El precursor de los finlandeses y la F1, Leo Kinnunen
El expiloto finlandés, que dio el primer paso del país nórdico en la Fórmula 1, falleció el pasado miércoles a los 73 años tras una prolongada enfermedad.
Leo Kinnunen, Surtees TS16 Ford
LAT Images
Jyvaskyla (Finlandia).- Las estrellas tarde o temprano se apagan y en el automovilismo también. Leo Kinnunen (Tampere, Finlandia, 1943) falleció el pasado miércoles tras una larga enfermedad que lo consumió en los últimos meses.
Pero su figura no se olvidará en el país nórdico, donde el de Tampere dio los primeros pasos para que se creara ese famoso apodo de finlandeses voladores y era considerado un ídolo de toda una generación por abrir esa primera puerta complicada hacia el Olimpo de los monoplazas.
El finlandés comenzó su carrera deportiva en la Fórmula 3 con un Brabham BT18 en 1967. Tres años después participó en sus primeras 24 horas de Le Mans con un Porsche 917K de John Wyer Automotive Engineering. Repetiría en dos ocasiones más. Nunca las terminó.
No obstante, ese mismo año logró su triunfo más recordado: las 24 horas de Daytona con el mexicano Pedro Rodríguez y el británico Brian Redman de compañeros.
En 1971 logró su primer gran título con el equipo Racing Team AAW a bordo de un Porsche 917 Spyder en la Interserie, lo que repetiría en las dos temporadas siguientes, ganando en su carrera como local en el ya abandonado circuito de Keimola (Vataan). Hasta la Targa Florio italiana le llevarían sus pasos con un Porsche Carrera RSR de Martini Racing, donde logró ser tercero en la edición de 1973, lo mismo que logró en el Rally 1.000 lagos en Finlandia.
En 1974 trató de clasificarse para el GP de Bélgica de F1 en Spa-Francorchamps con un Surtees TS16 Ford Cosworth de AAW Racing Team, quedándose a casi 19 segundos del poleman, Clay Regazzoni. Un mes después, en el GP de Suecia, pudo entrar en los tiempos y arrancar en la última fila de parrilla. Pero un problema electrónico le dejó fuera tras ocho vueltas.
Sus intentos en Francia, Gran Bretaña, Austria e Italia fueron infructuosos y tras la aventura italiana no siguió en la F1, con solo 32 km recorridos en carrera.
Retirado desde 1985 de manera oficial, cuando el 1 de septiembre de aquel año corrió su última carrera del Nacional Nórdico con un Saab 900 y en el circuito finlandés de Kemora, Kinnunen inició una era a la que luego llegarían los Rosberg, Hakkinen, Raikkonen y más recientemente Bottas, del que siempre habló bien.
"He creído durante mucho tiempo la capacidad Valtteri. Creo que la victoria en Rusia demostró que tiene todo para ser campeón del mundo", aseguró en una de sus últimas entrevistas con el diario finlandés Ilta-Sanomat. "La importancia de esta victoria es muy grande, sobre todo para su confianza en sí mismo. Esta es una gran temporada para los finlandeses".
La figura de ese héroe de infancia al que ves envejecer y por el que nunca dejas de sentir admiración definen perfectamente a Leo Kinnunen en su país natal. Descanse en paz, precursor de los finlandeses voladores.
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