Lewis Hamilton llegó a Austin con la sensación de que podía ser uno de esos fines de semana donde, por fin, Ferrari le dejaba mostrar un atisbo de su velocidad real. Y aunque la clasificación del Gran Premio de Estados Unidos no le permitió superar a Charles Leclerc, el británico volvió a dejar claro que cuando Hamilton encuentra la confianza en su coche, pocas veces hay quien le frene.

El día comenzó con un Ferrari sorprendentemente rápido. Tras semanas de rendimiento irregular, el equipo italiano ha logrado ajustar algo en su monoplaza que lo coloca por encima del cuarto o quinto equipo que muchos esperaban. Desde la Q2 ya se intuía que algo había cambiado: "Hicimos algunas mejoras en cuanto a nuestros procesos para esta sesión de clasificación. Probamos algo diferente y realmente funcionó, así que estoy muy orgulloso del equipo por ser abierto y hacer los cambios", explicó Hamilton.

Sin embargo, incluso en un fin de semana prometedor, Lewis no logró completar la vuelta perfecta. Tras lidiar con un importante subviraje y tener que ajustar hasta ocho aperturas en el alerón delantero, se quedó con el quinto puesto, justo por detrás de George Russell y delante de otros rivales históricos del grupo medio. Leclerc, fiel a su talento, completó una vuelta excepcional que lo colocó en tercera posición, dejando al británico con la sensación de que "la vuelta estaba ahí, a una décima, pero no pude encontrarla".

Austin, como siempre, tiene un público especial, y Hamilton no escatimó en elogios: "Es especial estar en Ferrari en cualquier pista. Todavía estoy en mi primer año y nadie entiende lo pronunciada que es la curva de aprendizaje. Tenemos un equipo nuevo y, además, Ferrari es una gran máquina, con muchas piezas móviles. Pero creo que estamos saliendo adelante, y eso me hace sentir realmente optimista sobre lo que podemos lograr como equipo".

La clave de la carrera para Hamilton

De cara a la carrera, Hamilton sabe que la clave está clara: adelantar a Russell desde la salida. "Eso es lo más importante para el podio. Salgo desde el lado limpio, y eso es crítico aquí, porque hay muchos metros hasta la primera curva y puedes buscar el interior. Será vital poder superar a George al inicio", afirmó. El británico también dejó entrever la complejidad de manejar el Ferrari en ritmo de carrera: "He tenido mucho subviraje en la carrera, así que habría sido muy difícil adelantar sin un error de Charles. Pero él cometió un pequeño fallo y pude aprovecharlo, eso es parte de la lucha aquí".

Sobre las turbulencias recientes dentro de Ferrari, con rumores sobre la posible sustitución de Frédéric Vasseur, Hamilton se mantuvo al margen: "No lo he visto y no pienso nada al respecto", comentó con su habitual pragmatismo.

Si bien la vuelta rápida del sábado no fue la soñada, el fin de semana deja a Hamilton y a Ferrari con un sabor agridulce pero esperanzador. La cita en Austin podría ser uno de esos pocos fines de semana donde el británico vuelve a sentirse ligeramente más rápido que Leclerc, y donde la emoción de la Fórmula 1 se mezcla con la magia de una pista y un público que siempre lo ha adorado.