.
No obstante, eso es solo el principio de la reanudación de una prometedora carrera en los rallies. Ahora que ese desafiante capítulo de su trayectoria terminó, el finlandés bromea diciendo que no está trabajando para ser el próximo "Kalle Rovanpera", sino que ya se está marcando objetivos mentales y está planeando disputar más pruebas del Campeonato de Japón de Rallies, incluido el Rally de Japón, e incluso algunas rondas en Europa.
"Hay muchas cosas que puedo mejorar", dijo. "Probablemente no me convierta en otro Kalle Rovanpera, pero aún puedo hacerlo mucho mejor. Eso es lo que me motiva".
"Sigo queriendo continuar en Japón. Me gusta mucho trabajar con el equipo y con los mecánicos de Toyota, y ahora tenemos un coche nuevo", comentó. "Hay ocho pruebas al año más el evento del WRC, así que es el número adecuado. También me gusta estar en casa y, al mismo tiempo, en Japón el nivel es el adecuado para que pueda ser competitivo y luchar por las victorias, además, ahora conozco la mayoría de las carreteras y la mayoría de los rallies me resultan familiares, lo que marca una gran diferencia".
"El año pasado participamos en el Campeonato de Finlandia de Rallies con de mi patrocinador, Secto, y también este año teníamos planes de participar en algunas pruebas en Europa, pero tuvimos que posponerlo todo debido a la operación, aunque quizá hagamos algunas pruebas hacia finales de temporada", reveló.
Aunque está agradecido por poder continuar con su pasión por el automovilismo, esa montaña rusa de los últimos ocho meses le dio una nueva perspectiva no solo de la vida, sino también un nuevo respeto por las habilidades de los profesionales médicos de hoy en día: "Nunca desearía que esto le pasara a nadie, pero en cierto modo ha sido interesante ver cómo funciona la ciencia médica hoy en día y cómo operan las enfermeras, los médicos, los cirujanos y cómo son los hospitales".
"Es alucinante lo que pueden hacer y, en cierto modo, también te da un poco de perspectiva. Me alegro de haber salido de esto ahora y de ser la prueba viviente de que estas operaciones pueden salir bien", sentenció.
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