Los destacados (para bien y mal) del GP de Hungría 2017

La carrera de Hungría no fue la más espectacular de la historia, pero las características del trazado de Budapest ya nos permitían adivinar que no lo sería.

Sin embargo, la del domingo en el Hungaroring demuestra que una carrera puede estar entretenida sin apenas adelantamientos. La tensión con la que se vivió la angustia de Vettel con su volante, la protección de Raikkonen y la llegada por detrás de un Hamilton que avanzaba al ritmo de la musiquilla de las películas en las que un tiburón va a atacar nos mantuvieron con los ojos bien abiertos hasta el final.

Y entre ellos, un claro destacado, Kimi Raikkonen. El finlandés fue elegido por los aficionados como el mejor y también por nosotros a pesar de que no se llevó (o no le dejaron, con razón o sin ella) llevarse el triunfo.

No por patriotismo sino por justicia, los españoles se ganaron una muy buena puntuación. Protagonizaron el duelo de la carrera, ambos llegaron a la bandera a cuadros y Alonso, además, se permitió el lujo de llevarse la vuelta rápida antes de desear a todos unas felices vacaciones. Las tendrán, y las merecen, tanto él como un Sainz que volvió a estar un pasito por delante de su coche.

Pérez sigue puntuando aunque no era el fin de semana más fácil para Force India y McLaren, con Vandoorne sumando sus primeros puntos del año, logró su primera carrera con los dos pilotos entre los diez primeros.

Recordamos, que nunca está de más, que la puntuación es positiva. El 10 es el mejor, el 9 el segundo y así sucesivamente hasta el 1, que también es en positivo (no es un suspenso). ¿El 0? Un castigo. Este fin de semana tenía un claro destinatario. O dos.

Más reacciones a la carrera de Hungría

Mira nuestro ranking y las razones de la puntuación.

Los mejores (y lo peor) del GP de Hungría 2017 de F1

Ser el ganador moral sirve para poco más que la satisfacción del trabajo cumplido. Pero, por si el segundo puesto y ser el ganador moral le sabe poco a Kimi, se lleva también nuestro 10.

Raikkonen se ha tambaleado por la cuerda floja de Ferrari en más de una ocasión, pero sabe que ya no hay peligro de caerse en la alineación del próximo año y transforma esa calma en buen rendimiento.

Fue el mejor en Hungría e hizo lo que su equipo y su compañero (al que le debe gran parte de su renovación) necesitaban para acercarse al tan ansiado título. Su manera de pedir que le dejaran llevarse una victoria que merecía fue muy elegante, y si sigue en este camino en lo que resta de temporada le hará un enorme favor a su equipo... Y a sí mismo.

La manera en la que recogió el guante de Liberty para desear a todos unas felices vacaciones intuyo que es similar a la que habrían hecho otros. Pero al final, al que llaman, es a él.

Algo poético había el fin de semana en el que celebró su 36 cumpleaños donde ganó por primera vez que tenía que acabar así: con una genial carrera y la vuelta rápida en condiciones más o menos iguales.

Tiene el parón veraniego por delante para decidir su futuro y aunque apunta a que solo tendrá opción de quedarse en McLaren, urge pedirle que se quede aquí y no en otra categoría.

Conviene hacerle saber que sigue dando grandes momentos a la Fórmula 1 y conviene cruzar los dedos para que, con un poco de suerte y acierto de su equipo, la próxima vez que nos desee buenas vacaciones sea también tomando el sol. Pero sobre el podio y no debajo.

Minimizar su victoria al hecho de que tuvo a su compañero cubriéndole la espalda en un circuito donde adelantar siempre es sumamente complicado. Y es olvidar que completó la carrera con un problema en la dirección y el volante girado en las rectas.

Para merecer órdenes de equipo a tu favor tienes que ser el primer piloto de tu escudería, y Vettel ha hecho tal trabajo que los de Maranello moverán Roma con Santiago si hace falta para que consiga lo que ellos no ganan desde 2007 y él desde hace ya cuatro temporadas.

Se va de vacaciones líder pero, aunque lo que queda de año lo tendrá cuesta arriba, merece el reconocimiento de la genial temporada que está haciendo.

