Abu Dhabi 2021: el final de temporada más épico de la era híbrida en F1

En 2014 la Fórmula 1 introdujo por vez primera los motores híbridos que han acompañado y siguen acompañando a los monoplazas hasta el presente. El cambio normativo no tuvo una gran acogida entre los aficionados, y la emoción terminó desdibujándose, sobre todo en los primeros años.

Mercedes supo entender a la perfección el reglamento y consiguió fabricar un propulsor, en general un paquete, muy superior al resto de sus rivales.

Red Bull, que venía de haber dominado con mano de hierro las anteriores cuatro campañas con los motores V8, no se supo adaptar al cambio de paradigma, y tardó en volver a las posiciones de cabeza. Sin embargo, nunca llegó a ser una amenaza para la escudería alemana hasta 2021.

Así, los de Toto Wolff se repartieron todos los títulos de lo que restaba de década, con Lewis Hamilton y Nico Rosberg jugándose las diferentes coronas. El británico se hizo con seis títulos, mientras que el alemán se impuso en 2016 (su único mundial, ya que decidió retirarse). 

Con Rosberg fuera de escena, y la elección de Valtteri Bottas como su sucesor, la poca emoción que había en la parrilla terminó desdibujándose nuevamente, y solamente Sebastian Vettel, con un Ferrari que intentaba volver a ser el de épocas pasadas, fue capaz de ponerles en aprietos.

Mercedes dominó el inicio de la era híbrida con Hamilton y Rosberg

Pero en 2021 todo cambió. Red Bull empezó el año dando la (relativa) sorpresa. Max Verstappen, al frente de los monoplazas austriacos, ganó cinco de las primeras nueve carreras del año, subiéndose al segundo cajón del podio en otras tres oscasiones. 

De todas formas, Mercedes seguía siendo el equipo referencia de la parrilla, y supo sobreponerse para, en la segunda mitad del año, dar caza a los de Milton Keynes.

Las últimas pruebas del calendario fueron especialmente tensas, con batallas codo a codo y encontronazos entre ambos aspirantes. Hamilton sumó tres victorias consecutivas, que le permitieron viajar a Yas Marina, la última cita del año, empatado a puntos con el neerlandés. Quien terminase por delante, se quedaba con la corona. 

Hamilton le robó la cartera a Verstappen en la salida, e invirtió el resto de la carrera en poner tierra de por medio. Las vueltas iban pasando, y el título se ponía cada vez más de cara para el de Mercedes, pero hubo dos hechos que terminaron por trastocar sus planes. 

En primer lugar, el #44 salió de su parada en boxes por detrás de Sergio Pérez, y el mexicano se empleó a fondo en hacerle perder tiempo. Aunque solo pudo aguantar a Hamilton durante dos giros, permitió que Max redujese diferencias; algo que terminó resultando clave.

La gran sorpresa llegó en las últimas vueltas, cuando Nicholas Latifi estrelló su Williams contra las protecciones y obligó a sacar el coche de seguridad. Hamilton, que había perdido parte de su ventaja en su lucha con Checo, no tenía una parada 'gratis', y tuvo que quedarse en pista con neumáticos usados. Max, sin embargo, sí que pasó por el pit lane, y se reincorporó con gomas nuevas. 

La polémica estaba servida cuando Verstappen volvió a pista y se encontró con varios pilotos doblados por delante. El muro de las bebidas energéticas tenía prisa porque se reanudase la carrera, pero los giros seguían pasando y los coches con vuelta perdida seguían sin tener la autorización para desdoblarse. 

Michael Masi, director de carrera por aquel entonces, emitió primero un aviso notificando que los doblados no podrían recuperar su vuelta perdida. La situación cambió drásticamente en la penúltima vuelta, cuando Masi consideró que la pista era lo suficientemente segura como para dejar que algunos coches doblados (sólo los que estaban entre Hamilton y Verstappen) adelantaran al de Mercedes y al safety car. 

Así las cosas, la carrera se relanzó con solo una vuelta por delante. Verstappen, con neumáticos nuevos, tenía una clara ventaja frente a un Hamilton que no levantaba la vista de sus retrovisores. El primero en cruzar la línea de meta se llevaría el título. 

El neerlandés se lanzó a la piscina en la curva cinco, sin ni tan siquiera esperar a las rectas, y logró colocarse por delante. Hamilton intentó devolverle el adelantamiento en la seis, sin éxito, y ya no fue capaz de frenar a un Verstappen inspirado, que terminó sumando su nombre a la selecta lista de campeones del mundo. 

El histórico desenlace levantó una enorme polémica entre las diferentes voces y actores del paddock y aunque Mercedes apeló por el procedimiento que se había tomado en la resalida, la victoria se quedó en manos de Red Bull. 

El tema sigue trayendo cola a día de hoy, y muchos nombres aseguran que Hamilton debería contar con ocho coronas, en lugar de sus siete actuales. A su vez, el inglés amagó con una posible retirada tras el duro varapalo de Abu Dhabi, aunque terminó renovando con el equipo de su vida. 

En 2022 y 2023, por su parte, Verstappen elevó a tres su cuenta de mundiales, siendo ya tricampeón.