Objetivo: Cinco segundos más veloces

La F1 busca un golpe de efecto que dé mayor emoción al campeonato, tratando de igualar las mecánicas y construyendo coches más agresivos, radicales y difíciles de conducir.

El incremento de un veinte por ciento en el nivel de carga aerodinámica traerá unos tiempos de vuelta cinco segundos más rápidos de media que en 2015. Este año, los equipos han logrado que sus coches sean 2 segundos más veloces, por lo que el año próximo, el objetivo es que rueden en torno a tres segundos más deprisa que este año, lo que tampoco parece una quimera. Con los cambios que se están preparando, algunos ingenieros piensan que el aumento de ritmo puede ser todavía mayor.

Este incremento de carga aerodinámica va a propiciar que los coches sean más rápidos en su paso por las curvas y que, en principio, su velocidad punta sea menor. Este incremento de carga y de aceleraciones laterales hace necesario mayor apoyo por parte de las ruedas y es la razón por la que Pirelli ha optado por construir unos neumáticos mucho más anchos.

Los delanteros tendrán una anchura de 305 milímetros, por los 245 de ahora y los traseros serán de 405 milímetros cuando ahora son de 324. Pese a que se propuso un cambio hacia neumáticos de perfil más bajo, el diámetro de las llantas seguirá siendo el clásico de 13 pulgadas.

Los efectos de este cambio serán, en primer lugar, de rendimiento. Tener neumáticos más anchos significa también tener una superficie de contacto mayor, lo que se traduce en que habrá más goma en contacto con el suelo y, por tanto, más agarre. Obviamente, el tener neumáticos de mayor volumen significa una pérdida mayor de la eficiencia aerodinámica.

La construcción de un coche de carreras tiene que hacerse pensando que la aerodinámica ha de trabajar en conjunto con los neumáticos y el motor y por eso son tan importantes las pruebas que Pirelli está llevando a cabo en estos momentos con sus nuevos neumáticos.

Todos los coches que han tomado parte en estas pruebas han sido modificados para simular los niveles de agarre previstos en los coches del próximo año y también para acomodar unos neumáticos más anchos que los que se utilizaban cuando fueron construidos.

Ferrari, Mercedes y Red Bull son los equipos que llevarán a cabo estos tests en las diez sesiones planeadas que comenzaron el pasado día 1 de agosto en Fiorano, cuando Sebastian Vettel tuvo el honor de ser el primer piloto en probar el estilo de la nueva generación de neumáticos de F1. Las pruebas se cerrarán en el test de finales de noviembre en Abu Dabi, donde los tres equipos involucrados en este proyecto pondrán uno de sus coches a disposición del fabricante italiano.

Información facilitada por Pirelli