¿Qué le espera a Carlos Sainz en Ferrari en 2021?
Carlos Sainz tendrá finalmente su gran oportunidad, la que supone igualmente su mayor reto, el mismo ante el cual Vettel ha sucumbido.
Foto de: Simon Galloway / Motorsport Images
La trayectoria de Carlos Sainz en la Fórmula 1 ha sido por momentos como una carrera de obstáculos, muy lejos de lo que algunos piensan que ha sido entrar a la élite aupado por su apellido, apadrinado por Red Bull y el apoyo de empresas españolas.
El hijo del bicampeón del mundo de rallies creció como deportista con su padre como modelo y con Fernando Alonso como referente, dos listones muy altos pero que de diferentes formas lo han inspirado a seguir adelante cuando el andar se ha hecho difícil.
Por un momento pareció que incluso llegar a la Fórmula 1 no sería posible. El día de la confirmación, tras probar con Red Bull en Abu Dhabi en Noviembre de 2014, fue sin duda el mejor de su carrera hasta entonces.
Helmut Marko había dado su voto de confianza a otros de sus compañeros en el programa Junior de Red Bull antes que a él, primero a Daniil Kvyat, y luego a un Max Verstappen que llegó en paracaídas. Y se olvida fácil, pero el español se clasificó octavo en su debut en Fórmula 1, por delante del holandés.
Su temporada de estreno junto a Verstappen generó un ambiente de mucha tensión en Toro Rosso, tensión consecuencia de un entorno muy competitivo, dentro y fuera del coche, con dos padres con experiencia al más alto nivel.
Que Sainz dejara el fuero Red Bull resultó entendible. Sin estar en los planes de sus jefes un ascenso al equipo principal, la ruta para seguir ascendiendo en la escalera tendría que ser otra. Renault fue ese siguiente paso, pero la decisión de Ricciardo de ir a Renault acabó por complicar su futuro.
Sin la retirada de Fernando Alonso en 2018, tal vez Sainz lo habría tenido difícil para encontrar un buen asiento para 2019. La decisión de su compatriota le dio, sin saberlo en ese momento, el impulso más importante.
Resulta curioso que, tras el anuncio de Ferrari, Sainz en cuestión de siete temporadas esté siguiendo un camino similar al Alonso: del equipo de Faenza (primero Minardi, luego Toro Rosso) saltó a Renault, luego a McLaren y el siguiente en la lista ha sido Ferrari.
Sin embargo, llegan en condiciones diferentes. Alonso era bicampeón y en Ferrari se esperaba que ampliara su vitrina de títulos. Si bien Felipe Massa ya era un piloto “della casa” y había estado cerca del título, en 2010 regresaba tras el accidente que casi acaba con su carrera y con su vida, en Hungría el año anterior.
Dicho claramente, Alonso llegaba como número uno y su estatus dentro de la Scuderia nunca estuvo en duda.
Sainz llegará a Ferrari tras una segunda temporada de Charles Leclerc en Maranello, en la que se espera que continúe su consolidación, la cual en resultados dependerá de lo competitivo o no que acabe siendo el SF1000, una vez que, ojalá, inicie la temporada.
Sergio Pérez decía en la entrevista que mantuvimos esta semana para Motorsport.com que los equipos tienen un “molde” de lo que buscan en un piloto, hablando en torno a lo que podría esperar Ferrari del futuro compañero de equipo de Leclerc.
De igual forma, marcó que la llegada y rendimiento del monegasco en 2019 han sido claves en el divorcio de Sebastian Vettel y Ferrari, así como demostrar abiertamente que Leclerc es su apuesta a largo plazo, tras haberle renovado hasta 2024 incluso antes de Navidad.
Y está claro. La relación entre el alemán y el equipo se fue degradando con el paso de la temporada hasta concluir con el infame incidente en Interlagos. Por supuesto hubo más elementos que influyeron, pero los mencionados han resultado trascendentales.
Llevar el logotipo del Cavallino Rampante en el pecho es privilegio de muy pocos, tal vez el sueño de todo piloto, pero conlleva formar parte de un entorno más político que el de cualquier otro equipo. Nada de lo que no sepan Sainz y los suyos.
De igual forma, entrar a la escudería, a un equipo que siempre es protagonista, es ascender a otra esfera donde los triunfos son hazañas, las derrotas crisis potenciales y donde los errores se enfrentan el escrutinio de todos los tifosi. Hay que tener la piel muy gruesa para no quemarse.
Salvo la dupla de Ferrari durante la mayor parte de 1968, con Jackie Ickx y Chris Amon promediando menos de 24 años, la de 2021 será la pareja más joven en la historia moderna de Ferrari en la Fórmula 1, apenas unos meses mayor, pero con muchas más carreras que el belga y el neozelandés en ese entonces.
Leclerc se ha curtido en el entorno ferrarista durante 2019, más allá de la extraordinaria madurez que tiene a sus apenas 22 años y del fuerte apoyo político del que goza y del cual se ha hecho merecedor también con su rendimiento fuoriclasse.
Para Sainz, lo quebrado del camino que ha recorrido hacia Ferrari lo ha hecho crecer y hacerse fuerte en su también joven mente de 25 años. Ahora llega una gran oportunidad, recompensa de una excelente primera temporada con McLaren y del trabajo de tantos años.
En 2021 se enfrentará su mayor reto, el mismo al que Vettel, con sus cuatro títulos y 53 victorias, ha acabado por sucumbir.
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