Cómo el coronavirus ha evitado el mayor gasto de la historia de la F1

Las fábricas están cerradas, el personal y los jefes de los equipos encerrados en sus casas, pero lo peor es el impacto económico que vendrá en los próximos meses con la caída de los ingresos por derechos comerciales y patrocinios.

Andrea Seidl, jefe de equipo de McLaren, dijo esta semana: "No hay manera de escapar a la severidad de la situación que la categoría está afrontando ahora mismo".

Pero cada criss trae oportunidades y, para el jefe de equipo de AlphaTauri, Franz Tost, no todo es negativo.

"Hay dos caras en toda moneda", dijo a Motorsport.com en una entrevista exclusiva.

El directivo señala a la decisión radical de retrasar la entrada en vigor de la nueva normativa hasta 2022. Eso implica que los coches actuales podrán usarse el año que viene, más allá de ciertos cambios en el chasis.

Habrá enormes consecuencias para el futuro de la F1, que ni siquiera los expertos han podido adivinar aún, pero a corto plazo, hay cosas positivas para Tost.

"Lo positivo sobre la situación del coronavirus es que no tendremos un doble desarrollo este año. No podemos desarrollar el coche de 2022 hasta principios de 2021. Eso implica que el trabajo de 2021 ahora se producirá bajo el paraguas del techo de gasto", explica.

Y añade: "Es un tema muy importante, porque nos hace ahorrar mucho dinero. Implica que el desarrollo doble con grandes gastos no será necesario".

Estaba planeado inicialmente que el techo de gasto se introdujera en 2021, con un límite de 175 millones de dólares (155 millones de euros) además de algunas excepciones.

Pero había trampa: los coches para 2021 se habrían desarrollado en 2020 sin techo de gasto. Y eso hizo prever a algunos que esta temporada sería la más cara de la historia de la F1.

Christian Horner habló el año pasado sobre sus temores al gasto sin control en 2020. Reconoció que habría sido mejor implantar el nuevo límite de gasto antes de los nuevos coches, no a la vez.

"Perdimos una oportunidad ahí. Habría sido más inteligente introducir el techo de gasto en 2021 y darnos tiempo para afinar la normativa", dijo en México.

Pero ahora todo ha cambiado, y lo que parecía imposible el año pasado ahora es realista, ya que la F1 intentará salvar a los equipos y a sí misma.

Sobre lo que se acordó exactamente, Tost añade. "El chasis será homologado. Las piezas mecánicas, también, como la suspensión. Lo único que podrá ser mejorado es la aerodinámica. Eso implica los alerones, la carrocería, los pontones, el fondo plano, el difusor y los bargeboards".

Aunque las reglas generales ayudarán, por supuesto, existe la preocupación de que los equipos puedan tratar de superar los límites para comenzar brillantemente el próximo año.

Por ejemplo, si los túneles de viento (al menos después del parón de tres semanas) pueden seguir funcionando, y la aerodinámica puede evolucionarse, ¿cómo se asegurará la FIA de que los equipos solo trabajen en lo que está permitido para 2021 y no empiezan a crear nuevos coches para 2022?

Tost los explica: "La FIA controla los túneles de viento y tiene grabaciones de vídeo e imágenes de ellos. Eso implica que no puedes meter un coche de 2022 ahí, porque lucirá completamente distinto. Se vería rápidamente".

"La FIA puede pedir imagines de qué coche está en el túnel en un momento concreto. Y pueden revisar qué modelos se han probado. Ningún equipo puede arriesgarse. Ninguno puede hacerlo porque hay demasiada gente involucrada".

"Cuando un modelo entra en el túnel, el que lo crea es el primer involucrado, seguido de los que gestionan el túnel de viento. Eso atañe a, al menos, 10 personas. Nadie aceptaría arriesgarse así".