Hamilton sintió que se le "paraba el corazón" en el dramático final

Hamilton lideró cada vuelta del GP de la Gran Bretaña, después de haber arrancado desde la pole, manteniendo a distancia a su compañero de Mercedes, Valtteri Bottas, durante toda la carrera.

El finlandés tenía todo para lograr el segundo puesto hasta que sufrió un pinchazo en el neumático delantero izquierdo a tres vueltas del final. Justo en ese momento, Red Bull decidió parar a Max Verstappen para colocarle un juego de neumáticos blandos para intentar conseguir la vuelta rápida y el consiguiente punto extra.

Esto le dio a Hamilton una ventaja de más de 32 segundos al comenzar la última vuelta, lo que resultó crucial cuando el británico también sufrió el mismo problema que su compañero de equipo al salir de Luffield.

Con solo tres neumáticos funcionando, el seis veces campeón del mundo se arrastró echando chispas hasta cruzar la línea de meta con 5,8 segundos de ventaja sobre Verstappen para conseguir su séptima victoria como local.

“Todo fue relativamente fácil hasta esa última vuelta”, dijo Hamilton. "Los neumáticos iban muy bien. Valtteri estaba presionando fuerte, y yo estaba gestionando un poco las gomas”.

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"Cuando escuché que su neumático se pinchó, estaba mirando el mío y todo parecía estar bien. El coche seguía rodando y no había problema, así que estaba pensando que tal vez [el neumático] estaba bien”.

“Pero en esas últimas vueltas empecé a reducir el ritmo y luego en la recta se pinchó. Después vi como el perfil se desplazó un poco. Fue una sensación de tener el corazón en la boca porque no estaba seguro de cuánto se había pinchado hasta que apreté el freno y pude ver que el neumático se estaba separando de la llanta".

“Entonces, solo traté de conducirlo tratando de mantener la velocidad, porque a veces puede salir volando y romper el alerón. Estaba rezando diciendo: ‘Oh, Dios mío’ y tratando de seguir y no ir demasiado lento”.

"Estuve a punto de no poder tomar las dos últimas curvas, pero gracias a Dios lo conseguimos. Realmente esto se lo debo al equipo. Creo que en última instancia, deberíamos haber parado hacia el final una vez que vimos las delaminaciones."

El ingeniero de carreras de Hamilton, Pete Bonnington, lo mantuvo al tanto de la diferencia con Verstappen durante la última vuelta, y se le escuchó celebrando una vez que su piloto había cruzado la línea de meta. Hamilton respondió: "Mierda, estuvo cerca".

A pesar del drama, Hamilton dijo que estuvo muy tranquilo mientras Bonnington le mantenía al tanto de la distancia con la que contaba, lo que le permitía concentrarse en arrastrar el coche hasta meta.

"Puede que os sorprenda o no, pero al final, por alguna razón, estuve muy tranquilo", dijo Hamilton. "Bono me estaba dando la información de la diferencia. Creo que en un momento pasamos de 30 segundos a perderlo rápidamente, pero en mi mente pensaba 'OK, ¿cuánto falta para el final de la vuelta?".

"Pero el coche, por suerte, parecía ir bien a través de Maggots y Becketts. Llegué a la curva 15 y ahí fue donde realmente sufrí un poco, y pude escuchar que la distancia bajaba de 19 a 10. Así que pensé en apretar a fondo el acelerador en la curva 15 a la 16, pero el problema continuó. Llegué a la curva, con mucho subviraje y le oí decir "9, 8, 7", y me dije: ‘Debo dar gas y lograr que gire".

“¡Dios mío! Definitivamente nunca he experimentado algo así en la última vuelta. Mi corazón casi se paró. Eso demuestra lo frío que me quedé, casi se me para el corazón".