No era el día para Ferrari, que acabó viendo cómo sus dos pilotos, por diferentes motivos, abandonaban en la carrera de Canadá. Charles Leclerc lo hizo tras un cúmulo de acontecimientos, y después de que un problema de motor llevara a una estrategia que sorprendió a todos y que, como se esperaba, no funcionó.

El monegasco, que entró a boxes durante el primer Safety Car pero tuvo que volver al pitlane rápidamente con un fallo en el motor, parecía abandonar, pero tras casi medio minuto, se reincorporó a la carrera con gomas de seco, mientras se esperaba mucha lluvia. Esos Pirelli duros le hicieron muy lento en tales condiciones, y volvió a boxes para montar intermedios tras ser doblado, para finalmente abandonar.

Cuando se le preguntó por su problema de motor, dijo: "No sé lo que pasó. Obviamente, estábamos perdiendo un segundo... Quiero decir, al principio, creo que eran seis décimas, pero luego algunas vueltas era 1.2 segundos, a veces era un segundo y medio, otras veces era un segundo. Así que cada vez que buscaba usar la potencia, no sabía lo que iba a conseguir".

"Eso era por un lado muy difícil para pilotar y por otro muy frustrante porque en la recta, me adelantaba todo el mundo. Y muy molesto porque tenía como 10 o 15 interruptores por vuelta para cambiar y tratar de restablecer todo y tratar de hacer que funcionase. Pero en la primera parte de la carrera, creo que hicimos un buen trabajo de gestión. Y como estábamos en condiciones de lluvia, podíamos recuperar en las curvas, y seguía creyendo que podíamos acabar en los puntos. Pero en cuanto se secó, me sentí como un pato en las rectas".

El hecho de que fuera una carrera con condiciones cambiantes no ayudó, pero precisamente Leclerc cree que en su caso le vino mejor: "En realidad, me sentí un poco mejor cuando estaba completamente mojado. La parte complicada era cuando estaba medio seco medio mojado, porque ahí tienes que mirar el volante y sólo tienes una trazada. Y si te desvías dos o tres, o cinco centímetros, estás acabado. Así que fue muy complicado".

Ya centrándose en su larga parada en boxes y finalmente montar duros, defendió a Ferrari: "Sí,fue... molesto. Pero al final, eso era lo mejor que podíamos hacer en ese momento. Sabía que acabaríamos en los puntos pasara lo que pasara con ese problema. Así que tuvimos que intentar algo con los slicks. Estaba más frustrado por toda la situación y por el rendimiento del motor en las rectas que por la elección en sí, porque si funcionaba era nuestra única oportunidad de acabar novenos o décimos, y si no funcionaba o no nos manteníamos en la posición en la que estábamos antes, habríamos perdido todos los puntos por el motor".

Por último, admitió que el problema de potencia no era en un punto completo del circuito Gilles Villeneuve: "Fue en todas partes. Sí, tan pronto como aplicaba potencia, había un problema".

Con este 0, tras nueve carreras, Leclerc mantiene la segunda plaza del campeonato de pilotos, pero ya a 56 puntos de Max Verstappen.