Ferrari aterriza en Qatar mirando de reojo la clasificación del Mundial… y sintiendo que la arena empieza a hundirse bajo sus pies. Hace apenas un mes eran segundos, soñaban con pelear con Mercedes y se hablaba de un final de temporada en ascenso.

Hoy, sin embargo, la Scuderia es cuarta con 378 puntos, incapaz de frenar la sangría frente a un equipo Mercedes que sale de Las Vegas disparado tras el doble podio de Andrea Kimi Antonelli y George Russell. La descalificación de los McLaren F1 salvó un desastre mayor, pero los 53 puntos que les separan ahora de los de Brackley parecen un muro casi imposible de escalar.

El mundo realista, ese que no entiende de épica, dice que Ferrari tiene muy complicado el segundo puesto. Pero hay un objetivo más asequible… y casi simbólico: alcanzar a Red Bull, a solo 13 puntos. Un Red Bull Racing que vive del manantial interminable de Max Verstappen, porque Yuki Tsunoda, esta temporada, ni está ni se le espera en la suma.

Y así, con dos grandes premios para cerrar el año —y con el golpe todavía reciente de un GP de Las Vegas donde prometían más de lo que salió—, Ferrari encara Qatar con la sensación de que ya no queda margen para fallar.

Vasseur, directo: "Queremos acabar arriba"

Frédéric Vasseur no se esconde. Sabe que el motor interno del equipo está bajo presión, que los rivales llegan más fuertes y que el margen de maniobra es mínimo. Pero también conoce el ADN de Ferrari: cuando huele sangre, ataca.

"Tras un fin de semana complicado en Las Vegas, llegamos a Qatar totalmente centrados y con ganas de volver a la pista. Lusail es una pista muy diferente, con curvas de alta velocidad que ponen a prueba tanto al coche como al piloto", resume el francés, consciente de que Lusail no tiene absolutamente nada que ver con Las Vegas.

Es un circuito rápido, fluido, donde Charles Leclerc —uno de los mejores clasificadores de la parrilla— puede marcar diferencias en un fin de semana donde la posición en parrilla puede valer oro.

Sobre todo porque, como recuerda el propio Vasseur, este evento trae un matiz clave: "El nuevo límite de vueltas de Pirelli añade un giro extra a la estrategia. El foco está en nosotros mismos y en aprovechar todas las oportunidades que nos presente el último fin de semana al sprint de la temporada. Estamos totalmente motivados para terminar el año en lo más alto".

La clave del GP: una estrategia sin escapatoria

Ferrari no solo mira hacia el viernes y sábado de clasificación y sprint. La verdadera trampa del fin de semana está en la norma más restrictiva del año: cada juego de neumáticos tendrá un máximo de 25 vueltas de vida útil.

Es decir: mínimo dos paradas. Sin excepción. Sin inventos. Sin magia.

Cameron Roberts, responsable de estrategia de Ferrari, lo deja clarísimo: "El límite de 25 vueltas por cada juego de neumáticos significa que los pilotos deben hacer al menos dos paradas en boxes", explica, recordando inevitablemente aquella edición de 2023 con el límite de 18 vueltas que obligó a tres paradas.

Pero que haya más paradas no significa que haya más flexibilidad. De hecho, según Roberts:

"Stints más cortos significan que los pilotos podrán empujar más y prestar menos atención a la gestión de neumáticos, pero esto también implica que hay menos opciones estratégicas para hacer algo diferente, haciendo que la posición en pista y la clasificación sean incluso más importantes en un circuito donde adelantar no es fácil".

Traducido: se podrá empujar más, pero habrá menos maneras de diferenciarse. Si sales atrás, estás vendido.

¿Carrera lenta o carrera a cuchillo? Ferrari tiene una predicción

El pasado reciente ofrece dos escenarios opuestos: una carrera lenta, donde mantener posición es crucial, o una carrera rápida y comprimida en la que los pilotos van al límite sin preocuparse del desgaste. ¿Cuál espera Ferrari?

Roberts lo deja claro: "Qatar no es Mónaco, y no deberíamos esperar ver a los compañeros de equipo ayudándose entre sí abriendo huecos para que el otro pueda parar". No habrá juego de equipo estilo embudo. Pero sí un patrón reconocible: "Podríamos ver una carrera parecida a la de Qatar 2023, con pilotos capaces de empujar más sin tener que gestionar tanto los neumáticos, ya que no necesitan completar stints tan largos como de costumbre".

Y el primer aperitivo llegará antes de la carrera: "Deberíamos ver un primer adelanto en la Sprint, cuando los pilotos probablemente empujen a tope durante las 19 vueltas".

Sprint + dos paradas obligatorias + poca degradación por stint = una receta para una carrera agresiva, donde la clasificación puede marcar la diferencia del fin de semana.

Ferrari depende de sí misma (y de Leclerc)

Con tanto en juego y tan poco margen, Ferrari encara el penúltimo capítulo del año con una mezcla de urgencia y optimismo. El coche ha mostrado destellos, Leclerc ha sido letal a una vuelta, y Hamilton puede beneficiarse del empuje constante que permiten los stints cortos.

Pero la realidad es que Ferrari se ha ido viniendo abajo en el Mundial, superada por un Mercedes que ha despertado tarde… pero a tiempo.

Qatar será un examen brutal. Y la Scuderia lo sabe.