Quién fue Patrick Tambay, sucesor pero también amigo de Villeneuve
Patrick Tambay, más conocido quizás como el hombre que sustituyó a Gilles Villeneuve en Ferrari en 1982, falleció el pasado 4 de diciembre a los 73 años.
Aunque únicamente consiguió dos victorias en los dos años que estuvo en Maranello, Patrick Tambay desempeñó un papel muy importante en la Scuderia Ferrari durante lo que fue una época traumática, con la muerte de Villeneuve, seguida unos meses más tarde por otro devastador accidente que acabó con la carrera de Didier Pironi.
La personalidad airosa y desenfadada de Tambay le convertía en el hombre perfecto para un trabajo tan difícil. Era encantador, poseía una sonrisa de ganador, tenía unos modales impecables y hacía amigos donde allá donde iba. Algo que decía mucho de él es que, a lo largo de su carrera, se reunía con equipos y personas con las que había trabajado, ya que a la gente le gustaba tenerlo cerca.
Como tantos otros franceses de su generación, Tambay llegó a la cima del deporte gracias a Elf. En su juventud fue un gran esquiador, y le gustaba conducir coches sobre las carreteras nevadas de Francia. Un viaje al GP de Mónaco fue lo que le inspiró para ir a la escuela de Winfield, en Paul Ricard.
Ya con 23 años, ganó el premio de la escuela de pilotaje Pilote Elf - entre los jueces se encontraban Ken Tyrrell y François Cevert -, lo que le llevó a conducir un Fórmula Renault en 1972. En su segunda temporada en el campeonato francés quedó subcampeón, por detrás de René Arnoux, y tras convencer a Elf de que debía dejar de lado la F3, pasó directamente a la F2 en 1974 con el equipo Alpine.
Terminó séptimo en el campeonato y, de nuevo con el apoyo de Elf, se trasladó a la escudería March en 1975. Una victoria en Nogaro y cinco segundos puestos le otorgaron el título de subcampeón, aunque bastante lejos del ganador Jacques Laffite.
En 1976 permaneció un tercer año en el equipo Martini, ganando de nuevo en Nogaro y terminando tercero en la general, por detrás de Jean-Pierre Jabouille y de Arnoux, su compañero de equipo. Ese mismo año también debutó en Le Mans con un Renault de fábrica, junto con Jabouille, y tuvo un primer contacto con el mundillo estadounidense, disputando una carrera de F5000 en Riverside, con el equipo Theodore Racing de Teddy Yip.
Ya era hora de que Tambay dejara la F2. En 1977 hizo un inusual cambio a la CanAm como sustituto del lesionado Brian Redman en el equipo Haas. Ganó seis carreras y se llevó el título, además de hacer una segunda aparición en Le Mans con Renault.
Patrick Tambay en el Ferrari 126C3, GP Austria 1983
Ese verano de 1977 consiguió por fin su oportunidad en la F1. Le ofrecieron uno de los asientos de la escudería Surtees en el último momento, en una carrera que se disputó en Dijon, pero no logró clasificarse.
De todas formas, ya había firmado para conducir un Ensign de Theodore Racing durante el resto de la temporada. Tras un gran debut en Silverstone, fue sexto en Hockenheim, y en Zandvoort llegó a rodar tercero antes de quedarse sin combustible.
Su actuación llamó la atención de Ferrari, aunque las negociaciones para su posible fichaje se retrasaron por la enfermedad que atravesaba Enzo en aquel entonces. Antes de que surgiera una segunda oportunidad, el jefe de McLaren, Teddy Mayer, lo fichó para sustituir a Jochen Mass en 1978.
"Tenía que volar a Canadá para una carrera de la CanAm", recuerda. "Pero fui a ver a John Hogan, de Marlboro, para hablar de lo que debía hacer. Y, de repente, Teddy Mayer entró en la oficina con su bonito maletín de cuero".
"Así que empezamos a hablar. Me dijo: '¿Tienes una oferta de Ferrari? No vas a encajar bien con Carlos Reutemann, es un tipo extraño, el ambiente va a ser difícil, la relación va a ser difícil. Y van a cambiar a Michelin, y seguro que no va a ser un buen primer año'".
