El semáforo del GP de Austria 2018 de F1
Como cada gran premio, ofrecemos lo mejor y lo peor de la novena cita del año 2018 de Fórmula 1.
Foto de: Steve Etherington / Motorsport Images
Verde
Acabó los libres 3 antes de tiempo por un fallo en el propulsor Renault que aventuraba un complicado gran premio, pero logró salir en clasificación y, a pesar de no poder con los Mercedes y Ferrari, en carrera se las apañó para evitar problemas, maximizar la estrategia de su equipo y gestionar las gomas mejor que algunos de sus rivales.
Los trucos que hizo y que explicó Horner (aquí) son una muestra más de su excesivo talento y picardía, como aquel Gran Premio de Brasil en el que aprovechó las vueltas tras el coche de seguridad para descubrir cuál era la mejor trazada sobre agua. Parece haber dejado atrás el tortuoso inicio de año y sigue acumulando podios mientras ha estrenado su casillero de victorias en 2018.
Tiene cuatro triunfos en la máxima categoría y todos sin salir desde la pole. Si definitivamente se centra y consigue un cambio de mentalidad como el que hizo Hamilton (sin volverse tan 'intensito', por favor) volveremos a verle como un piloto que puede marcar época. Queremos a este Max. Que dure.
Amarillo
Alonso tuvo que volver a arreglar en carrera lo que el coche y el equipo le habían negado en clasificación. No le dio para llegar a la Q3 y, en una decisión cuestionable de los de Woking, se vio obligado a salir desde el pitlane con un MGU-K cambiado (sin la nueva configuración que llevaban los Renault y Vandoorne) y con un alerón, según palabras del asturiano, de 2017. Desde ahí se mantuvo fuera de problemas y con buen ritmo alcanzó la octava plaza, un buen botín teniendo en cuenta cómo empezó el domingo.
A favor de McLaren, todo hay que decirlo, está que el MCL33 permitió al asturiano gestionar bien los neumáticos y no sufrir el blistering que sí padecieron grandes como Mercedes o Red Bull. Y también que entraran durante el Virtual Safety Car modificando la estrategia, aunque es más fácil jugártela desde el fondo de la parrilla. Siguen necesitando mejorar.
Rojo
Los Mercedes dominaron todo el fin de semana, con doblete en clasificación incluido, y tras la primera curva lo tenían todo para llevarse el primer y segundo puesto en carrera. Sin embargo, un fallo estratégico y dos de fiabilidad acabaron dando al equipo su primer doble abandono por problemas en el coche desde que volvieron a la Fórmula 1, algo histórico.
Su primer error fue no hacer entrar a Hamilton durante el Virtual Safety Car provocado por la avería del W09 de Bottas. Es cierto que liderando la carrera hay más miedo a arriesgarse, pero ahí le arrebataron un buen puñado de segundos tanto Red Bull como Ferrari. Luego, el excesivo desgaste que sufrió Hamilton (con el ya famoso blistering) impidió que el inglés tratara de arreglarlo y le arrebató un podio del que definitivamente le alejó el problema con la presión del combustible que le hizo abandonar.
Su potencia ya no destaca tanto ante la de Ferrari y, si la fiabilidad (su otro gran valor estos años) comienza a igualarse, pueden tenerlo más difícil que nunca. Siguen teniendo el mejor coche y aún son los favoritos, pero merecen el rojo este fin de semana.
Vídeo: el Top 10 del GP de Austria de Fórmula 1
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