Hungría 2001: el día que Schumacher igualó a Prost como el más laureado

La Fórmula 1 estaba empezando una época en la que todo se vestiría de rojo con el dominio del binomio formado por Michael Schumacher y Ferrari, y tal era su superioridad, que el 19 de agosto de 2001, el alemán pudo celebrar su cuarta corona mundial, la segunda consecutiva con los del Cavallino Rampante. Fue en el Gran Premio de Hungría, con cuatro rondas todavía por disputarse antes de acabar el año, aunque se debe tener en cuenta que en aquella época había otro sistema de puntuación y tan solo los seis mejores cosechaban unidades.

Aquel fin de semana, el teutón tenía la oportunidad de sellar el campeonato en pleno verano húngaro, y no falló, aunque antes quiso demostrar su velocidad con una estratosférica pole position en la que se endosó más de ocho décimas a su inmediato perseguidor, David Coulthard. El registro del germano fue un 1:14.059 en un circuito de Hungaroring ligeramente diferente al actual, puesto que antes había un último sector algo más veloz, y sería la 41ª vez que este piloto lograba la primera posición el sábado, aunque todavía tenía por delante a Ayrton Senna, que dejó la marca en 65.

En aquella parrilla había nombres que más tarde plantarían cara a Michael Schumacher, como Kimi Raikkonen o Fernando Alonso, además de otros que ya consiguieron batirle en un cara a cara por el título, como Mika Hakkinen, aunque esa sería la última temporada del finlandés en el Gran Circo. Sin embargo, ese domingo todos los ojos estaban en el alemán, que tenía por delante 77 vueltas para igualar a Alain Prost y acercarse cada vez más a la que se pensaba que era una marca imbatible de Juan Manuel Fangio.

En el momento en el que se apagaron los semáforos, el líder no tuvo oposición, mientras que por detrás, su compañero, Rubens Barrichello, consiguió arrebatarle la segunda plaza al escocés, con algún que otro toque en la zona trasera. Ese dominio de los coches rojos se mantuvo hasta el momento de las paradas en boxes, cuando el todopoderoso Michael Schumacher cedió la cabeza al brasileño, aunque tan solo por unos instantes, puesto que tras cuatro giros, todo regresó a la normalidad, pero con David Coulthard como nuevo perseguidor.

La distancia era cada vez mayor, y antes del ecuador de la carrera, el germano ya disponía de doce segundos de colchón para gestionar hasta el final y certificar su cuarta corona. Durante la segunda tanda, el de Ferrari no cedía ni una sola milésima, mientras que Rubens Barrichello peleaba contra el de McLaren para tratar de cerrar la fiesta con un doblete para los de rojo, algo que pudo lograr con una ligera ventaja al llegar a la meta.

Así, después de más de una hora y cuarenta minutos, a una media de 180.344 km/h, Michael Schumacher vio la bandera a cuadros pegado al muro en donde un cartel de sus mecánicos le hacía celebrar su cuarto título mundial. El alemán agitó su puño por todo lo alto en la recta inmediatamente después de conocer que defendió su campeonato, y se colocó en paralelo con su compañero para hacer imagen de marca.

Además de ello, fue el triunfo con el que igualó la marca de Alain Prost, que por aquel entonces era el piloto más laureado de todos los tiempos, y por la radio se lo hicieron saber: "Michael, es tu séptima victoria este año, la 51ª en general, igualas el récord [de Alain Prost], pero lo más importante es tu cuarto título del mundo".

Más tarde lo celebró en lo alto del podio con el mítico trofeo del Gran Premio de Hungría parecido a un volante, junto con su inseparable Jean Todt, quien le brindó el trofeo de constructores para demostrar su respeto hacia el alemán.

Ya en la rueda de prensa, recalcó lo difícil que era para él encontrar las palabras adecuadas, pero estaba muy agradecido a su conjunto por todo: "Quizá no soy mal piloto, pero sí que soy una mala persona para encontrar las palabras correctas en estos momentos. He igualado a Alain con 51 victorias y es mi cuarto título, así que es un gran logro, aunque la forma en la que lo hemos conseguido, con el equipo a mi alrededor, son personas maravillosas, estoy enamorado de todos y cada uno de ellos, también es su logro, y estoy agradecido a ellos".

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