"Y entonces abrió su bonito maletín y sacó un contrato con McLaren. No tenía representante, no tenía agente, no tenía nada. Llamé a mi padre y me dijo: 'Oye, chico, haz lo que quieras, es tu trabajo, y si crees que puedes hacerlo, es mejor estar seguro que arrepentido'. Así que cogí un bolígrafo y lo firmé, y me fui a Canadá", confesó.
Dado que el equipo ya contaba con un joven piloto llamado Gilles Villeneuve, que había debutado en Silverstone, el fichaje de Tambay fue una sorpresa.
Patrick Tambay, 1ª posición, junto a René Arnoux, 2ª posición, y Keke Rosberg, 3ª posición.
"Le dije a Gilles: 'Oye, tú tenías una oferta de McLaren para el 78; yo acabo de firmar un contrato con ellos. Pero por otro lado tengo una oferta de Ferrari, así que deberías ir a Monza y verlos'".
"Así es como lo habríamos hecho, siendo amigos. Le sugerí a Gilles: 'Baja a Monza y habla con ellos, quieren un chico joven para acompañar a Carlos, quizá pueda funcionar'. No tenía ni idea de que fuera a ser así".
"Mientras tanto, después de Monza bajé a ver al Viejo Hombre [Enzo] con [Mauro] Forghieri, para excusarme de fichar antes de hablar con él".
"Forghieri tradujo toda la conversación, y al final el viejo [Enzo] me dijo en francés: 'Patrick, qué estúpido error has cometido. Hubieras sido campeón del mundo con nosotros, y habrías ganado mucho más dinero...", declaró.
James Hunt había ganado dos de las tres últimas carreras de la temporada de 1977, así que parecía una gran oportunidad para Tambay. Sin embargo, en 1978 McLaren perdió el rumbo, quedando a la sombra de Lotus al comienzo de la era del efecto suelo.
Hunt no tardó en perder el interés, mientras que Tambay se esforzaba por causar algún tipo de impresión con el M26. Fue cuarto en Suecia y rozó los seis primeros puestos en otras cuatro ocasiones, terminando 14º en el Campeonato del Mundo. Mientras tanto, Villeneuve se había convertido en una gran estrella con Ferrari.
"Conseguí algunos puntos, pero no los suficientes", recuerda Tambay. "Había llegado allí con muchas esperanzas. Creo que a finales de 1977 me había convertido en una de las promesas que la gente buscaba, junto con Gilles [Villeneuve]".
"Yo empeoraba y él mejoraba. No me importó. Si hubiera sido René Arnoux me hubiera cabreado. Pero era Gilles, así que podía perdonar todo eso y sobrellevarlo. De hecho, me alegré por él", aseguró.
11 de septiembre de 1983, Gran Premio de Monza, Italia
En 1979, y con John Watson como compañero de Tambay, McLaren intentó actualizar su tecnología de efecto suelo, pero el M28 resultó ser un desastre.
"Recuerdo el primer día que sacaron el coche del taller para sacar las fotos. Tres ruedas estaban en la acera y una fuera de ella, en el aire. Todo el equipo estaba de pie en la parte trasera del coche, y yo me senté en la rueda que estaba fuera del suelo".
"Y oímos un crujido. La unión no estaba seca, y yo estaba haciendo una prueba de torsión. Parecían muy, muy preocupados. No sé qué pasó después, pero creo que tuvieron que hacer un test de rigidez".
El coche resultó ser tan problemático que, en un momento dado, Tambay incluso tuvo que volver al antiguo M26. En la segunda mitad de la temporada fue sustituido por el M29, preparado a toda prisa, pero no terminó de ser mucho mejor. No consiguió ningún punto, y para 1980 Mayer lo sustituyó por la estrella de la F3, Alain Prost.
"Al final de la temporada, Teddy me llamó y me dijo que tenía que ir a Paul Ricard para una prueba", recuerda Tambay. "'Y por cierto, hay un tío nuevo que viene contigo, se llama Prost'".
"¿Qué?", le dije, "no voy a luchar con Prost. Me lo pones difícil todo el año con ese coche, y ahora no voy a compararme con él'".
"No quería una lucha, no lo merecía. Pero le abrí el camino a Alain al no ir a ese test. Tenían que elegir, y creo que tal vez Marlboro estaba presionando a su favor. Renuncié a la competición, porque no sentía que mereciera ser comparado con él", aseguró.
