Análisis: el intrigante humo de Ferrari en Barcelona

Sebastian Vettel, Ferrari SF71H con humo

Foto: Sutton Motorsport Images

En lugar de ser un hecho aislado, se convirtió en algo frecuente ver una nube de humo salir al pitlane justo antes de que Ferrari dejara el box.

El hecho de que también ocurriera con los equipos cliente de Ferrari, Sauber y Haas, hizo que mucha gente se preguntara si Ferrari utilizaba algunos trucos especiales con el motor.

Sin embargo, parece que el humo era en realidad una consecuencia de las nuevas reglas de la F1 que para este año limitan la quema de aceite, una actividad en la que Ferrari pudo ser muy activo en 2017.

Nuevas reglas

Además de los nuevos requisitos para ayudar a la FIA a monitorear la cantidad de aceite que los equipos están quemando, se han introducido otros ajustes en las reglas respecto a los tubos de salida de aire y el vapor de aceite.

Anterior había sido posible –gracias al uso de válvulas de control activo– que ese exceso de aceite de volviera al coche a través de la toma de aire, donde podría alimentarse en el motor y ser quemado para aumentar la potencia.

Sin embargo, dos nuevas reglas en 2018 prohíben ese tipo de comportamiento y obligan a los equipos a expulsar el exceso de vapor de aceite de la parte trasera del monoplaza.

El artículo 5.1.12 del reglamento técnico de la F1 establece: "Todos los líquidos usados de la unidad de potencia solo pueden ser vertidos a la atmósfera y deben pasar por un orificio posicionado por detrás de la línea central del eje trasero y a menos de 400mm por encima del plano de referencia y a menos de 100mm del plano central del coche. Ninguno de estos líquidos puede volver a entrar en el motor".

El artículo 7.8, por su parte, dice así: "Las válvulas de control activo entre cualquier parte de la unidad de potencia y la entrada de aire del motor estarán prohibidas. 

Ferrari SF71H, parte trasera

Foto: Mark Sutton

Los nuevos tubos

Estas reglas han llevado a los equipos a instalar tuberías para alimentar el vapor de aceite en la parte trasera de sus monoplazas, y eso era lo que provocaba el humo en Barcelona.

Sauber C37, detalle trasero

Foto: Motorsport.com

Ferrari ha elegido canalizar su vapor a través de un conducto integrado en la parte inferior de la carcasa de su estructura de impacto.

Eso, junto a lo que parece ser mucho más vapor de aceite dispensado por la unidad de potencia que la de otros equipos, dio como resultado la inconfundible nube de humo durante los test.

Las bajas temperaturas de Barcelona también exageraron las cosas, teniendo en cuenta lo caliente que estaba el vapor de aceite y el frío que había en el circuito, el aire que fluye alrededor de la estructura de impacto y el difusor se vería afectado.

Mercedes-AMG F1 W09, detalle trasero

Foto: Mark Sutton

Mientras tanto, el resto de la parrilla ha optado por colocar sus tubos de salida de aire a ambos lados del escape, muy probablemente siguiendo las recomendaciones de su suministrador de unidad de potencia, o haciendo que se ventile a la atmósfera desde un lugar elegido por el equipo.

No está claro todavía si el humo de Ferrari ha sido lo suficientemente grande como para pedir al equipo italiano modificar su diseño antes del Gran Premio de Australia, o si es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos durante 2018.

La FIA no está preocupada por el humo de Ferrari

Aunque el humo llamaba mucho la atención, la FIA no se muestra preocupada por la situación y no cree que deba tener que intervenir porque no pasa en la pista.

El director de carrera de la F1, Charlie Whiting, sugirió que lo de Ferrari era similar a lo que ocurría con Toro Rosso en 2017 en la parrilla.

Cuando Motorsport.com le preguntó sobre el asunto del humo en Ferrari, Whiting dijo: "Lo vemos con bastante frecuencia, lo vimos mucho en Toro Rosso el año pasado cada vez que arrancaban el coche".

"Pero Ferrari no lo está haciendo en la pista".

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