Los Ferrari F1 de leyenda: el híbrido de la primera victoria de Vettel

Nacido en la última era de gestión de puertas giratorias y rendimiento desigual, el SF15-T fue el coche más competitivo de Ferrari en varias temporadas, aunque no fue lo suficientemente fuerte para batir a los todopoderosos Mercedes.

La creencia duradera de Enzo Ferrari era que el motor era la parte más importante del coche, por lo que eso, en una época protagonizada por los propulsores (o unidades de potencia, como debemos llamarlos ahora), llevó a la radical mejora del turbo V6 junto con el ERS.

A la primera apuesta de Ferrari con una unidad de potencia F1 híbrida le faltó potencia absoluta: era menos manejable porque su ERS carecía de finura operativa, y las ineficiencias adicionales en el sistema híbrido hicieron mella en el ritmo en carrera.

Pero durante el invierno de 2014/15, la Scuderia encontró 65 CV y, crucialmente, hizo un mucho mejor trabajo con el sistema híbrido. 

Eso, junto con el trabajo del director técnico, James Allison, en asegurarse de que el coche era cuidadoso con los neumáticos, hizo del SF15-T un coche enormemente competitivo durante las primeras carreras de 2015. 

Sin embargo, pagaron el precio de esa suavidad en clasificación. Vettel, que había sustituido a Fernando Alonso tras los encontronazos del español con la anterior directiva del equipo durante 2014, y Kimi Raikkonen, sufrieron para poner en temperatura los neumáticos y sacar lo mejor de ellos a una vuelta. 

Pero durante las carreras era otra historia, permitiendo a Vettel lograr 13 podios, de los cuales tres fueron victorias. 

La primera, en Malasia, llegó por méritos propios, ya que arrancó segundo, esquivando a Nico Rosberg y luego logrando batir a Hamilton de manera justa.

Mercedes ganó la carrera de la evolución durante la temporada, no obstante, y después de lograr su última victoria del año en Singapur, Vettel se tuvo que conformar con ser 'el mejor del resto'.

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