¿Recuerdas cuando la Fórmula 1 corría en Navidad y Año Nuevo?

El domingo 12 de diciembre de 2021, la Fórmula 1 bajó el telón de una temporada tan larga como inolvidable, coronando a Max Verstappen campeón del mundo por primera vez en su carrera tras un fantástico duelo con Lewis Hamilton.

"Ya estamos casi en Navidad" pensó alguien seguramente en aquel GP de Abu Dhabi. Y, sin embargo, en el pasado ha habido campeonatos de la máxima categoría que no se han detenido ni siquiera ante la llegada de las dos semanas festivas más importantes del mes de diciembre. De hecho, ha habido campeonatos del mundo que se han decidido durante las vacaciones de Navidad.

En la Fórmula 1 de los años 60, este tipo de prácticas eran normales. En el año 1962, el Gran Premio de Sudáfrica se celebró el 29 de diciembre. Por primera vez el Gran Circo corrió en el circuito Príncipe George, en lo que era la novena, decisiva y última carrera de la temporada.

Los pilotos que luchaban por el título era Graham Hill en el BRM y Jim Clark en el Lotus.

El piloto escocés llegó segundo en la clasificación, a nueve puntos de diferencia de Hill: pero con el método de asignación de puntuación de entonces, que descartaba los cuatro peores resultados de cada piloto, Clark podía ganar el título si cruzaba la línea de meta en primer lugar.

La carrera parecía favorecer al piloto de Chapman. Clark salió desde el primer cajón de la parrilla y se mantuvo en cabeza por delante de su rival en el campeonato del mundo y de Bruce McLaren, dejándolos a treinta segundos de distancia.

En la vuelta 62, Jim Clark era teóricamente el campeón del mundo, pero un imprevisto acabó con su sueño: una fuga de aceite que le acompañaba desde hacía unas vueltas le obligó a abandonar y Hill le dio las gracias.

Clark tuvo que esperar un año para un epílogo diferente: de nuevo en Sudáfrica, el 28 de diciembre de 1963, se volvió a correr la última carrera del mundial justo antes de acabar el año.

El piloto escocés, también en esta ocasión, salió desde la pole: quedó por delante de los Brabham de "Black Jack" y Gurney y de los Ferrari de Surtees y Bandini. Clark era muy rápido, tenía un ritmo imparable y cruzó la meta por delante de Gurney y Graham Hill, quien fue tercero después de haber perdido una vuelta en el giro 67. Jim finalmente fue campeón.

En otro ejemplo, Clark inauguró 1965 ganando el primer Gran Premio del calendario el día de Año Nuevo, el 1 de enero. Siempre en la pista sudafricana, siempre saliendo desde la primera posición, manteniendo el liderazgo desde el principio hasta el final, mientras que el piloto de Ferrari Surtees, el actual campeón del mundo, terminó segundo. Tercero Graham Hill, con el BRM.

Descorchar el champán en el podio para celebrar el nuevo año, para Clark, tenía definitivamente un sabor muy diferente y especial.

Pero vayamos a la que, casualmente, coincidió con el último sello de Jim en la Fórmula 1, así como con la última carrera de lo que, sin duda, podría haber sido una carrera aún más prometedora.

Era el primer día del año 1968. Entre las curvas de Kyalami, el piloto escocés ganó la primera cita de la temporada. Al volante de un Lotus 49, dominó por delante de su compañero Hill y del BRM de Jochen Rindt, aportando al equipo su 30º éxito en la máxima categoría.

Su propietario, Colin Chapman, estaba deseando tener un comienzo extraordinario: su objetivo era dominar el campeonato mundial desde el primer gran premio. Ese primer puesto permitió a su favorito alcanzar el récord de 25 carreras ganadas, una más que Juan Manuel Fangio. Una sensación agridulce si pensamos en lo que ocurriría el 7 de abril de ese mismo año. Pero esa es otra historia...