Guerra de motores de la F1: ¿recurrirán al quinto Verstappen y Hamilton?

¿Será suficiente el uso de un cuarto motor en la batalla por el campeonato o veremos la necesidad de montar otro de aquí al final de la temporada? Hamilton utilizó un cuarto motor de combustión en Turquía, lo que le supuso una penalización de diez posiciones en la parrilla, mientras que Verstappen había sustituido en Rusia toda la unidad de potencia.

El neerlandés, como se recordará, salió en la parte trasera de la parrilla y escaló hasta un milagroso segundo puesto gracias a una perfecta gestión de la carrera cuando empezó a llover, mientras que el actual campeón del mundo no pasó en Estambul de la quinta posición por haber calculado mal su parada en boxes con neumáticos intermedios.

La sensación es que el mundial 2021 se definirá por la calidad de los pilotos y la durabilidad de las unidades de potencia en un recorrido que todavía es muy largo, porque aún quedan seis citas en el calendario. Con toda probabilidad, el ganador no será el que consiga mostrar una clara superioridad sobre su rival, sino el que cometa menos errores.

La conducción de Lewis Hamilton y Max Verstappen y las decisiones técnicas de los dos equipos que también se convierten en estratégicas, serán claves. El equilibrio que existe en este momento entre los aspirantes podría calificarse de increíble por ofrecernos una espléndida batalla donde los pequeños detalles pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro.

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En las últimas carreras, las predicciones y los pronósticos se han ido al garete, porque en pistas donde se suponía que iba a ganar uno, ha ganado el otro y viceversa. Por tanto, nada puede dejarse al azar y la atención a los detalles puede influir en el resultado final.

Verstappen tiene por ahora una ventaja de seis puntos en el campeonato de pilotos, mientras que Mercedes saca 36 puntos a Red Bull Racing, un botín que debería ser más fácil de gestionar y defender. Pero en Brackley no están en absoluto dispuestos a repartirse los títulos y están apretando para alcanzar el octavo mundial de Lewis.

El director del equipo Red Bull, Christian Horner, se mostró sorprendido por la unidad de potencia de Mercedes durante el pasado fin de semana en Turquía: "Ya no podemos seguir el ritmo de las flechas negras, aunque utilicemos alerones más descargados. Mercedes puede alcanzar altas velocidades punta a pesar de tener perfiles de alerones mucho más grandes, lo que es una señal de que han encontrado algo en el motor”.

Las palabras del director de los de Milton Keynes es más una observación que una acusación. Sin más desarrollos aerodinámicos que introducir en el Mercedes W12, los alemanes intentan compensar la diferencia ante Red Bull con la unidad de potencia, considerada unánimemente como la más potente de todas.

Mientras en los últimos años la lucha por el campeonato del mundo era solo entre Hamilton y Bottas (antes entre Hamilton y Rosberg), no había necesidad de elevar el umbral de potencia en los motores hasta el nivel de comprometer la seguridad y fiabilidad.

Ahora, que Red Bull ha fabricado un RB16B que parece aerodinámicamente superior y que el motor Honda ha reducido la distancia con el M12, la zona de confort ha desaparecido. En cada carrera hay que exprimir el máximo potencial disponible.

Y en el reto de los motores se entremezclan aspectos muy diferentes: antes de la clasificación, cada fabricante decide el mapeo único que debe mantener durante todo el fin de semana. Hay citas en las que se puede acercar al límite y otras en las que es mejor ser cauto, porque la vida del cuarto motor de los dos aspirantes tendrá que ser de siete carreras para Hamilton y de ocho para Verstappen.

Es cierto que todavía tienen algunas unidades de "rotación" utilizadas en los entrenamientos libres y que no están rotas, con las que podrían cubrir la carrera menos exigente, pero hay que contar con la pérdida de potencia que sufren las unidades de potencia a medida que envejecen.

Se habla de unos cuarenta caballos de potencia al final del ciclo (para Honda y Renault): un margen demasiado alto como para concederlo, sobre todo si es cierto que Mercedes introdujo el cuarto motor tras observar que el tercero de Lewis estaba "envejecido" y les costaba 22 caballos.

El juego, por tanto, es delicado: la búsqueda de la mayor potencia disponible choca con la necesidad de preservar la durabilidad de los motores sin tener que hacer uso de una quinta unidad de potencia. Si ese escenario es factible para Mercedes, hay algunas dudas de que también pueda ser para Red Bull, precisamente por el mayor desgaste del 6 cilindros RA621H.

Red Bull tiene que defenderse en el Gran Premio de Estados Unidos de Austin, un circuito que sobre el papel es favorable a Hamilton, pero luego vendrán dos pistas con una altura considerable (México y Brasil) favorables al RB16B. Por lo tanto, si Max saliera de la gira americana por delante, no se puede descartar el uso del quinto motor. Y el cambio no puede producirse en Abu Dhabi, la última carrera, por las dificultades de adelantamiento de ese trazado, así que tendría que jugarse estratégicamente.

Será un enfrentamiento emocionante que pondrá de manifiesto los puntos fuertes y débiles del piloto, el coche y el equipo en un juego que es cualquier cosa menos predecible. La esperanza de los contendientes es romper el equilibrio, pero es más fácil pensar en un duelo que durará hasta la noche decisiva en Yas Marina.