Ferrari y el uso que le da a su antiguo simulador de F1

El equipo Ferrari es uno de los que tienen la mejor tecnología de toda la parrilla de Fórmula 1, por lo que el simulador es una de las herramientas más avanzadas que tienen. A pesar de que los del Cavallino Rampante lo evolucionaron para estrenar uno nuevo en la temporada 2022, el director del taller F1 Clienti, XX Programme y Corso Pilota, Filippo Petrucci, nos enseña los secretos que guardaba.

El simulador comenzó a adquirir importancia a partir del 2009, cuando la FIA prohibió las pruebas en mitad de la campaña, y ahora que se introdujo la normativa del límite de costes, el desarrollo del monoplaza se realiza en gran medida a través del ordenador. Los italianos consiguieron una precisión "real" del 98%, pero eso no significa que su anterior herramienta no fuera una de las mejores del mundo.

El jefe del equipo en cuestión de sus monoplaza para clientes aseguró que "ese simulador ha sido utilizado hasta 2022 para todos los pilotos, pero como ahora los de Fórmula 1 se han pasado al de última generación, será los del programa LMH quienes se pondrán a los mandos.

Debido a ello, los grandes clientes del Cavallino Rampante compartirán tiempo con los ganadores de las 24 Horas de Le Mans en su centenario, especialmente los que tienen "antiguas máquinas V8, V10 y V12". No obstante, Petrucci explica un poco más cómo ayudaba al conjunto del Gran Circo a mejorar su monoplaza: "Puedes hacer grandes cambios en un coche con un desembolso mínimo, puedes modificar la configuración, incluso cambiar la distancia entre ejes, algo que sería imposible en el mundo real".

"El simulador se utiliza para la puesta a punto, sobre todo cuando el equipo se prepara para correr en un circuito nuevo. Los pilotos de pruebas de Ferrari también pueden trabajar en tiempo real con los que están en el circuito para la puesta a punto, estén donde estén en el mundo", continuó uno de los responsables de los de Maranello.

Al ser una de las herramientas más importantes para una escudería, el simulador, al menos el de Ferrari, solo permanece 15 días al año abierto para sus clientes, en sesiones que se cuidan al detalle: "El cliente puede personalizar la experiencia, pero nosotros recomendamos dos circuitos durante la jornada. En la sesión de la mañana sugerimos Barcelona porque es representativo y tiene algunas curvas rápidas con mucha carga aerodinámica".

"Por la tarde, el cliente puede escoger entre la pista que quiera", confirmó Petrucci, al que se le une un entrenador que supervisa al piloto en tiempo real y le da clases a través de un sistema de comunicación, sin que falten dos ingenieros en la sala de control que vigilan toda la telemetría del equipo de Fórmula 1.

"La información que obtienes es casi idéntica a las sensaciones que sientes en el coche en un circuito. Se puede reproducir todo, incluida la composición exacta del asfalto y la degradación que sufren los neumáticos", dijo el italiano. "Se pueden controlar todas las variables, ha habido una evolución continua de los gráficos, del nivel de detalle de la información que recibe el piloto, del tacto de los pedales, de las vibraciones que llegan, de todo. Los Fórmula 1 actuales son más grandes y pesados, menos ágiles, quizá, pero los neumáticos también son más grandes, hay más agarre mecánico y aerodinámico, y mucha más carga aerodinámica, así que puedes ponerte al volante de un coche con especificaciones de 2017 y sentir la diferencia inmediatamente".

Otra de las cosas más importantes en un simulador es la latencia, que es la "diferencia entre lo que ocurre en el simulador y las condiciones reales de carrera", algo que en el nuevo de Ferrari solo es de cuatro milisegundos. Eso se refiere a la gran precisión para procesar la información de la pantalla principal y transmitirla al movimiento que recibe el piloto, por lo que cuanto menor sea la latencia, mejor irá y más rápido podrá responder a los efectos del monoplaza, como el subviraje o el sobre viraje.

Los más jovenes, acostumbrados desde que nacieron con la tecnología y los videojuegos, tienen una mayor facilidad para ir veloz, aunque sigue siendo muy difícil controlar un monoplaza virtual en un simulador como el de Ferrari. Petrucci explicó que poco a poco se va tomando el tacto, y que los clientes son capaces de ir rebajando sus cronos según pasan los giros: "Hubo un cliente que bajó 20 segundos su tiempo por vuelta en Barcelona. Normalmente esperaríamos que el tiempo por giro mejorara entre seis y siete segundos, el simulador es realmente una herramienta muy eficaz, además de muy divertida".

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