La salida que hizo el español es ya motivo casi suficiente para colocarle en la parte alta de la tabla. Que se haya recuperado de los últimos varapalos con un fin de semana como el de Hungría (entrando en Q3 y siendo séptimo) y la seriedad con la que esta vez se defendió de Alonso le hacen merecedor de una puntuación muy positiva.

Como Fernando, puede verse en la situación de tener que seguir en su equipo por falta de huecos en otros lugares, pero mientras mantenga este nivel el tiempo que le quede en Toro Rosso mantendrá un cartel de piloto apetecible para cualquier escudería. Hay vida más allá de Red Bull, aunque a veces no lo parezca.

Un error en Q3 le condenó a salir cuarto y, sin el incidente entre los Red Bull, su puntuación podría haber sido más baja. Pero el gesto de devolver el podio le honra.

Podría perfectamente haber argumentado que él es el que se juega el mundial, y llevaría razón. Podría perfectamente argumentado que él es el que le ha dado a Mercedes dos títulos de pilotos y tres de escuderías, y llevaría razón. Y podría perfectamente argumentar, y es donde menos razón le faltaría, que cuando Bottas le dejó pasar demostró perfectamente ser más rápido y dejó a su compañero a más de siete segundos.

Solo el tiempo dirá si fue un error de Mercedes ese cambio de posiciones, pero Hamilton se ganó el reconocimiento de ser considerado, además de un excelente piloto, un hombre de palabra.

Clasificó por delante de Hamilton y subió, aunque ya sabemos cómo, al podio. Se mantuvo delante del inglés en el primer stint de carrera y sigue demostrando que tiene ganada la renovación en Mercedes.

Esta vez el papel protagonista entre los escuderos fue para Raikkonen, pero su compatriota Bottas está destinado a ser pieza importante en la lucha del título (no como candidato sino como acompañante de lujo) en la segunda parte del año.

Pese al mal sábado de Force India, Sergio Pérez se las arregló para salir bien, estuvo alejado de los problemas y volvió a pescar unos buenos puntos. No pudo con los españoles y Verstappen se distancia, pero se mantiene ahí, firme y regular.

Tenía a su disposición un coche del top10 y el belga lo aprovechó. Primer punto de la temporada (que no en Fórmula 1) y final feliz para su equipo. Si es cierto eso de que "eres tan bueno como tu última carrera", Vandoorne y Alonso pueden irse felices de vacaciones.

Clasificó por delante de Ricciardo (que había sido el mejor el viernes) y salió bien. Hizo buena carrera y llegó pegado a los Mercedes. Pero arruinar el domingo de tu compañero en la segunda curva no te puede dar muchos puntos positivos. Sin ese incidente (sin juzgar si fue adrede o sin querer) probablemente podría haber subido al podio.

Al genial Max, un piloto lleno de talento y llamado a ser campeón del mundo, le falta aún, como dijo Daniel, un pelín de madurez. Cuando complete eso puede ser imparable.

Existe cierto runrún de que estas temporadas el desastroso motor Honda ha tapado las vergüenzas de un chasis que tampoco era nada del otro mundo. Tal vez el del MCL32 tampoco sea un chasis campeón, pero en circuitos como el de Hungría es donde se ve si vale o no vale. Y el que llevan Alonso y Vandoorne vale para, al menos, ser el "primero del resto".

Batieron a los Force India, que son el cuarto equipo sin dudas, y se dieron un buen homenaje antes del descanso. Que siga así (aunque Fernando ya avisó: llegan Spa y Monza... y sufrirán).

Si se dice que hay que ser ejemplo para los niños y se condena un mensaje por radio o tocar a otro coche en el calor de la batalla, hay que condenar un rifirrafe dialéctico y macarra aún caliente pero ya fuera del monoplaza.

Nico se pasó de duro con Grosjean en la salida y, sin entrar a valorar su incidente en pista con Magnussen, se pasó después fuera del coche. Fue él quien buscó a Magnussen en el 'corralito', al que llamó el más guarro de la parrilla, y la respuesta de Magnussen le hace merecedor de otro 0: "Chúpame las pelotas" (pueden leer arriba el pique entero). Hay trapos sucios que, sin duda, no hay que lavar en público.