En 1980 Tambay volvió a la CanAm, donde consiguió un segundo título con Haas, ganando de nuevo seis carreras. En 1981 regresó a la F1, asociándose con Teddy Yip una vez más para conducir el Theodore, que era poco competitivo.
Patrick Tambay en el Ferrari 126C2
A mediados de la temporada, se trasladó a Ligier para sustituir al lesionado Jabouille, junto a Laffite. No fue una época feliz, y no pudo registrar ningún título, pero tuvo la suerte de escapar de un enorme accidente en Las Vegas que rompió la parte delantera de su coche.
Tras una salida en falso con Arrows, se quedó al margen a principios de 1982. Sin embargo, cuando Villeneuve murió en Zolder en mayo, Tambay fue el hombre al que Enzo Ferrari llamó para que acompañara a Pironi, su antiguo rival en la F2.
Fue tercero en su segunda salida en Brands Hatch, y ganó en su cuarta carrera con el equipo en Hockenheim, el día después de que Pironi se lesionara gravemente.
"Fue dramático. El espíritu del equipo estaba destrozado, perdieron a uno de sus pilotos, y luego perdieron al segundo en poco tiempo. Estaban muy deprimidos y destrozados. Yo acababa de volver, y no podía sentir tanto drama como lo estaban sintiendo ellos. Había estado fuera, y todavía no formaba parte del equipo, aunque hubiera sustituido a Gilles solo dos o tres carreras antes".
Tambay ayudó al equipo a salir adelante, y su sólida puntuación hizo que Ferrari se asegurara el título de constructores de ese año.
En 1983 se le unió su antiguo compañero de equipo en la F2, Arnoux. Consiguió una emotiva victoria en Imola, un año después de la caída de Villeneuve/Pironi, y durante la primera mitad del año fue un aspirante al Campeonato del Mundo. Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron con una serie de abandonos en la segunda mitad de la temporada, tres de ellos en carreras en las que salía desde la pole, y finalmente terminó el año en cuarta posición.
Tras terminar su relación con Ferrari, en 1984 volvió a Renault, con Derek Warwick al otro lado del box, que sigue considerando a Tambay como su compañero de equipo favorito. La pole y el segundo puesto en la cuarta carrera en Dijon parecían prometedores, pero sus dos años con el equipo fueron difíciles, y estuvieron plagados de problemas de fiabilidad.
Patrick Tambay en el Renault RE60
Tras el cierre de la escudería Renault a finales de 1985, Tambay comenzó con el nuevo equipo Beatrice Haas en 1986, siendo compañero de Alan Jones. Allí se reunió con su jefe de CanAm, Carl Haas, y con los antiguos hombres de McLaren, Mayer y Tyler Alexander, y también trabajó con los futuros gurús técnicos de la F1, Adrian Newey y Ross Brawn.
Iba a ser otro año difícil con aquel coche motorizado por Ford, y solo terminó una carrera, en quinta posición. Una vez más, el equipo cerró a finales de año; una decisión que puso punto final a la carrera de Tambay en la Fórmula 1.
En 1989, Tom Walkinshaw le contrató para conducir para Silk Cut Jaguar en el Campeonato del Mundo de Coches Deportivos como compañero de Jan Lammers. El XJR10 con motor V6 turbo fue superado en gran medida, y el único resultado decente fue un segundo puesto en el Jarama, mientras que fue cuarto en Le Mans con el V12.
Después de eso, la carrera de Tambay en los circuitos se desvaneció. Se centró en las pruebas off-road, compitiendo regularmente en el París-Dakar y logrando varios podios. Regresó a los monoplazas en la Grand Prix Masters en 2005 y 2006, compitiendo en Kyalami, Qatar y Silverstone.
Se mantuvo ocupado fuera del cockpit. Tuvo una breve participación en el equipo Larrousse en sus últimos días, y forjó actividades paralelas como comentarista de televisión y político. También fue mentor de Jacques Villeneuve cuando el joven canadiense empezaba su carrera, y más tarde ayudó a su propio hijo Adrien a progresar en la profesión.
Tambay llevaba muchos años luchando contra problemas de salud, principalmente Parkinson, y lamentablemente ha perdido su última batalla.
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