El jefe de equipo de Red Bull-Honda, Christian Horner, considera que el rendimiento en circuitos de curvas lentas y reviradas, como el Hungaroring, ha cambiado este año y ya no se adapta tanto a su monoplaza. 

El británico considera que Mercedes ha superado su antigua debilidad en circuitos de curvas lentas y ahora es uno de sus puntos fuertes. 

A la pregunta de Motorsport.com de si cree que Red Bull es el favorito este fin de semana, Horner respondió: "Hungría es un circuito que disfrutamos. Pero el rendimiento en curvas lentas de Mercedes es realmente enorme, y creo que van a ser duros oponentes". 

Red Bull ha ofrecido optimismo de que puede al menos luchar, tras los últimos progresos hechos con el RB15. En manos de Max Verstappen, el coche ha ganado dos de las últimas tres carreras. 

Horner está convencido de que su equipo ha liberado ahora buena parte del potencial del coche, pero siente que aún tiene que añadir más velocidad si quiere retar de manera habitual a Mercedes. 

"Creo que hemos estado mejorando el rendimiento del coche. El chasis está mejorando, el motor también y tenemos algunas cosas positivas en la recámara para la segunda mitad del año", comentó. 

"Tenemos una normativa estable de 2019 a 2020, por lo que todo lo que aprendamos este año vale para el siguiente. Así que queremos mantener la trayectoria en la que estamos". 

Y aunque el asesor de Red Bull, Helmut Marko, tiene su mirada puesta en cinco victorias este año, Horner dice que no quiere establecer objetivos concretos para el equipo. 

"Nunca hablé de cinco victorias. Helmut... ese es su objetivo y su optimismo. Yo me lo tomo carrera a carrera. Hemos ganado dos grandes premios, lo cual es fantástico, dado que este es un año de transición con Honda", añadió. 

"Para Honda, si piensas en resultados estaban teniendo hace un año o dos, es un cambio de tercio fenómeno". 

Gloria pasada: la naturaleza se comió al icónico Hockenheimring

Donde la configuración actual se inclina hacia la recta trasera, el viejo circuito solía ir al bosque. Ahora ahí se encuentra el memorial de Jim Clark. El legendario piloto murió entre el Motodrom y el Ostkurve, cerca de donde se colocó más tarde la chicane. Ya no hay nada que ver allí, excepto el bosque...

Puedes profundizar en el bosque, pero a través de un camino estrecho, no como el circuito antiguo. No se puede encontrar nada de las primeras secciones.

Después de algunas investigaciones, encontramos el lugar de la primera primera chicane. Donde los coches antiguos llegaban a gran velocidad y apuraban sus frenos, ahora hay una zona de agua artificial para los animales salvajes. El contraste difícilmente puede ser mayor.

De camino al famoso Ostkurve, no hay mucho más que hierba y una acequia. La naturaleza ha borrado todos los recuerdos ahí.

Afortunadamente aún queda un poco del trabajo anterior. Aunque no es asfalto, la forma de la curva se puede reconocer, no sin cierta dificultad.

La naturaleza es la gran ganadora.

Un poco más lejos... ¡por fin asfalto! Pero desgraciadamente resulta ser una vía de acceso...

Pero afortunadamente, vemos una nueva franja de asfalto que sale del bosque, que incluye líneas blancas y huellas de neumáticos. ¡El Hockenheimring!

Esta es la única parte de asfalto original entre el Nordkurve y la chicane Ayrton Senna, donde ahora se encuentra la horquilla y la pista sigue en la configuración antigua. Una sección de unos 500 metros. ¡Es difícil imaginar que una vez aquí se disputaron grandes batallas!

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