Cómo luchan los pilotos de F1 contra el "brutal" jet lag de Las Vegas
El horario del GP de Las Vegas ha supuesto para todos los trabajadores de la F1 una prueba brutal en cuanto al jet lag.
Los pilotos están sufriendo contra un "brutal" jet lag en Las Vegas por los peculiares horarios del fin de semana, con sesiones incluso en la madrugada local, algo que se hizo todavía más grave con los retrasos provocados por las tapas de las alcantarillas. Y las cosas solo empeorarán cuando el Gran Circo transite hacia Abu Dhabi el próximo fin de semana, soportando un cambio de huso horario de nada menos de 12 horas.
Aunque todo el paddock está en el mismo barco y se verá igual de afectado, la atención se centra inevitablemente en los pilotos. Puede que disfruten de viajes en jet privado o en clase business, y que tengan fisioterapeutas pendientes de todas sus necesidades, pero sigue siendo toda una batalla estar descansado y preparado al 100 por 100.
Y es por eso que soportar el jet lag podría convertirse en un área de ventaja competitiva en estas dos próximas carreras, posiblemente las más duras a las que se ha enfrentado la Fórmula 1 en los últimos años, donde los pilotos que hagan un mejor trabajo lidiando con los agitados horarios podrían cosechar recompensas.
"Cuando estás aquí, no es tanto problema", dijo Max Verstappen en la previa del gran premio. "Pero luego tenemos que volar a Abu Dhabi, donde ya hay 12 horas de diferencia [y] una zona horaria completamente diferente. Básicamente, vivimos en un horario japonés, pero luego [habrá] casi un día [de diferencia]. Así que no lo entiendo. Quiero decir que es muy cansado, y también tenemos que hacer esto al final de esta temporada. No tiene mucho sentido".
"Va a haber una gran diferencia horaria, y probablemente nos enfrentaremos al jet lag", comentó Nico Hulkenberg. "Algunos sufren más que otros. Va a ser un reto, y quizá no te vas a sentir muy agudo el viernes o el sábado. Pero creo que es lo mismo para todos, y tenemos que arreglárnoslas y sobrellevarlo lo mejor que podamos."
Fernando Alonso, el piloto más veterano de la parrilla, con 42 años, no está de acuerdo con el calendario, pero cree que los pilotos no tienen más remedio que lidiar con él y con los horarios: "No, no está bien, no está bien. Pero es lo que hay. Es un deporte duro. Esto no es fútbol...".
Los pilotos no están solos. La llegada de la primera carrera nocturna de la historia de la Fórmula 1, en Singapur en 2008, llevó a los equipos a centrarse en los patrones de sueño de sus trabajadores, y con los años han prestado cada vez más atención al tema, recibiendo consejos médicos sobre cómo gestionar el sueño. Los fisioterapeutas de los pilotos también han aprendido a cuidar de sus pupilos y a aplicarles regímenes especiales que les ayudan.
"Normalmente, cuando tenemos carreras nocturnas como Singapur, es bastante fácil", dijo Esteban Ocon. "Porque en Singapur simplemente no cambiamos, nos quedamos en el horario europeo y vivimos en el horario nocturno. Aquí es muy diferente. Y también es más tarde que en Singapur, así que no ves la luz del día durante cuatro días. Eso es lo primero. Para el cuerpo humano, eso no es bueno. Te faltan las vitaminas del sol y todo lo demás".
"Normalmente hacemos la gira americana, con Austin, México, Brasil, y luego volvemos a Europa [de parón] para volver a la zona horaria de Abu Dhabi. Esta vez volví a Europa, pero seguía viviendo con la hora brasileña, intentando cambiar todo lo que podía. Así que no tuve tiempo de calidad, digamos, en Europa", explicó el galo.
"No pude ver mucho a mi familia ni tener vida normal. Está bien, pero es difícil prepararse, y hay que esforzarse mucho para sentirse bien aquí. Me siento bien aquí, porque he hecho lo que tenía que hacer. Pero han sido cinco semanas viviendo a destiempo, digámoslo así. Así que [ha sido] probablemente la [etapa] más dura desde que llegué a la F1, diría yo".
Como se ha señalado, la difícil situación podría verse como una clara oportunidad para que los pilotos intenten obtener una ventaja, y así es exactamente como lo ve George Russell. "Para todos ha sido un cambio bastante brutal venir aquí", destacó el de Mercedes. "Y en cierto modo lo veo como una oportunidad, porque la mayoría de la gente parece cansada y está sufriendo, y hablando de ello. Pero si haces un mejor trabajo que tus rivales, eso te da esa ventaja".
"Yo [hago] una especie de cambio de una hora por día. Y va a ser como un cambio continuo durante probablemente dos semanas seguidas desde que empecé a cambiar el reloj corporal, el viernes de la semana pasada. Y voy a cambiar continuamente hasta el domingo de la próxima semana".
"Probablemente haya sido un reto esta temporada, sobre todo si tenemos en cuenta que Singapur y Japón fueron consecutivos. A pesar de que la diferencia horaria no es demasiada, Singapur es una carrera nocturna y Japón es temprano. Las idas y venidas, de Miami a Europa, de Canadá a Europa, de Australia a casa... el cuerpo ha estado en todas partes. Así que definitivamente es algo en lo que me voy a centrar aún más el año que viene".
Al tratarse de la Fórmula 1, todo gira en torno a los números, y el inglés de la escudería de Brackley afirma que utiliza datos biométricos para juzgar sus progresos: "Por las alteraciones de la zona horaria, mi ritmo cardíaco durante una noche de sueño es de media un 25% más alto de lo que sería cuando estoy en un lugar constante. Este verano pasé dos semanas en un mismo lugar, que es el tiempo más largo que he pasado [en un mismo sitio] en tres años, y mis pulsaciones fueron las más bajas que he tenido nunca".
"El invierno siempre es una especie de estabilización en un lugar bajo [de pulsaciones]. Y luego, tan pronto como viajas, aumenta, pero definitivamente duermes menos, te recuperas menos, lo cual es natural cuando estás [yendo y viniendo] por todas partes. No es sólo una sensación, hay datos que lo confirman".
Tampoco se trata solo de los pilotos, y tanto si los problemas son para un mecánico que cambia una rueda como para un estratega que toma una decisión que defina la carrera, habrá poco margen de error.
"Sinceramente, me preocupan más los chicos del garaje que están trabajando", añadió al respecto el francés. "Cuidamos de nosotros mismos como equipo, pero hay más gente pendiente de mí que de algunos de los demás. Ahí es donde es importante cuidarnos mucho los unos a los otros, porque la gente está sufriendo en el paddock".
"Estamos bien preparados. Tenemos buenos conocimientos con algunos de los mejores expertos en jet lag. Tom [Clark, su fisioterapeuta] está haciendo su doctorado de jet lag en estos momentos. Así que somos bastante fuertes en ese aspecto. Pero he visto a gente luchar y casi dormirse en las reuniones, porque no es algo fácil", finalizó el francés de Alpine.
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