Mercedes reconoce que están "desesperados" por ganar de nuevo

Desde el inicio de la temporada 2022 de Fórmula 1, el equipo Mercedes ha estado buscando de todas las maneras posibles intentar evolucionar su W13 para dejar atrás el problema del porpoising que tanto tiempo por vuelta les está costando.

Con el diseño de pontones reducidos al mínimo, asustaron en los test invernales en Bahrein, pero solo una semana después se demostró que su filosofía de monoplaza podría ser la incorrecta. Lejos de Ferrari y Red Bull, los alemanes solo han sumado tres podios, todos ellos gracias a errores o fallos de los líderes, por lo que, en condiciones normales, nunca habrían llegado a descorchar el champán este año.

Sin embargo, en España llegaron a luchar por la victoria con George Russell después del abandono de Charles Leclerc y las salidas de pista de Carlos Sainz y Max Verstappen en la curva 4.

Después de ver que habían dado un paso al frente en Barcelona, las flechas de plata pensaban que podían repetir actuación en Mónaco, pero el lento trazado urbano mostró las debilidades del W13.

Un coche incapaz de entrar su tren delantero en curvas cerradas provocó que subieran la altura de la parte posterior, algo que conllevó a sufrir más con los baches y las duras suspensiones de estos Fórmula 1 de 2022.

En el Principado apenas pudieron pasar de la quinta y la octava plaza, regresando a un lugar del que creían haber escapado. En la habitual explicación de la carrera por parte del director de ingeniería de Mercedes, Andrew Shovlin, en un vídeo subido al canal de YouTube de la escudería, revelaron los motivos por los que perdieron rendimiento.

"Fue mucho más difícil hacer funcionar el coche en Mónaco que en Barcelona", dijo el británico. "En España habíamos demostrado que teníamos un buen ritmo de carrera, aunque sabemos que todavía hay trabajo que hacer para cerrar la brecha con Red Bull y Ferrari".

"El reto de Mónaco son las características de baja velocidad, es un circuito muy bacheado y estábamos sufriendo con la maniobrabilidad del coche. Eso afectaba a la confianza de los pilotos para coger velocidad y significaba que no podíamos rodar tan cerca del límite como habíamos sido capaces de hacer en España", continuó.

A pesar de que la pista monegasca no fue la mejor en lo que va de año para los alemanes, son conscientes de que pueden darle la vuelta, aunque reconocen que están "desesperados" por hacerlo.

"Bakú podría presentar algunos desafíos similares, estamos trabajando en áreas para tratar de mejorar el porpoising", indicó Shovlin. "Tratar de ser capaces de hacer funcionar el monoplaza un poco más cerca de su ventana ideal, pero somos muy conscientes de que, además de añadir el rendimiento de básico, debemos hacer que funcione en una gama más amplia de circuitos".

"Así que estaremos trabajando en todo esto durante la próxima semana para preparar Azerbaiyán, aunque también a largo plazo, porque habrá otros trazados difíciles", aseguró el ingeniero.

"Todos eso se está haciendo con un trabajo muy duro, porque el equipo y los pilotos están desesperados por volver a estar delante", sentenció el miembro de la escudería con la mejor racha de títulos mundiales de constructores de la historia de la Fórmula 1.